lunes, 3 de julio de 2023

Editorial


con voz propia Nº 126 

Revista literaria 

Julio 2023 


Propietaria – Editora – Directora: Analía Pascaner 

Publicación creada en noviembre de 2006 
Distribución y publicación gratuitas
ISSN 2314-0275




Solemos considerar un milagro el caminar sobre las aguas. Para mí, el caminar sobre la tierra es ya un milagro. 
Thich Nhat Hanh 




Niñerías 

Los niños nunca mienten:
imaginan. 
En esas travesuras
les va la vida. 

Por eso en el futuro, 
no obliguen a los niños 
a que me estudien: 
enséñenles mi canto. 
Y cuando ya los harte 
mi canción, 
que aprendan a cantar 
su propio canto. 

El pentagrama del futuro 
es mudo
y se escribe cantando.
Los pueblos son poemas 
y los niños 
de un siglo y otro siglo, 
son los únicos 
que pueden descifrarlos. 

Yo inventé una canción 
cuando era niño 
sin estudiar a nadie. 
Por eso debe ser 
que, a medio siglo 
de aquel niño que fui, 
sigo cantando. 

Armando Tejada Gómez 
Argentina, 1929-1992 
Del libro Cosas de niños, 1991 




Algunos pensamos que lo que nos hace más fuertes es aguantar, pero otras veces es dejarlo estar.
Hermann Hesse 



Revista literaria con voz propia 
ISSN 2314-0275 
Propietaria: Analía Pascaner 
San Fernando del Valle de Catamarca 
Catamarca – Argentina 
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 



Tenemos que ser felices a pesar de estar cansados y tristes, porque la felicidad es algo que uno genera en la medida que tiene una buena actitud. 
Pilar Sordo



Autores publicados


¿Qué te ayuda a enfrentarte a la oscuridad en lugar de alejarte de ella? 
Pregunta del día, en Internet 


con voz propia Nº 126
Revista literaria 
Julio 2023 


Autores publicados en esta edición



Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 



Revista literaria con voz propia 
Publicación y distribución gratuitas
ISSN 2314-0275 
Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner



Ana Romano

Griselda 

Un sombrero torcido 
se menea 
Rojizos tacones acompañan 
pasos cadenciosos 
y en los muslos pájaros 

Flirtear con la cornisa 
unos ojos incendiados 
La comparsa enmudece 
cuando tararean 
labios de confite 

Griselda 
arrastra muñecas. 


Gilda 

Entre tijeretazos 
girasoles 

Mixtura de colores 
aprisiona la envoltura 

Gilda 
bambolea 
las trenzas. 


Josefina 

Resplandecen 
burbujas en la escarcha 

Los rosales 
auguran fulgores 

Mientras las luciérnagas 
se disgregan 
Josefina 
pica cebollas. 


Aparición 

Nubla el susurro 
cuando condena 
desgasta la firmeza 
si explora 
En el edredón 
el escarnio de los pensamientos 
fenece en la mirada 

Ante el absurdo que picotea 
el agrupamiento de los gusanos 
ennoblece. 


Fracturado

La indiferencia de las piedras 
descose palabras 

Pájaros de vidrio 
en un mundo fracturado 

Una niña de cristal 
en su abrazo imaginario 

Y entre las aguas
la luna 
¿se muestra
se oculta? 


Poemas inéditos

Ana Romano 
Poeta nacida en Córdoba. Reside en Capital Federal, Argentina

Créeme, en tu corazón brilla la estrella de tu destino. 
Friedrich Schiller

Isabel Nieto Grando

Creciente 

El río apacible se volvió salvaje 
y desvió su cauce, crispando sus aguas. 
Y flota en la noche, la luz apagada 
barrancos profundos silenciando lágrimas. 
Densos nubarrones, la fuerte tormenta 
lloran los cielos, sin tregua ni pausa. 
Los muros se agrietan, ahondando heridas. 
Se inundan los campos, la gente se marcha. 
Las calles son ríos los diques son mares 
arrasó los puentes, creciente alocada. 
Y vieron de pronto vacías las manos 
se abrazaron fuerte sin medir palabras. 
El hombre indefenso, hundido en el lodo 
la naturaleza su ira descarga. 
Solo la plegaria sube hacia lo alto 
enciende la vida, desmiga esperanza. 
Que el viento andariego empuje las nubes 
apague la lluvia y limpie los cielos. 
El sol amanezca sobre los tapiales 
la creciente sea, solo un mal recuerdo. 


