Visiones
¡Eh…tú, mujer fantasiosa!
¿Recuerdas aquellas visiones de
fantasías que sometían tu vigilia
a desgastes innecesarios?
O aquellas realidades que de
tanto verlas… ignoraste
¡Ah! sensible dama retenida, y
ahora reconciliada de bondad
Permite que te embista con una
memoriosa cordura
tan firme y decorosa, como esa
que llevas en silencio
ceñida a una soledad, y
respirando una dicha sombría
que se adhiere de una multitud,
envuelta en velos de necedad
¡Eh tú… dama rebelde!
¿Te acuerdas cuando invocabas
apasionada, una razón anhelante?
Y yo… sólo posaba mis pies en
baldosas agrietadas
y me alejaba cabizbajo, buscando
el anillo de luz de un farola añosa
meditando tontamente, qué tan
cerca o distante es un recuerdo vivo,
como si especulase… que el
pensamiento,
fuese un hilo de plata
indestructible y resistente al tiempo
Pero sabes, que a pesar de esa
tumultuosa trayectoria,
el movimiento, y su raíz,
permanecen en una plácida y sedentaria nobleza
¡Ah...si me dices cuándo… tal vez!
Fue en aquel otoño de luces
ocres y naranjas
cuando las hojas se desprendían
balanceando su protesta al desarraigo,
y los rayos del sol decidieron
dormir cada día más, en el ocio gris del invierno.
¿Recuerdas cuando una suerte de
armonía, señaló la restitución
del tiempo perdido, apareciendo
luego, exageradas leyendas
que tú consentías sin fuerzas,
vencida y abatida?
¡No lo recuerdo…no puedo!
¡Ah! …. ¿Sabes?
Yo he reforzado mis límites a la
razón, donde un humilde delirio me complace
y lo sumé al crepúsculo, que
habita en un extraño murallón solitario y perezoso
Y en esa permeable pared ociosa
y gris, puse todas mis energías…
¿Adónde?... ¿Puedes decirme?
Observa con tu cristalina
curiosidad, entre esas hendiduras de aquel muro desprolijo donde cientos de piadosos
retiemblan meciendo sus vicios al bronce y plata, alterando su propio futuro… y
allí: Me hallarás
¿Por qué lo dices?
Porque algo se derrumbó en mí,
al no gozar de esa emigración concedida
Algo misterioso, oculto, o
trágico de esa época, me estaba perturbando
¡Pero cuando alerta, descubrí la
cercanía de una razón mercenaria!
…Ya no había fuga posible
Bastaba encontrar el camino del
eco, y seguir transitando
con voluntad y tesón, para
emerger incólume y sin renuncios
-¡Ah mente tan torpe!-
¡Qué oscura resulta la sombra en
la noche!
¡Qué pesada carga odiosa y
vergonzosa, llevas tan tarde, luego de
pasear perezosamente tu ocio,
por anaqueles colmados de obras consagradas
desafiando así a todos, con una
desconocida estampa de fastidio!
¿Y aún así… te quedas?
¡No!... Me voy, me alejo
Decidí el regreso a la soledad
de las montañas
escapando de mansas tinieblas y
de una animalidad creciente
que sofocaba todo el mapa del
espíritu…
¿Pero…sabes?
Sólo quedan fosforescencias
intensas y brillantes de tu estampa
en esa morada absorbente de
escarmiento ya olvidado
Es entonces… cuando súbitamente,
apareces con tus ojos encendidos, las mejillas rozadas, y tu cabello rizado,
retozando en una eterna travesura de vanidades…
Y en aquel universo sin secretos
ni fronteras. Sin murallas, sin límites
floreces con una silueta que
hace sombra cuando eres liberada de la bruma
que te oculta y ensombrece, y es
allí; cuando regresas con la sonrisa de memoria viva y con los brazos abiertos
colmados de sueños
¡Ah…!
Cuántas atractivas visiones
tiene una vida
cuando el goce y el júbilo
anidan el mismo sitio.
“Que no te entristezca ser mortal y no conocer recuerdos
y menos aún la eternidad, porque la eternidad está en ti. Y en esa permeable
pared ociosa y gris, puse todas mis energías…”
* * *
Emerges
De esos peñascos
fríos, grises, imperturbables y dormidos
¡Emerges…!
De esas penumbras ocultas, sumisas, inmortales
¡Emerges….!
Traspasando muros
que no admitían tu libertad y libre albedrío
rescatada fuiste entre finas grietas de tu historia
¡Emerges…!
Indagando una nueva luminosidad
sin perder de vista el aura que la rodea
¡Emerges….!
Ante quienes miraban con desdén
la soledad inquieta quebrantada por el tiempo
e insinúas que el arrojo existe, no como excepción
sino tal vez, como medio… entre riesgos y azares
Y…
Cuando desorientada y abrumada miras
con visible inquietud, la inercia contemplativa
de la desazón que te atormentaba…
¡Emerges….!
Entre sueños estrellados y carcajadas festivas
de picarescas generosas risas
rugiendo encrespados gemidos, colmados de franqueza
y frescura sana
¡Emerges…!
Con sabiduría serena, en conductas razonables
dejando atrás, laberintos sórdidos de inútil sufrimiento,
para luego excusarte ante el recuerdo
que florece en lo bello y sublime
que vive aún en este tiempo…
Gustavo Vaca Narvaja. Córdoba, Argentina
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La vida en tiempo se vive
Tu eternidad es ahora
Porque luego
no habrá tiempo para nada
Tu eternidad es ahora
Porque luego
no habrá tiempo para nada
Luis Cernuda
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