lunes, 20 de febrero de 2023

Editorial


con voz propia Nº 123 

Revista literaria 

Febrero 2023 


Propietaria – Editora – Directora: Analía Pascaner 
Publicación creada en noviembre de 2006 
Distribución y publicación gratuitas 
ISSN 2314-0275 



¿Qué mundos tengo dentro del alma que hace tiempo vengo pidiendo medios para volar? 
Alfonsina Storni 




Luces lejanas 

Haciendo el camino de noche 
las luces distantes me dieron fuerza 

por sí mismas 
por sí mismas 

ayer, hoy y mañana también. 


Reminiscencia 

Durante decenas de años 
esperé un copo de nieve 
mi cuerpo que ardía como una brasa 
se apagó. 

El canto de la cigarra 
cesó. 


Ko Un 
Corea del Sur, 1933 
De 108 poemas Zen. Editorial Casariego 2005 Versiones de Joung Kwon Tae - Revisadas por Isabel R. Cachera 




Cada nueva madrugada es una oportunidad de coger las maletas o simplemente dejar atrás la vida que nos hace daño y recomenzar de nuevo lejos, en otra ciudad, otro país o tal vez en otra esquina. Y podemos recomenzar tantas veces como queramos, hasta encontrar nuestra madriguera, nuestra tribu.
Eva García Sáenz de Urturi 



Revista literaria con voz propia ISSN 2314-0275 
Propietaria: Analía Pascaner 
San Fernando del Valle de Catamarca 
Catamarca – Argentina 

Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 



Donde no puedas amar, pasa de largo. 
Friedrich Nietzsche


Autores publicados


¿Qué me depararía el día, con qué pensamiento me dormiría aquella noche? 
Eva García Sáenz de Urturi 


con voz propia Nº 123 – Revista literaria
Febrero 2023 

Autores publicados en esta edición


Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia:
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 


Revista literaria con voz propia 
Publicación y distribución gratuitas
ISSN 2314-0275 
Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner



Áurea López Quiles


Aguas transparentes. 
Caracolas, estrellas, 
entre nuestros pies, 
los peces se arremolinan. 
Los árboles derramándose sobre nosotros en las orillas. 
Unos niños cogiendo uvas para venderlas. 
Las meten en cubos de plástico sucios y rotos 
                                                                  como ellos, 
Se bañan vestidos a nuestro alrededor y nos hablan en inglés. 
Creen que somos americanos ricos, 
pero solo somos voluntarios 
trabajando para una ONG 
en sus ratos de ocio. 
“Tengo un niño de la calle atravesado”
me dijo un cooperante 
que dejó su hacienda en otro país y se marchó a Haití, 
para soñar con ollas gigantes de comidas, 
cocidas en la lumbre sobre la abandonada tierra, 
para alimentar a los hambrientos. 
Voluntarios para buscar una humanidad, 
una vida sin prisa 
donde primordiales son las personas. 
Pero no en el primer mundo
donde otras cosas son primeras. 


       * * * 

Todos los días las noticias hablaban de las protestas 
en Puerto Príncipe. 
Las muertes, los disparos. 
Un día no nos llegaba el arroz de la comida. 
No quieren ser pobres. 
Merecen dignidad. 
Quieren comer, tener un techo. 
Pagar la educación de sus hijos 
con su esfuerzo. 
No pueden. 
Solo unas cuantas familias ricas 
lo quieren todo y lo tienen.


       * * * 

Flores de Kiskeya. 
La ONG de las mujeres haitianas. 
Allí tienen su refugio ellas. 
En su particular oasis en la nada. 
Con veintitrés años y tres niños. 
O veintiséis y cinco hijos. 
Porque las violaron. 
Las vendieron. 
Las dejaron solas para ir a trabajar. 
Las dejaron solas para seguir muriendo. 

Vimos como un joven amenazaba a una niña 
con un cuchillo en el cuello delante de nosotros. 
Con espectadores que jaleaban. 

En Flores de Kiskeya 
nadie les pone una navaja en la garganta. 
Pero aprenden el cuidado de sus hijos. 
A coser, a bailar, boxeo para defenderse. 
A pintar como niñas que no han podido ser. 
Sus hijas tendrán su plato de comida. 
Sus amigas, sus niños limpios. 