Camino en soledad 

Una luz fugaz 
deja en tinieblas 
tu corazón y el mío. 

Me aferro aterida a tu costado 
buscando tus latidos. 
Una luz azul 
roza mi frente, 
deja temblando 
mi corazón vencido. 
Aromas de tu piel 
guardan mis manos 
Camino en soledad 
                    y tengo frío. 


Inocencia 

Resbala de mis manos y lloviznan mis ojos 
desdibuja tu imagen la niñez que se aleja. 
Apresuras los pasos, los rumores del río
y yo viajo contigo y me siento pequeña. 

Brazos tibios abiertos, deteniendo los vientos 
con ternura te acuna, mi palabra desierta. 
No quisiera que roce a tu vida el silencio 
la mirada azarosa dando vuelo a los sueños. 

Tu sutil fantasía asoma en el espejo 
y la luz es un halo que tu alma adivina. 
Infancia que se fuga por un erial sediento. 
Te sigo, te acompaño con mi sombra escondida. 

El ángel que camina, protegiendo tus pasos. 
Perdona mi locura, mis miedos, mi impotencia. 
No te apures mi niña, que la vida te espera, 
por buscar nuevos soles, se te va la inocencia. 


Poemas tomados del blog del Grupo Tardes de la Biblioteca Sarmiento 

Isabel Nieto Grando 
Nació en Suco, Río Cuarto. Reside en Villa Dolores, Córdoba, Argentina

Cuando empecé a contar mis bendiciones, toda mi vida se dio vuelta. 
Willie Nelson

Cecilia Glanzmann

La palabra

                El Divino Alfarero no se repite nunca 
                                    Leopoldo Marechal

Desde el no sonido 
un encuentro sagrado 
un silencio inaugural 
en la p de palabra 
¿fue antes del Verbo? 
¿estaba en el silencio primigenio? 

La mudez de la p dibuja 
giros 
espirales de tiempos 
y una historia aparece. 
El Divino Alfarero y el hombre 
respiraron la vida en la palabra 
parieron los reinos multiplicándose 
las estrellas iluminaron las gargantas 
las mentes programaron complejidades 
los corazones se vistieron 
en sístoles y diástoles 
de tierra fértil de aguas dulces y saladas 
los electrones fueron materia 
sin olvidar la fuente. 
Magnificencia
en el cosmos pequeñito del humano. 

Como un juego de naipes 
se nos abren los días y las noches 
desde el sagrado uso de la palabra. 

*Primer Premio Certamen Nacional “Gonzalo Delfino”. Gaiman, Chubut, junio 2016 


Desnudez 

Entre la nieve que cubre todo 
se espigan 
como ahogados pidiendo auxilio 
los árboles y las matas, 
se alarga el crudo invierno 
y ellos parecen espantapájaros oscuros 
entre islotes blancos. 

Se yerguen, ateridos, 
son sombras espejándose en los pedregales. 
En mis ojos 
son una filmación de la humanidad. 
Y uno se adentra en tantos pueblos 
que se yerguen 
como los árboles y las matas. 

Duele el poema 
para decir del silencio de olvido 
sin pesadumbre de nada. 

Y la nieve cubre. 
Quizás la primavera descongele 
el corazón de los hombres. 


Desamparo 

El frío me desapacigua las manos 
la carne 
el embrión del ser. 

Huelo el lamido del viento 
sobre las espaldas del mar sobrecogido 
sobre las espaldas ateridas de la gente 
no hay para ella gas ni luz 
los leños escasos están muy húmedos 
las chapas se descobijan 
              para encender el fuego
              en la ciudad que avanza… 

El desamparo del hombre 
me desapacigua las palabras 
y una ironía acre
dibuja insistente 
la compasión deshabitada 
en este siglo veintiuno. 

