miércoles, 27 de mayo de 2020

Editorial

con voz propia nº 99

Revista literaria 

Mayo 2020

-Segunda parte-


Propietaria – Editora – Directora: Analía Pascaner

Publicación creada en noviembre de 2006
Distribución y publicación gratuitas
ISSN 2314-0275




El hombre que se levanta por sobre su dolor para ayudar a un hermano que sufre, trasciende como ser humano.
Viktor Frankl




Como si fuésemos inmunes

         A veces sé que tiene frío, que sufre, que le pegan.
                                            (Lejana. Julio Cortázar)

Como si fuésemos inmunes
miramos el entorno y nada vemos.

Vivimos encerrados
en nuestro mundo invulnerable
nuestra pequeña burbuja de cristal
donde no llega el eco
de los lamentos desgarrados
(como si todo ello no formara
parte de nosotros mismos,
como si esos rostros famélicos o atroces
no fuesen un reflejo abominable
de nuestros propios rostros impasibles)

Encerrados en el cuadro que pintamos
para obviar los colores imperfectos.

Y nos olvidamos.
Irreparablemente.
Nos olvidamos del otro:
ése que sin siquiera percatarse vive
el reverso de nuestra existencia
mientras reímos y jugamos y nos emborrachamos
como si fuésemos inmunes.

Sergio Borao Llop
Zaragoza, España
Poema del libro del autor: Por si mañana no amanece




El mundo está lleno de pequeñas alegrías: el arte consiste en saber distinguirlas.
Li Tai-Po



Revista literaria con voz propia
Inscripción Registro: ISSN 2314-0275
Propietaria: Analía Pascaner
San Fernando del Valle de Catamarca
Catamarca – Argentina



Ser esperanzador en los malos tiempos no es sólo una tontería romántica. Si recordamos esos tiempos y lugares donde la gente se ha comportado magníficamente, esto nos da energía para actuar y la posibilidad de mover nuestra parte del mundo en una diferente dirección. 
Howard Zinn

Autores publicados

con voz propia nº 99 - revista literaria
Mayo 2020 – Segunda parte
Autores publicados en esta edición: 



Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia:

Revista literaria con voz propia
Publicación y distribución gratuitas
ISSN 2314-0275
Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner

Eduardo Dalter


Papeles en la noche

I

Hay algo que no entiendo,
       me dije.
Una tabla, o un retazo de
       memoria,
quedó en algún lugar, o
       bajo tierra.
Un viento, a veces, alguna
       hora,
dan indicios de esa
       pérdida
o ese pozo; como si una
       raíz extendida
hubiera cesado en algún
       tiempo
(y en mí mismo); una raíz
       arrancada
y puesta a secar lejos;
       lejos
de la vida y de las cosas. 

II

En los pasillos del tren
       rápido,
compañeros de viaje, todos
       hablan
sin saber ya qué decir,
       mientras
traquetean los vagones,
       estación
por estación. Las luces
       de las calles
entran como flechas por
       las ventanillas,
y los rostros cansados
       quedan,
por un instante, tocados,
       relumbrados.
Pero es sólo un efecto
       como de cine,
cuando cada uno, callado
       o en palabras,
va con lo suyo, de regreso,
       solo,
y sin más. 


Eduardo Dalter
Buenos Aires, Argentina


El andar tierras y comunicar con diversas gentes hace a los hombres discretos.
Miguel de Cervantes Saavedra

Marta Zabaleta


Ay, amiga: qué lindo es pensar

Pensar, por ejemplo,
que la noche está soleada
y me proyecta
en su hombro
para que su sombra
en mi silueta 
refleje
callada mi desnudez
durmiendo…

Que bailan mis cabellos
en la luz de sus párpados
y, tomados por sorpresa,
me tapizan de lágrimas
en esta noche clara
de ausencia y esperanza.

                    Ámsterdam, julio 2002


Silbido de guitarra y musgo

Para Traful, allá en la tierra (1-10-39 - 13-8- 07)

Pasan las máscaras vacías llevando cada día
una certeza distinta como aquel carnaval interminable
que fueron nuestras vidas. Pasan, algunas más sonrientes,
y van a atardecerte
en la laguna del primer encuentro en su fuente
con la primera sangre.

Repican los golpes del agua en las paredes,
pero ahora sin dolores,
en la cocina adonde aun está hirviendo
aquella tu compota francesa de manzana.

Repican los relojes en mi ronda
que tu ceniza expande en la última hora.