Flores de Kiskeya es lo mejor de sus vidas, 
van cantando y agradeciendo 
a todos los que no olvidan: 
Amena, Romi, Ti papá, Eli, Marta, Wilsino, Edhart, Carmen, Daniela, Papo, Álvaro, Chela, Laura, Garci, Víctor, a mí, 
a todos los que no olvidamos. 


Poemas pertenecientes al libro de la autora: Entre Dominica y Haití 
Áurea López Quiles 
Alicante, España

Tener no es poseer. Puede tenerse aquello que no se desea. Posesión es tener y disfrutar lo que se tiene.
José Saramago

Horacio Laitano

Los hermanos 

A medida que el silencio los separa 
los hermanos se saludan entre dientes. 
Tanto da que se miren a la cara 
como que alguien los señale con el dedo. 

Ellos son los que transitan de mañana 
despojados de los lazos familiares. 
Los que vuelven opacas las palabras 
reducidos al vaivén de alguna herencia. 

Apenas un recuerdo los reúne 
detenido en las sombras de sus cuerpos. 


Mediodía 

¿Ves acaso la curva 
que rodea tu silencio? 
¿Las líneas que se pierden 
otra vez en el espacio? 

Final de cada cosa es tu recuerdo 
mala sangre en la herida más violenta. 

¿Escuchas esta noche 
la caída del rectángulo? 
¿Esa vaga geometría de las calles 
que precede a la desdicha? 

¿Escuchas el sonido de la arena 
corriendo por tus manos? 
¿Los granos de maíz 
redondos como el ojo de tu herencia? 

Espera por lo menos que acontezca. 
También tu corazón es una esfera 
donde el aire a veces te ilumina. 


Un punto en el espacio 

Hay algo de esta rara ceremonia 
donde el hombre calienta su venganza. 
Un lugar sostenido como un punto 
sobre el vidrio resbaloso del espacio. 
Un arco de papel entre sus manos 
vencido sólo a veces por la lluvia. 

Silencioso es el paso de este hombre. 
Su manera vertical de asomarse a los extraños
cuando deja sus ojos a un costado. 

Sólo el viento hace sonar sus laberintos. 
Sus dientes marcados por el uso 
y su espíritu famélico y sediento. 

Su cuerpo es un bosque de arroyos escondidos, 
una mano solitaria que se asienta en las arenas 
aunque el agua finalmente se la lleve. 


Poemas tomados de Revista Margen Cero:
Horacio Laitano 
Pergamino, Buenos Aires, Argentina

El hombre vulgar espera lo bueno y lo malo del exterior, el hombre que piensa lo espera de sí mismo.
Antón Chéjov

Orlando Valdez

no serán 
las hojas creces 
de lo que ha pasado 
a tu lado 

procura pronto 
no caer 
donde otros creen 
haber hallado 
el único color 
de los dátiles 


       * * * 

este mal tiempo 
que como demonio 
lastima atroz 
a quien no quiere
dar nombres 
a la almohada 
ni del que vive 
en su hoja
diciendo 
de la nada 
esa otra mitad 
sin decir lo otro 
de un hombre 
que escribe 
y reescribe 
la mitad 
de una palabra 


       * * * 

no sé quién soy 
y de lo que no soy 
soy el que no juzga 
el que muestra laburante 
el rasgueo de las cosas 
de un mundo vanidoso 
que nadie quiere salvar 
destinados a justificar 
cediendo poco a poco
para sobrevivir mecánicamente 
lejos de las metáforas 
atentos al reloj del lenguaje único 
para preservar 
lo que no es de nadie, 
magnificándose 


       * * * 

no enciendas tus velas 
no deseo tu alma 
ni arrodillado te quiero 
no tengo agua 
ni la bendigo 
ni guardo siquiera 
soy un palo más de tu balsa 
y que sobre ella 
construirán templos 
justos y pecadores 


Del libro del autor: setenta veces siete más de tres veces. Laborde Libros Editor. Rosario, 2019 
Orlando Valdez 
Rosario, Santa Fe, Argentina 

Para la mayoría de nosotros la verdadera vida es la vida que no llevamos. 
Oscar Wilde

Daniel Alarcón Osorio

Pesadilla 

Viví en el error. Sus encantos, sus aparentes corduras y su amor, hijos de la ansiedad y del dominio. Lo que abatió mis deseos de forma paulatina con sus famosos y detectados enjambres sísmicos, llenos de mentiras, manipulaciones, montajes y chantajes. Al quitarle el velo de todo lo anterior y que descubrí, comprobé: amar es hermoso. Con ella fue una horrible pesadilla. 