La compasión respira 
sin embargo 
en el abedul pródigo 
y calienta las manos de la gente. 


Todos los textos pertenecen a Obra poética 1987-2017, Editorial Vinciguerra.
Últimos dos poemas, también en el libro de la autora: Desde el brocal del alma, 2011 

Cecilia Glanzmann 
Nació en Bell Ville, Córdoba. Reside en Trelew, Chubut, Argentina 

Es suficiente estar agradecido por el siguiente respiro. 
David Steindl-Rast

Eduardo Coiro

Llegar 

La voz de mi padre sigue viajando. Partió con él un Giugno 30 del puerto de Nápoles. Atrás hay un viaje en tren al que llamaba “la letorina”. 
No lo dijo nunca. No pudo decirlo. Pero en su voz viaja un eco de aquellas lágrimas que derrama su familia que lo despide en el puerto antes del horizonte mar. 
Mi padre lleva la promesa de vivir en Argentina. 
El pasaporte con aquella expresión en la foto tan parecida a Paul Newman dice que llegó el Luglio 21 de 1952. 
Sin embargo siento que sigue viajando. 
Que ese barco, el Sebastiano Caboto todavía no hizo su escala en Río de Janeiro. 
Hay días. Momentos en que necesito que llegue, aún tantas décadas después… 
“La voz del padre llega muchos años después” - Oigo decir al amigo analista cuando le digo de mi espera. 
A veces uno no sabe oír bien ni recordar. 
Será por eso que el otro día la voz de mi padre llegó.
Su voz. Su voz con un golpe duro de aire para que no me haga el distraído. 
En su voz venían los ojos celestes en los que todavía reflejaba al mar inabarcable de la travesía. 
Al fin llegaban las palabras de mi padre que no era de ironías ni de evadir una verdad.
Pude oír bien clarito: “Hijo, debes ser tu propio padre”


Cuento tomado de Inventiva Social, publicación digital editada y dirigida por el autor 

Eduardo Coiro 
Temperley, Buenos Aires, Argentina 

 

Nuestra memoria es un mundo más perfecto que el universo: le devuelve la vida a los que ya no la tienen. 
Guy De Maupassant

Jorge Curinao

Plegaria 

Mirar el cielo 
con mis ochos años 
y pedir 
que mi padre regrese 
fue el primer poema
que escribí. 


Calle Sarmiento 

Hay puentes de silencio 
por donde pasan tus besos, 
extraviados del mundo, 
y en el mundo 
florece un manzano 
que sólo tu boca
conoce. 


Carnaval 

En aquel verano 
ella mirándose en el río 
y oliendo a galletitas Lincoln. 


Restos de ciudad 

Escribo 
a pesar de tanta muerte. 

Un viento cruzado 
perfuma el día. 


Poemas pertenecientes al libro Restos de ciudad, seleccionado para ser publicado por el Fondo Editorial de Santa Cruz. Textos tomados del blog del autor. 

Jorge Curinao 
Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina 

La honradez reconocida es el más seguro de los juramentos. 
Benjamin Franklin

Stella Maris Dodd

Una calle 

Quise encontrar a alguien 
para aligerar mi carga. 
La calle me rodeó de gólgotas. 
Vi al ciego que mendiga 
en el portal de la iglesia. 
Al diariero entibiando sus pies 
con noticias urdidas. 
Al que husmea en los tachos de basura. 
A esa mujer triste de la plaza 
observando a los niños ajenos… 
Iba como todos los días, 
con mi cruz a cuestas. 
Al pasar frente a un espejo, 
mi imagen ya no reflejaba
ni la cruz, ni el calvario. 


Fugacidad 

Tus versos 
vuelven a mis oídos 
como una guitarra
templada en el viento. 
Un rumor 
transmutado en palabras 
echó a volar las penas 
extraviándolas en el aire. 
Al invadir mis sentidos 
fue una telaraña 
que atrapó mi alma.
Esa voz grave, 
incendiándolo todo 
controla mi vigilia. 

La ausencia de tus palabras 
ha dejado vacía la casa. 


Pecado 

Quise ser roble
de manos extendidas, 
desafiar al viento en el desierto. 
Me derribó su fuerza. 

