miércoles, 3 de octubre de 2018

Editorial



revista literaria con voz propia nº 83

                  octubre 2018


            publicación creada en noviembre de 2006
               distribución y publicación gratuitas
                  ISSN 2314-0275

Propietaria – Editora – Directora: Analía Pascaner
  


has construido tu casa
has emplumado tus pájaros
has golpeado al viento
con tus propios huesos

has terminado sola
lo que nadie comenzó

Alejandra Pizarnik
De Árbol de Diana, 16





Es una cosa seria sólo estar vivo en esta fresca mañana en este mundo roto.
Mary Oliver




Descubrir el camino

Idiotas, preguntan qué es Dios
en vez de preguntarse qué es la vida.
Encuentren un puerto donde florezcan limoneros.
Pregunten por los sitios donde se puede beber.
Pregunten por los parroquianos.
Pregunten por los limoneros.
Pregunten y pregunten hasta que no quede nada por preguntar.

Ko Un
Poema: Versión de Alí Calderón




Donde tú tropiezas, ahí está tu tesoro.
Joseph Campbell



              Revista literaria con voz propia
   Inscripción Registro: ISSN 2314-0275
             Propietaria: Analía Pascaner
             San Fernando del Valle de Catamarca
             Catamarca – Argentina



La esperanza que queda después de que todas tus esperanzas se hayan ido, es pura esperanza, arraigada en el corazón. 
David Steindl-Rast

Autores publicados


revista literaria con voz propia nº 83

             octubre 2018
                    
autores publicados en esta edición: 
  



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             revista literaria con voz propia
             publicación y distribución gratuitas
             ISSN 2314-0275
             Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner



Ana Romano


Luz

Desde la transparencia
las dos gotas
por decir gotas emergentes
sorprendidas
por decir gotas simultáneas
Ambas
en el evaporarse.

Norberto Pannone


El bocado

Sentado frente al televisor, el “chueco” García miraba ensimismado las imágenes del clásico Boca-River en aquella fría tarde de domingo del mes de junio. En el almuerzo había comido poco, pues la carne del asado no estaba muy tierna, de manera que, después de la siesta, se levantó con hambre y ahora tenía a su lado el mate y medio pan francés.

Iris Giménez


Isla

Se puede cruzar toda la ciudad
de regreso a casa
y mientras
pensar en una isla

Daniel Gorosito


Palabras perdidas

Me envuelvo en las palabras
como un manto protector.

La poesía me separa
del áspero mundo de las manipulaciones
mecánicas y normalizadas.

Desciendo recordando
el abismo del destino.

Enrique Anaut


Dolores

Vi dolor en la tele. Mucho dolor. Era dolor de otros. No me llegaron mucho. Les llegará a ellos, cuando yo tenga esos dolores. Debo cambiar.

Marta Zabaleta


Exilio en Drumchapel

No sé si fue
porque llegamos a Escocia
con una hija chilena con los pies congelados
por la Navidad blanca.
O si fue
porque llorando para adentro
le decía a Yanina que esos 'crakers' con juguetes
y un sombrero, que salieron del árbol de Pascua,

Jaime Icho Kozak


Mis ojos de plaza pública
Vicente Huidobro

Tan lejos de la piedad, como de la queja,
tan extraño a la palabra como las nubes
inconmovible a la revelación
como si mi oficio fuera hueco de distancias,
lejos del tiempo como la historia
tan cerca de uno mismo
como niños a las bufandas
a los párpados en el sepulcro

David Lechuga Fernández


Este texto ha sido eliminado a pedido de su autor.
Analía Pascaner
Abril, 2024


--
David Lechuga Fernández
Nació en Jaén. Reside en Madrid, España

Carlos Penelas


Los trasterrados

                 A Pedro Penelas y Tomas Abad, mis abuelos

No preguntaron nada.
Vinieron en los barcos del hambre y la tristeza,
traían calderos, baúles, rezos.
Viajaron desde el bosque sobre el mar de la noche.
Campesinos absortos, insurrectos.
Eran hijos de viejos labradores,
de fraguas y neblinas,
de encinas que engendraron los dioses del destierro.

Rocío Bragaioli


Somos

Porque somos la luz del día,
a veces aparecemos nublados
y otras, ferozmente soleados,
invadimos todos tus sentidos.

Porque somos los nidos del amor,
esparcimos las miradas que derriten
por las noches solitarias,
aclamamos la esperanza de tus ojos.

Juan Antonio Borges

El Desterrado

Nuestro mayor pecado fue la incomprensión. El desconcierto ante todo aquello que los normales llaman naturaleza o peor aun ese estado de inercia llamado cotidianeidad.
Éramos los desterrados de la tierra, del pueblo aquel donde las costumbres eran seguros bálsamos para vivir tranquilos. Sobrevivientes de ese clima hostil y severo que desde niños nos había impuesto una serie de reglas y normas de alto contenido represivo.

Silvia Susana Rivera


Dientes de león

campos amarillos
dientes de león flotando en el aire
regocijo, tranquilidad
una vaca mugiendo
olor a campo saturando los ojos y la nariz
el tanque australiano
nuestra infancia

Elena Paso


Fragmento de “Plaza Doliente”

I
Dudo que sea oscuro
el centro de la llama
lo consterna el pensamiento
oscuras son
las heridas que supuran
o no aceptar lo inconcluso