Como contigo, buen cumpa, como y tomo
siempre en la misma mesa roja, como sola
con tu guitarra hecha pedazos por el aire,
y en mi mano quedas silbido de cigarra,
noche de viento y grapa. Entro en tu sombra.
El Paraná se ha tornado chacaimanta.
Y vos? en movediza arena de verano.

                            Epping, septiembre 2008

Marta Zabaleta
Nació en Santa Fe, Argentina. Reside en Londres, Inglaterra


Ser independiente es cosa de una pequeña minoría, es el privilegio de los fuertes.
Friedrich Nietzsche

Norberto Pannone


Un Año

A la hora venturosa del recuerdo,
una noche de fría madrugada
escuchó el ladrido de los perros
y el eco de sus pasos que llegaban.

El ruido de la puerta que se abría,
anuncio fatal de su llegada,
le partió el corazón que se moría
de zozobra y soledad desventurada.

Al fin, después de tanta espera,
de un año agriado en primavera,
abrió el cajón pequeño de la mesa
y extrajo el arma que aguardaba,
cansada de lágrimas y esperas
con hijos de plomo y de quimeras.

Un año de silencios sin que ella
montando los recuerdos se volviera
una noche de insomnio como aquella.
Apuntó sin temor a equivocarse.
Estaba tan seguro que esa noche
la opción de morirse, cierta era.


Los pájaros sin alas

Los pájaros sin alas
se quedaron sin vuelo
bajo cielos de olvidos.
Todavía los veo
mutilar la mañana
con los ojos sin brillo.
Merodear una tarde
de bolsillos vacíos
y dormir por la calle
compartiendo el hambre
con los gnomos del frío.
Los cuervos del sueño
me truncaron al niño.
Y los hombres impíos
se olvidaron del canto,
la campana del patio
y del blanco atavío.
Se olvidaron del himno.
Andará la promesa
asustando a mi niño.
Los valientes de turno,
le darán un mendrugo
al llegar los comicios.
Los pájaros sin alas,
se quedaron sin vuelo
en un cielo de olvidos.


Norberto Pannone
Junín, Buenos Aires, Argentina


Sin el tiempo, esa invención de Satanás, el mundo perdería la angustia de la espera y el consuelo de la esperanza.
Antonio Machado

Graciela Bucci


Desde la tinta

me devora el poema
muerde lentamente los tejidos
las palabras pretenden dibujar el contorno
competir con la mano que investiga

se ramifica
el deseo
hasta en los huesos

la ropa queda a un lado
testimonio de un pretérito
imperfecto

puedo viajar por el pasaje donde la luz niega el secreto
recorrer huecos y aristas
sin hartarme
y hasta podría simular la entrega
inventar algo distinto

si fuera necesario

una mentira.


Aceptar el comienzo

“Con una máscara de sangre
atravieso tu pensamiento en blanco:
desmemoria me guía
hacia el reverso de la vida.”
A través- Octavio Paz


es pretender que nada es cierto
pegar retazos donde hubo memoria

es ignorar la tempestad
y navegar sin brújula

es asistir con impotencia
al vuelo del pájaro que inicia el viaje
                                                   solo

es comprender la mueca que reemplaza al llanto
y acunar la risa de la infancia
                                                   entre los pliegues

es aceptar que hay un comienzo
en el reverso de la vida.


Del poemario de la autora: Un orden diferente

Graciela Bucci
Buenos Aires, Argentina


La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente.
Carmen Martín Gaite

Griselda Goñi


Libre vuelo

Horizontes desconocidos
el espíritu desea
conocer y explorar
Recopilo paisajes
de ilusión y esperanza
como nutrientes
que apacigüe el alma
dándole saciedad a mi vida
y alas para volar
llenando en libre albedrío
¡mi corazón para amar!


Mis adentros

Vagos rumoreos
inquietan el alma,
cristalizan sensaciones,
alondras prisioneras
que desean libertad.
Bucean mis adentros
deseando escapar
pensamientos guardados
que libres quieren volar.
En busca de distintos cielos
por donde ir a volar.


Griselda Goñi
Funes, Santa Fe, Argentina


El zapato que va bien a una persona es estrecho para otra. No hay receta de la vida que vaya bien para todos.
Carl Gustav Jung

Carlos Benítez Villodres


Cofradía María Santísima de los Dolores y Misericordia, de Pizarra (Málaga, España)

En esta Cofradía, las cuestiones,
por amor, las resuelven los hermanos
que caminamos sumamente ufanos
hacia la luz de óptimas acciones.