Intenté ser oasis 
en medio de la tierra, 
saciar la sed de tantos peregrinos. 
El sol agrietó mi sangre. 

Anduve por ríos y por mares 
en busca de la playa redentora, 
donde Alguien me perdone 
este pecado de soberbia.

Llegué demasiado tarde, 
el Sudario ya no estaba. 


Stella Maris Dodd
Gaiman, Chubut, Argentina

El deseo de alcanzar las estrellas es ambicioso. El deseo de alcanzar corazones es sabio. 
Maya Angelou

Graciela Bucci

Decretar el olvido 

“… que el olvido consuma todos los recuerdos, hasta las cenizas.” 
Julia Garzón Funes 

no se puede 
simplemente no se puede 
dar vuelta la hoja 

pretender que no fue 
que no hubo 
que la historia no existió 
que ni señal que ni latido 
simplemente 
que no 

no se puede decretar el olvido 
hacer un pacto de universos disgregados 
ignorar la piel el pulso la boca 
el recorrido las frases los silencios 
y dejar el nudo disuelto 
entre las manos 

es difícil digitar la desmemoria 
jugar al ejercicio mentiroso 
cuando se vio arder y consumir el fuego 
no sirven las cenizas 
hace falta 
entonces 
aceptar un proyecto blando de muerte personal 
poner cal viva en la memoria 
gritar los nombres y cerrar el pozo 

definitivamente

para que no se escapen 
para que no pretendan 
reescribirse 

en la hoja. 


Génesis 

con un resabio de indulgencia comenzó el deseo 
alguna distracción 
una sonrisa surgida de los miedos 
de los poros 
de las celdas 

como una gota cálida fluyó el deseo
se escurrió por la grieta 
en el claustro vedado 

ignoró el precinto   el atavismo    la censura 
rompió diques y rompió sentencias 
arrastró los pudores por el camino incierto 

y fue gota voraz 
el deseo impetuoso de la génesis 

fue salvación y grito 
y fue vertiente. 


Ese paralelismo de la vida 

“… y nos iremos, después de tanta hoguera…”
Laura Massolo

hay tantas cosas tuyas que extravío 

la primera mirada en las mañanas 
las frases compartidas en las noches insomnes 
la lectura de un libro tomados de la mano
la simple saciedad de un día entero 

a cambio 
nos es dada 
esta forma de vida
la furia de la carne que sabe de relojes
el desorden de los ratos furtivos 
las garras que van creciendo tan de a poco 

hasta empujarnos a la garganta misma
de una calle cualquiera que nos traga 

en escasos minutos 
y a pesar de todo 
estamos listos para seguir viviendo. 


Del poemario de la autora: Las fronteras posibles 

Graciela Bucci 
Buenos Aires, Argentina

Las fronteras no son el este o el oeste, el norte o el sur, sino allí donde el hombre se enfrenta a un hecho.
Henry David Thoreau

César Cantoni

El mayor problema del hombre 

El mayor problema del hombre
no es el analfabetismo sino la cultura:
las hormigas son analfabetas, pero tienen sabiduría; 
el hombre suma conocimientos, 
pero aún no ha logrado entender nada. 


Los caminos de la vida 

Buda transitó el Noble Camino, 
Lao-Tsé eligió seguir el Sendero, 
Cristo tomó la ruta del Calvario, 
yo, menos proclive a dogmas y vía crucis, 
ando y desando una calle periférica 
cuya única verdad son los grafitis. 


1976 

Ese año enterramos las armas 
y las municiones: 
el viejo revólver de papá, 
y las dos escopetas de papá, 
y la escopeta rota del abuelo, 
y mi rifle de caza, 
y las balas de plomo 
y los cartuchos. 
Todo lo enterramos 
prolijamente en un baldío 
para que la dictadura de turno 
no se sintiera amenazada. 


La chica de enfrente 

Es de noche y hace un calor insoportable. 
Asomado a la puerta de mi casa,
escucho la Sonata para piano nº 1 en do mayor, 
de Wolfgang Amadeus Mozart, 
mientras la chica de enfrente 
sale casi desnuda a la vereda 
y pierdo el sentido de la música. 