Best seller 

Su éxito es estar sola. Incapaz de firmar autógrafos de felicidad. 


Nombre

Con sobresalto desde el ensueño y bostezos, recuerda que caminó, buscó y pudo de nuevo, ver a quienes amó y un rayo de luz se enfocó en su propia sonrisa, indicándole que amar es eso, un rayo, un milagro, efímero que, aparece uno, dos o tres a lo sumo en la vida. Como en un sueño. Calderón de la Barca tenía razón: la vida es sueño. Despertar, es lo mejor. 


Aviso 

Sigue viva, pero muerta en su corazón. 


Profesor universitario 

Su mamá le insistió tanto que lo hizo: estudió. Se graduó de primaria, básicos y, además, del diversificado. Eso le permitió trabajar como burócrata, aprendiendo la conducta de éstos, convirtiéndose en terrorista y farsante en el cumplimiento del horario pero sin producir nada. Envalentonado, quiso ingresar a estudiar literatura en la Universidad. También lo logró. Entonces, se dijo “quiero ser profesor universitario”. Ahora, como segunda etapa de su plan terrorista y farsante, enseña con autoridad fascista que Aristóteles fue maestro de Platón. Sócrates vuelve a tomarse la cicuta. 


Silencio 

Mi recuerdo es un puñal de silencio clavado en su ser. 


Textos tomados de la página web del autor, en Relato 
Daniel Alarcón Osorio 
Guatemala 

Somos todos tan limitados, que creemos siempre tener razón. 
Johann Wolfgang von Goethe

María Cristina Berçaitz

Los duendes 

Esperaba que la acunaran los sueños y la cubrieran de estrellas; pero llovieron tristezas. 


A plena luz 

El hombre, lobo del hombre, lo devoró sin que lo notara.


Breve historia 

Esa noche, bajo la espuma, la luna besó sus labios. 


Su voz 

Habló y fue su voz reflejo de hondo desconsuelo. Ella se estremeció… y calló. 


María Cristina Berçaitz 
Buenos Aires, Argentina – Valencia, España

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del Cielo tiene su hora. 
Eclesiastés 3:1

Gerardo Molina

Mensajes por la paz 

La guerra: he ahí la mayor de las injusticias. 
La paz: supremo bien al que debemos comprometer nuestros esfuerzos. 

II 
Nunca tan vigente como hoy la frase de Mahatma Gandhi: “No hay caminos para la paz. La paz es el camino.” 
¿Es que quiénes deciden la guerra están ciegos o prefieren seguir andando en la oscuridad entre malezas? 

III 
Paz Amaos los unos a los otros. Jesús 

No ganaremos nada 
Con borrar las palabras: 
Odio, guerra, masacre, 
Sujeción, injusticia. 
No ganaremos nada 
Con borrar las palabras. 

No bastará destruir 
La maquinaria bélica, 
Del puñal al sutil 
Armamento nuclear. 
No bastará destruir 
La maquinaria bélica. 

Mas cuando al semejante 
Sintamos como hermano, 
Todos y cada uno 
-definitivamente- 
Sólo entonces será 
La paz entre los hombres. 

IV 
De las muchas contradicciones del mundo actual, no son menores las que se dan entre las metas inimaginables que han alcanzado la ciencia y la tecnología y la casi invariable marginalidad de millones de seres desvalidos. Bien haya, claro está, aquellos logros, pero, ¿qué han hecho las grandes potencias para abatir las guerras, la injusticia, la desigualdad, el hambre, la pobreza? 
Frente al poder -las más de las veces en manos irracionales-, las guerras, la ambición, la riqueza desmedida, la corrupción, la droga, los ataques al medio que sigue contaminándose irremediablemente, levantemos nuestra voz, por humilde que sea, y no descuidemos cultivar los valores que hacen a la esencialidad del hombre. Para que la esperanza de la paz aún sea posible tal un rayo de sol en la borrasca. 