American way of life 

De chico, me encantaban
las series americanas, 
que miraba en mi dormitorio 
mientras tomaba la merienda. 
¡Cómo anhelaba, entonces, 
la hora de ser grande 
para matar a mucha gente 
y convertirme en héroe! 


Poemas tomados de: https://www.tuertorey.com.ar/ 

César Cantoni 
La Plata, Buenos Aires, Argentina 

Vivir en contradicción con la razón propia es el estado moral más intolerable. 
León Tolstói

Dora Zulema Lorusso

Desolación 

El paisaje urbano en ciertas noches suele ser intensamente revelador. Calles casi desiertas con algún que otro paseante, sumido en íntimas cavilaciones ajeno a la realidad. Fantasmas silentes de una ciudad indiferente y cruel. La lluvia intensa por momentos, se desliza tenazmente en esta inhóspita geografía. Los charcos de agua en el asfalto y en las desgastadas aceras reflejan persistentes las luminarias del alumbrado público. Un aire cálido y pegajoso se adhiere a las personas y cosas envolviéndolas en una atmósfera pertinazmente molesta. 
Es allí donde repentinamente surge la sorpresiva figura de un hombre en dirección hacia caminos inciertos: ¿el calcinante infierno? ¿el beatífico cielo? o ¿una terrenal estadía no deseada? La realidad parece negar toda respuesta. El hombre permanece desnudo bajo la lluvia agitando sus brazos en un brote de enajenación, gritando: - Soy Dios… Soy Dios… Por segundos, como tomando pudorosa conciencia de su estado, se encorva, con sus manos cubre sus genitales y dando saltos balbucea algo ininteligible. 
Llegan unos policías, tratan de sujetarlo y cubrirlo con una manta. El hombre ofrece resistencia profiriendo guturales sonidos que se parecen a los de una fiera herida. La fuerza se impone. Es trasladado a un hospital. Allí permanece atado a una cama, recibiendo, gota a gota, algún piadoso calmante. Pero, aun así perdido en sus desvaríos físicos y psicológicos, con un resto de rebeldía humana, escapa del hospital. Es entonces, cuando como perseguido por una obsesión vuelve a aquella esquina, la misma en la que fuera encontrado. Esa esquina en la cual, en una ráfaga de lucidez, su mente se ilumina con alguna feliz escena familiar. 
Allí permanece - aguardando - como un ángel exilado del paraíso, reavivando ahora aquel ininteligible balbuceo que se escucha como desolado llamado: - Papá… Mamá…


Dora Zulema Lorusso
Lanús, Buenos Aires, Argentina

Sólo los sabios más excelentes y los necios más acabados, son incomprensibles. 
Confucio

Marta Zabaleta

In memoriam
Descansa en paz, querida amiga
A.P.


Poema direccional sin pájaros ni ramas 

Dedicado con mucho amor a mi joven amigo 
Emiliano de Boer 

Vine a esta cabina para enviarte 
como el avión, muy rápidos 
estos poemas de un amor turbulento 
y de un tiempo que ha pasado 
casi al lado mío, presencia 
con tu ausencia regada 
y el apetito de verdad 
no pude ver saciado. 

Fragmentarios, incipientes,
somnolientos, como todo lo mío, 
utópicos y sin embargo, suyos. 
Pero se quedaron 
colgando de una hamaca 
en el balcón de una esperanza 
y hoy están lejos, 
buscando en otras playas 
piedras de otro destino 
desarropados. 

Es que aquí hay una lluvia que no nieva 
que transpira un agua 
que no suda que trastorna 
que te grita se infiltra y amordaza: 
una mitad de la población que se lamenta 
con lamentos de esperanza indigestada 
y sufre pesadillas de máquinas pagadas 
modelos nuevos de autos sin esquinas 
mujeres larguiruchas de arrugas casi borradas 
pero siempre, aparecidas en Gente, claro. 

Ojalá fueran gente, y ya no usaran más pieles 
hasta en los días de estío 
ojalá se cansaran de contar los dólares 
de hablar hasta el hartazgo 
del perfecto maquillaje de sus caras 
de sus cutis ácidos, 
de cremas reventadas 
de sus hombres sin nombre, uniformados 
carcomidos, sin lágrimas, tristes 
sin asumirse ellas también, culpables. 

Mientras en la sombría ignorancia 
de la calle Santa Fe al tres mil, 
de un Palermo con miedo y sin futuro
deambulo sin rumbo 
como nave alertada 
al filo de la nada 
trasnochada. 

Una familia cartonera prepara 
para comer restos de otra 
separando basura de ensalada 
y en tanto los niños cenan de la muerte, 
sentados en la vereda 
frente a un balcón engalanado. 
Una paloma blanca 
que come de las manos de una niña 
me besa la mirada 
preguntándome por qué 
es que no hago nada. 

Buenos Aires, Barrio Norte, 30 de julio de 2003, 23.30 horas 


La espera en Chiapas

Dedicado a las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez 

Si yo fuera como ella 
una mujer nacida entre misterios, 
una mujer llamada mexicana, 
te abriría el fruto de mis manos 
con estos brazos soplando como vientos. 

Y en medio de la jungla, con tierra y fuego 
resonaría el poema más hermoso 
vuelto savia, suelo, cielo, plegaria 
salido de la boca de los pobres, 
reviviendo la alegría de tu nombre. 
Porque eres, con otra nueva muerte, 
nuestro estandarte. 
Testigo. Víctima. Hermana. 
No hubieran podido inventar para nosotras 
una mejor arma que ésta, tu carne mancillada. 

La montaña adonde viviste con tus muertos 
te abrió sus cerrojos y te contó sus cuentos, 
y deviniste “la voz que se arma para hacerse oír, 
el rostro que se escondió para mostrarse”. 
En mí eres hoy esa voz, ese rostro, esa quimera. 

Y ha nacido también tu estrella roja, 
para prenderse al vuelo de tus lágrimas, 
con cajita parlante y pulida para nombrarte: 
mujer-hija-hermana-madre-maestra-amante. 
“Así te dice la estrella que es montaña”. 

Así te canta mi verso, así te llama 
mi temor dulce, que se vuelve 
entre tus manos frías 
canto de amor de otro mañana. 

Londres, 28 de mayo 2015 


Marta Zabaleta 
Nació en Santa Fe, Argentina. Reside en Londres, Inglaterra

Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella. 
Montesquieu

Irene Bompas

153 

¿Por qué se le tuercen las patitas 
si ella camina recto? 
¿Cómo surcar la amistad 
de colmillos blancos? 
Luciérnagas volando junto al sueño 
acechan 
Sueñero y remanso del dolor escondido 
ajeno 
perdido 
Verdes pestañas chinas 
desmigajándose en el muro 

                                                    Qhispikay 15/09/21 


154

El Cerro Champaquí helado 
el viento lo abriga en su vuelo 
más acá, Qhispikay en el silencio 
Amanece y no hay nadie 
Sola 
Amanezco sola 
Adivino el artilugio de la razón 
y la magia de los malabares en el filo 
Desde allí como rocas limpias 
translúcidas 
llega el corazón helado. 

                                                   Qhispikay 15/9/21 


158 

Fogata a la luna 
inmensamente inexplicable 
Inexpugnable 
Elijo el fuego agotado de tanta lágrima 
de tanto dolor enmarañado en todas 
Ronda de sonidos casi salvajes 
Llamaradas, 
argamasa 
Incendio testigo del fin 
que asoma, que se escapa 
Y el candor inefable de pureza
hermanadas 
ronda bailando entre brujas 
Y el futuro: inexorable. 
                                                     20/10/21 


137 

Fuego inerte el que muere 
desobedece y sigue palpitando 
desprecia el hueco del infortunio 
desatino 
y sigue flameando en la inefable oscuridad 
testigo fiel de lo que somos, 
rasgos filosos 
como el Champaquí nevado 
que araña la claridad de la mañana 
áspero 
helado 
ruinas desde ayer en su lamento sordo 
tajos invisibles en el Paraje de los gauchos 


204 

De a poco 
como colgajos de un rostro 
pálido 
avanza la melancolía 
y se adueña de lo que quisimos 
se adentra en el eclipse
de los sueños 
y con los laberintos del infierno 
crecen pétalos mustios de hielo 

                                                19/02/22 


Irene Bompas 
Buenos Aires, Argentina

No importa adónde te lleve la vida, el lugar en el que te encuentras en cualquier momento es tierra sagrada. 
Susan Vreeland

Victoria Asís

Entonces 

¿Quién me dirá dónde murió la rosa? 
En la tempestad de Junio 
perdió su aroma, su brillo, dejándome a ciegas. 