Cuando vuelvan los abrazos 

Cuando, anhelado albor, torne el abrazo 
Sobre un tiempo de luto y agonía 
Vuelto esperanza cierta cada día, 
Vuelto cuna de amor cada regazo. 

Habrá menos orgullo. Nuestro paso 
Por caminos de ínclita poesía, 
Hacia la luz del bien y la armonía 
Cuando, anhelado albor, torne el abrazo. 

Y en lucha contra el mal, la vida es buena. 
El alma abierta al canto de la brisa 
Y el corazón fraterno. Pero, acaso, 

Cuando, anhelado albor, torne el abrazo, 
Habrá otra nota gris en cada pena 
Y una trémula flor en la sonrisa. 

                                                               5,6-V-2021 

Gerardo Molina 
Canelones, Uruguay

No hay paz en el futuro que no se esconda en este pequeño instante presente. 
Fra Giovanni Giocondo

Gloria Mazza

Atención. Aprendizaje 

                   “No vemos aquello que no atendemos”. 
                                   Dr. Kevin ORegan

¿Tienes tu llave? 
                         ¿Y el foco? 
¿Te ha llegado algún estímulo? 

Esos, 
       con su intensidad embelesada 
muestran, 
         experiencia, 
           a cada célula de la entidad. 
Cerebro feliz, 
              al retener/ 
      la glorificada indagación. 
Sistemas sensoriales 
             avisados, 
     ¡atención! 
         voluntaria, 
             y espontánea. 

Crea medidas, 
          selectivas, 
                automáticas, 
                         divididas. 
Incesantes. 
Al llenarte de información rica, 
        que te concebirá, humano,/ 
con decencia,/ 
        para continuar su evolución, 
                 INTERIOR… 


Miedo. Error 

No tengas miedo,/ 
                          por favor/ 
que equivocarse con alguien, 
                          con algo,/ 
no implique tu muerte álmica. 

No tengas miedo, 
                          por favor 
que todos cometemos errores,/ 
         el mundo también se equivoca. 

La perfección es una construcción. 
Recuerda siempre, 
que tenemos creencias instaladas, 
y eres tú, quien con tus fugaces inteligencias 
            sabe, 
                  cuál es el camino. 
Sé único. 
Sé única. 


Bondad. Pureza 

Tu alma magnánima,
         tiene en su memoria, 
              los principios que hacen al mundo. 
Lo que debe ser. 

La belleza del autocontrol, 
ideado, desde tu pequeñez 
                                celular, 
                                en tus neuronas. 
Sabes, 
   que tu futuro será, para mejorar la tierra. 

Todos, 
     podemos hacer un mejor planeta. 

Todas, 
    podemos amar, sin diferencia 
                   y… 

todos, 
podemos unirnos, 
porque al final y al cabo hemos nacido para acompañarnos. 

(Poema para trabajar unión de grupo y mejorar convivencia) 


Textos del libro de la autora: Educar en la Paz
Gloria Mazza 
Nació en Fraile, Jujuy. Reside en Marcos Juárez, Córdoba, Argentina

El hombre superior piensa siempre en la virtud; el hombre vulgar piensa en la comodidad. 
Confucio

César Bisso

Origen de un manjar 

Una mujer mulata enlecha en vasija 
el brebaje para aliviar los cuerpos. 
La tosca cuchara se demora 
y un extraño líquido oscuro 
empavona las paredes de adobe. 
La cocinera revisa con mirada errática 
aquel extraño laberinto de almíbar. 
Implora: ¿vale otra muerte este infortunio? 
Don Juan Lavalle, de corazón y fe derrotado, 
escudriña la causa del azaroso destino. 
Y ese dulzor es el primer y último dulzor 
para su muerte. 