¿Quién querrá platicarme de ese aciago día? 
Se apartan de mí las imágenes y sus voces 
y me quedo sola con mis plegarias. . . 

Guardaré tu legado, que no es oro ni preciosa piedra 
guardaré tu sonrisa, la ternura de tus manos 
y la infinita paciencia de entenderme. . . 

                                                       28/10/15 


Meditaciones 

Otra vez aquí, 
frente a frente dueña 
de mis tristezas compañera en el dolor 
y la soledad. 
Una vez más me dictas el balance final 
los pros y los contras.

¡Cuánto en nuestro haber! 

Citas, esperas desmedidas 
y el mismo final. 
Abrazos programados desdibujados 
por la urgencia. 

Y vos aquí, 
dueña de todas las certezas 
amiga / amante, me intimidas 
me conduces, me platicas y me intrigas. . . 

Ninguna conoce el final 
de este encuentro y despedida. 
Pero está la rosa, iluminándonos. 


                         * * * 


Es mi alma muda, en este otoño gris 
la que suma olvidos y distancias. 
Y está el nombre 
ése que surge desde allá y florece 
aún en esta niebla que asfixia y desmadeja. 

II 

Tu olvido es sólo un sueño 
se recuesta en la tarde. 
Regresan tu sonrisa tu perfume 
como la lluvia mojan mi piel y mi tristeza. 

III 

Luz de miel hay en tu mirada. 
Cuando un mar infinito 
de saudades, me recuerdan tu boca 
manzana prometida. 

                                                     Otoño 2023 


Poemas tomados de la página de la autora 

Victoria Asís 
Nació en Entre Ríos. Reside en Magdalena, Buenos Aires, Argentina

Somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos. 
Jorge Luis Borges

Amparo Pérez García

El amanecer en mi mirada 

Me veo envuelta en un millón de preguntas que nunca tendrán respuesta. Y por qué buscaré tanto? Algo que me llene de verdad… Pues aquí estoy verano, antes del amanecer y saludando a un nuevo día para envolverme otra vez en esas preguntas anecdóticas que me llevan a convivir con inquietud. En fin… cómo daría yo por sentir todo normalizado y no ser un buem más de la sociedad. Mis ojos reflejando ese amanecer, ven entrar el sol con el sentido divino de la conformidad. He ahí un claro ejemplo de superación y también de sufrimiento interno, mi mirada se desvanece en soplo de creencia espiritual y con ello conllevo mis decadentes días sin iluminación. Día tras día y fecha tras fecha en la que jamás le veo ni punto de entrada ni de salida. 


El viaje a Huélamo 

La belleza de lo existente es el corazón de un niño cuando sonríe y en su rostro se desgasta el hilo del querer y el amar con su inocencia. La belleza es cariño sin dudar y comprobar que cada día nos invade más el silencio de la tranquilidad en nuestros corazones, es algo insólito, algo que ni describiéndolo con palabras se puede asociar a la realidad. Un querer tan libre, tan especial y espiritual que nace de un amor hacia ti mismo. Sé conciencia, consciente de tu conciencia y te demostrarás a ti mismo cómo vas viendo el tiempo pasar sin motivación que enfoque tu vida en la naturaleza de lo común. Grita…grita fuerte y sé libre aun con esos achaques que te hacen sentir a veces atrapado en ti. Volarás alto como un águila en un precipicio, que quiere sentirse liberada por sus estruendosos viajes en el aire estando en un mundo autónomo y valorado por los demás. 


Amparo Pérez García 
Burjassot, Valencia, España

La vida es maravillosa si no se le tiene miedo. 
Charles Chaplin