La vuelta 

Soy el país oscuro, remoto. 
Estuve aferrado al silencio, 
la vigilia tortuosa y plural. 

Para ver, cerraba los ojos. 

Lo relativo era minúsculo. 
La certeza, trivial. 
Lo cotidiano, un viaje infinito.

Cuando vi luz hallé tu nombre. 


Mi Otro 

Nada concluye, menos la locura. 
Guardas la lluvia en tus manos. Encadenado, 
alzas el pan y lo trozas en partículas de odio. 
Multiplicas la sinrazón, asumes la rutina del hospicio, 
la prisión de quien no quiere oír, 
mendigo del espanto, gota de niebla que cae 
por peldaños de olvido. Así transcurre la vida. 
Y detrás del muro, yo, anestesiado, ciego.
¿Puedes acaso regresar? ¿Puedo regresarte, 
hacerte feliz, comprender tu deseo de amar, 
explicar que alguna vez volverás a cruzar el muro 
y nadar en el río de la sensatez? 
No te das cuenta. Resulta imposible alcanzar la luz. 
Me cuesta decir que lo bestial también gobierna. 
Y que la libertad es solo un atributo de la muerte. 


Una tumba en Villa Giardino 

Al costado de la pequeña capilla 
una tumba distrae al forastero. 

Aquí yace Anselma, muerta en 1799. 

¿Esclava mulata, mestiza o criolla? 
¿Acaso tiene color la libertad? 

En la vida no abandonó a su amo. 
Para conocer el sol eligió la lluvia. 


Poemas del libro del autor: Andares. Ed. Ananga Ranga 
César Bisso 
Nació en Santa Fe. Reside en Buenos Aires, Argentina 

Los más insolentes en la prosperidad son en la adversidad los más temerosos.
François Fénelon

Dora Zulema Lorusso

Citas escogidas 

“Sé firme como una torre cuya cúspide no se doblega jamás al embate de los tiempos”. Esas fueron las palabras de mi abuela refiriendo una célebre cita de uno de sus autores predilectos, del cual tuvo el placer de leer en su lengua materna: “La Divina Comedia”. 
La consulté por algunas situaciones de mi ámbito laboral que me preocupaban por su implicancia ética. Situaciones que si bien se desarrollaban de acuerdo a los tiempos que devenían, yo sentía que no terminaba de acordar con ellas. 
La problemática era muy sutil, casi intangible pero, me perturbaba a tal punto que no podía dejar de pensar en la cuestión. Me invadía un letargo temporario propio de los dilemas no resueltos, de las dudas no disipadas. 
Como mi cansancio espiritual me seguía acosando, conversé con mi madre al respecto. Sus tiernas palabras, la captación exacta del conflicto planteado, su abordaje amplio de todas las aristas de la cuestión y la justa apreciación del alcance de las palabras de mi abuela, me tranquilizaron. Logré así una evaluación concreta y realista de mi disyuntiva. 
Es entonces cuando selló nuestro encuentro con un cálido abrazo, susurrándome al oído: 
--Hija, como decía Rilke: “Deja que la vida te acontezca, ella tiene razón en todos los casos”. 


Dora Zulema Lorusso 
Lanús, Buenos Aires, Argentina

Reflexionar serena, muy serenamente, es mejor que tomar decisiones desesperadas.
Franz Kafka

Alfredo Lemon

El talón de Aquiles 

Un derrumbe retumba en el revés de la verdad 

Saber da ocasión de dudar más 

Lo real está oculto detrás de muchísimas apariencias 

La casa del mundo ha sido sacudida 

aislarse nos defiende? 

las paredes son de cal y lavandina 

¿A qué te aferras cuando estás solo en un hotel vacío? 

subes al umbral más alto 
te arrodillas 
reclamas tu copa de vino para brindar con Zeus 

regresas 
no es poco todavía lo que tienes por decir 

un cometa lleva el alimento al reino 

renunciar es valentía 
renunciar es vencer 

la sombra cae detrás y se volvió tu esclava 

vivir es esperar la eternidad 
morir allí 


La comedia humana 

Los deseos casi nunca tienen suerte
Los sueños previenen pero traicionan 

Agua y estiércol dan frutos al árbol 

Hasta en el acto más puro del amor 
la bestia muestra su garra 

Los días del mundo son páginas rojas de umbría ficción 

La sabiduría no entra en habitaciones sucias 

Desde su altillo el ermitaño enseña 

¿No es una locura morir de miedo a la muerte? 

Sólo hay verdad en el poema cuando respira una mentira
el cristal de su tenaza 

El coraje se corta por lo sano 

Un cuervo levanta vuelo y se lleva el pan de los venenos 

La vida nos escribe en el libro de los límites y el olvido 

no recordamos 


Abejas 

Las palabras como un néctar ambarino 

y tú, artesano prolijo 
sacerdote de Eleusis 
libando pétalos 
puliendo fisuras 

intentando un poema por necedad/ necesidad 

mientras más tenaz 
                        más vibrante 

hasta obtener polen de la belleza, su enjambre 
el aguijón, su tristeza 

una aureola para tu danza nupcial 
tu primavera 
tu trabajo feliz. 


Poemas tomados de: 
Alfredo Lemon 
Córdoba, Argentina

Quien crea que su propia vida y la de sus semejantes está privada de significado no es sólo infeliz, sino que apenas es capaz de vivir. 
Albert Einstein

Anabel Vera Suárez

VIII 

Un suspiro se desboca sobre tu cuerpo, tu cuerpo amado 
Como un escuadrón de venas se advierte frente a mis ojos, 
Mis ojos desaforados, 
Que buscan hacerlo un abrazo. 


IX 

Había en el pueblo un bullicio en las mañanas de lunes con olores a pan y tortillas, café en las esquinas y luces de guaguas donde íbamos a buscar más colores para las tiendas. 
Había en el pueblo muchas farolas, pinturas en las salas, naranjas y chocolates baratos. 
Muchas carretas de Cañas, mulos cargados de café, figuritas de colores en los cumpleaños, galletas frías en las latas cansadas de esperar la tibia mano pequeñita. 
Había en el pueblo una escuela con muchos alumnos, solo dos maestros y papel. 
Había en el pueblo una conga, una carroza, la cigüeña prieta, un tren enorme, conductores hermosos vestidos de azul. 
Había en el pueblo un hombre que tocaba jazz y otro escritor y otro ingeniero y otro doctor. 
Había en el pueblo una muchacha y se perdió. 



Un pequeño abrazo podría 
Salvarnos de caer, no en otro día igual al que vivimos tantas veces. 
Un día de saltos y suspiros de miedo, un día de no saber dónde vamos a llegar. 


XI 

Por las noches mientras se van de fiesta las arrugas 
Vuela en la cama de un cuarto frío, la amante que dejó de perseguir los hombres. 
Se duerme dando zarpazos 
Y los ojos que pudieron verla 
Se perdieron la sensual locura de su cuerpo. 


XII 

Disfruta mientras llega el tiempo, no te olvides de los cambios, 
Ve tras ellos y vuelve a tu familia aunque la piedra 
Enorme que tu espalda lleva 
Haga de tus pies el paso duro. 


XIII 

La Ceiba del parque está florecida. Ahora la ven los limpia-flores, amontonan su olor en pilas que vuelven a deshacer los pasos ciegos. 
Tiene santos rotos en el tronco, ropa vieja, milagros y quejas. 
Tiene la sonrisa de alguien cada mañana que sabe de su aroma. 
Es un poco alta, tal vez por eso casi nadie distingue, cuando se despide de todas sus hojas, el ausente reclamo de la lluvia, el terco desvelo de mantenerse sola, regalar su sedosa y blanca lana 
Nadie sabe, es como si cuidara el pueblo para que la epidemia y el hambre no lo tocaran. 


Poemas inéditos, pertenecientes a un libro que se editará en breve 
Anabel Vera Suárez 
Cada dificultad puede convertirse en la puerta de un nuevo nacimiento. 
David Steindl-Rast

Salomé Moltó

La risa 

He visto tus ojos que me observaban, mi pequeña y hermosa niña. Me ha sorprendido tu inquieta mirada, sobre todo, porque seguía allí donde iba y mirando cuanto hacía. Estamos atentos a todo cuanto haces, mejor dicho, a todo cuanto miras. Ya tus ojos han cambiado, ya no miran desorientados ¿no? Ahora te fijas, nos sigues con la mirada, nos observas, y ¿qué aprendes hermosa doncella? ¿Te es extraño este mundo? Por supuesto, pero no te preocupes, mamá está cerca, allí observando la calle, acabas de tomar tu pequeño desayuno y has dejado sus senos vacíos, déjala que repose no va a tardar en volver, ya sabes que no puede estar mucho tiempo alejada de ti. Es valiente tu mamá, vuelve al trabajo dentro de unos días con esos hermosos ojos y esos cabellos poderosos y dirá a todos, tengo una princesa en casa que me espera, por la que voy a luchar. 
No me mires de ese modo, esos brazos que también te estrechan son los de papá, ya sé estás muy contenta con ellos, también las dos abuelas te adoran, tíos, tías, sí, sí, pequeña, todos te adoramos. 
¡Ah!, y ¿quién soy yo? Esa loca que va de aquí para allá y que no acaba de reír, reír con fuerza porque sabes pequeña, ¿cómo has cambiado la vida de todos los que están cercanos a ti? Y también los que estamos algo lejanos, también pensamos mucho en ti, y aquí estamos intentando hacerte feliz. Hago de payaso, muecas, risas y más risas, gesticulo, muevo la cabeza, abro los ojos, los cierro, toco el pito, me quito la peluca, soplo el tirachinas, vuelvo a gesticular, desde el marco de la ventana tu mamá me observa. “Mi tía se ha vuelto loca”, creo que piensa, pero tú miras, los ojos abiertos y de repente se produce el milagro, te pones a reír, con entusiasmo, con fuerza y es como un maná de dulzura y vigor que nos invade, la preciosa niña ríe, nos ha regalado una carcajada muy sonora, como diciendo: “Esta mujer está loca, pero es divertida”, lo intento, mi amor, lo intento, ya que tu llegada ha sido como un regalo lleno de amor y de muchas risas, todas esas que tu preciosa cara regala a cada momento. 


Relato perteneciente al libro de la autora: Cosas que quiero decir, 2018 
Salomé Moltó 
Alcoy, Alicante, España

La risa es el lenguaje del alma. 
Pablo Neruda

Ángela Reyes

Deciliras a Juan 
Pensando en ti 

TU muerte es cosa mía. 
No es de Dios ni del Ángel de la Guarda; 
no, de la tierra parda 
ni de la noche umbría. 
Si acuné entre mis manos tu agonía 
y te arropé cuando el temblor postrero, 
-querido gondolero-, 
que me dejen tu muerte 
no vayas con las lluvias a perderte, 
paloma, en el calvero. 

               * * * 

FUE guerrera paloma. 
Cuidará de Tus renos, del verano 
mecido por Tu mano, 
del agua en Tu redoma. 
Ayer partió hacia la eterna Loma 
y se lleva mi beso de testigo 
con el que afirmo y digo 
que fue un hombre bueno: 
labrador del poema y de Tu heno. 
Lo sé bien. Fue mi amigo. 

               * * * 

Sonetos para la vida 
Mar Atlántico 

HIERE el azul su espalda errante 
y nada le detiene. Vuela 
dardo, madrugadora vela, 
siempre naciendo hacia adelante. 

Su ojo refleja vigilante, 
naufragio tanto, tanta estela, 
tanta piel blanca y piel canela, 
que más que océano es amante. 

Al resplandor de las estrellas,
forman su corte tres doncellas: 
Siglos, Futuro y Espejismo. 

Y aunque es incierto tu futuro, 
en la aventura vive puro 
alto soñar con el abismo. 


Último poema del libro de la autora: Sonetos para la vida, con Juan Ruiz de Torres. Altazor, Madrid, 1988 
Poemas tomados de la página web de la autora 
Ángela Reyes 
Nació en Jimena de la Frontera, Cádiz. Vive en Madrid, España 

Haz de tu corazón una región de paz.
Jack Kornfield

M. C. Vásquez

Hoy canto al Amor 

Hoy canto al Amor 
Al Amor carcelero y al 
Amor libre... 

Al Amor placentero y al 
Amor con rigidez 
Pero siempre, siempre 
siempre al Amor 

Aplaudid, aplaudid al Amor 
Porque es invicto, su poder es infinito 
Porque Eros es un Señor 

Hoy canto al Amor 
Al Amor fiestero 
Y al Amor sobrio 
De noches de luna 
De besos sin cuna. 

Hoy canto al Amor 
Al Amor prohibido 
De versos bajo la luna 
Con noches perrunas 
De besos sin cura. 

Aplaudid, aplaudid al Amor 
Porque es invicto, su poder es infinito 
Porque Eros es un Señor 

Hoy canto al amor 
Al Amor de dos iguales, 
De dos parecidos 
De polos opuestos 
Tomados de la mano 
Estarán compuestos 

Aplaudid, aplaudid al Amor 
Porque es invicto, su poder es infinito 
Porque Eros es un Señor. 


La Lluvia 

Se escucha la lluvia 
Al compás de una hermosa melodía, 
Uno, dos, tres… 
Canta la tórtola, danza el jilguero, 
Las flores sonríen recibiendo 
Las gotas que caen del cielo… 

Suspiro profundo mi pensamiento 
Perdido en la caída y el ruido 
De la lluvia tardía 
Allí te recuerdo y recuerdo 
Que tanto gustabas de la lluvia 
De la lluvia y la ardilla. 

¿Qué será de ti, donde estarás? 
¿Con quién disfrutas de ver la lluvia su caída? 
Hace años que el destino 
Bifurcó nuestros caminos; 
Cada quien buscó su salida, 
Ahora te recuerdo la danza de la lluvia 
Me hace pensar en el ayer 
Cuando tú y yo éramos 
Cuando tú y yo fuimos y 
Ahora no… sólo fue. 


Primer poema pertenece al libro de la autora: Poesía disruptiva 
M. C. Vásquez 
Amatitlán, Guatemala

El amor encontrará su camino, incluso a través de lugares donde ni los lobos se atreverían a entrar. 
Lord Byron

Fénix Granda

La hoja roja y la tómbola de Getsemaní 

Mi tiempo se deshace bajo mis pies; casi todos los que han dejado huella en mí, van haciendo mutis por el foro. 
Me ha abandonado asimismo esa energía extra que cada tanto me invade y me permite hacer una evaluación coherente de este posible Getsemaní diario en que se ha convertido mi azarosa supervivencia. 
Debo luchar contra la dispersión y el escaqueo que siempre me lleva allí donde es posible perder el tiempo sin beneficio aparente; ese darle largas al testimonio vital que nadie espera, y es por tanto, un pasatiempo más. No, no hablo del manido terror a la hoja en blanco; ahora que me ha salido la “hoja roja” en el librillo del: “fumando espero”, la hoja en blanco, soy yo. 

Lidiar con la posibilidad de entrar en la recta final sin estorbar mucho; sin hacer el ridículo y no dejar demasiados cabos sueltos, es una responsabilidad para la que nunca entrené seriamente, y por tanto me hallo en la tesitura de convertirme en un ejecutivo cuya única trayectoria previa, fue la de meritorio existencial. 

Es como si urgiera dejar un legado espiritual ante la imposibilidad de cualquier otro. ¿Acaso una vocación tardía de trascendencia?; ¿un berrinche de ignoto aprensivo o la traca final de un anonimato ganado a pulso? ¡Tanto da!, he tenido una vida para hacerlo y apenas he dejado algunos trazos. No esperéis: El libro del desasosiego ni La Odisea. 

“Uno no tiene porqué comprometerse a más de lo que puede hacer. 
Saber rendirse cuando es infructuoso luchar. Reconocer una derrota.
.. .. ...... .. ..... 
Concederse el perdón, porque nadie más nos lo concede (o nadie se molesta en hacerlo)”

De: Cuaderno de trabajo, de Ingmar Bergman 


Fénix Granda 
España 

En la vida no se trata de encontrarse uno mismo, sino de crearse uno mismo. 
George Bernard Shaw