Laboran a destajo, con razones
vitales, que, con Dios, a los humanos
regalan sus trabajos cotidianos
al ritmo de sencillos corazones.

Oh Cofradía, hombres y mujeres
imprimen, en las almas, sus diamantes
donados por la luz de amaneceres.

Son almas de prodigios abundantes
que nutren al amor, con sus poderes,
y a quienes nunca están siempre distantes.


Pilar Durán Pérez*

A la Cofradía María Santísima de los
Dolores y Misericordia

Ante la Virgen de mi Cofradía
me arrodillo y le ofrezco mis plegarias
que vuelan, con las brisas solidarias,
hacia la luz que alumbra cada día.

Cultivas en tu alma la alegría
del néctar de tus mieles necesarias
para que sean tus beneficiarias
azucenas la voz de tu valía.

Eres, Pilar, bondad resplandeciente,
que goza con la vida del viajero
hermano de la estrella transparente.

Tu alma ilumina siempre mi lucero
que su sed sacia en tu cuidada fuente
de amor total que es muy placentero.

(*) Profesora de Biología en el Instituto “Fuente Luna”, de Pizarra (Málaga, España) 

Carlos Benítez Villodres
Málaga, España


El hombre que quiere contemplar frente a frente la gloria de Dios en la tierra, debe contemplar esta gloria en la soledad.
Edgar Allan Poe

César Bisso


Retales de La Forestal

La tarde ciñe corona de taninos
sobre la frente del monte devastado.
Un rincón del infierno sobrevive
al duro golpe del hacha.
Obraje atrapado por el simulacro
de la fortuna, oficinistas de ultramar
encadenados a cuadernos y balances.
Todo suma a favor del quebracho.

De aquella urdimbre de músculos
quedan nombres grabados en mármol,
calles esponjadas, casas sin dueño,
silencio enfundado en nubes de polvo.

Son viejos soles, viejos ardores.
Y la alta chimenea que gobierna el tiempo,
nunca el olvido, en Villa Ana.        


Por ti

Amo lo que fue y no ha sido.
Las palabras y el silencio.
Estar donde habla el agua
y ver más allá de la maleza.
La infancia que perdura
y toca la puerta del milagro.
El pez que huye de la red
y nada contra la fuerza del río.
César Vallejo y su dios,
desamparado y enfermo.
La voz de Caetano, encadenada
al vuelo de una garza mora.
Las bellas criaturas de Chagall
que todavía sostienen el cielo.

Nuestra hija, donante de gracia.
Y un gato, sereno y memorioso.

Y tú,
compañera de la fe,
que crees en la bondad
y rezas callada por nosotros
y pides más vida, menos dolor.

Amo lo que es y sigue siendo.


Poemas del libro del autor: Andares. Ed. Ananga Ranga

César Bisso
Nació en Santa Fe. Reside en Buenos Aires, Argentina


Hablan mucho de la belleza de la certidumbre como si ignorasen la belleza sutil de la duda. Creer es muy monótono; la duda es apasionante.
Oscar Wilde

Gladis Ataide


Sánscrito

Abrazo la siesta de otoño.
Viento norte.
     Oro sobre mí.
Arrastro los pies
en la sonoridad sepia
bordeada de jazmines azules.
Me siento vacía,
con el significado sánscrito
      de viuda,
-adentro el paisaje de la nada-

Busco ausencias,
sueños perdidos
que huyen
     en el humo
                de las hojas      
                       quemadas


La mujer del ausente

Languidecen las llamas
en la chimenea.
Apenas una danza leve
y el resplandor rojizo.
-no hay crepitar de leños-
Custodia el silencio
este momento a solas.
El filo del llanto
ha dejado suspiros.
Las pupilas exhaustas
sólo reflejan sombras
en espejos ahumados.
Mi corazón golpea
contra el muro.
Extrañarte es un cuchillo ardiente,
desangra los días que escapan
por mis venas viejas.

Como un ave, tu nombre
se ha quedado dormido
      en mi boca.


Gladis Ataide
Balnearia, Provincia de Córdoba, Argentina


Tú creas tu propio universo durante el camino.
Winston Churchill

Rossi Er


Soy

Soy el rocío que besa tu mejilla,
soy el susurro irreverente del viento
que se cuela por tu ventana,
en esas horas plomizas y silentes
que preceden a la alborada.

Soy el silencio que compartimos,
y las quimeras que aún no vivimos,
soy tu recuerdo, y soy tu gran olvido.

Soy ese amor que abraza tu alma
y a tus sueños locos le hace eco,
soy alma azul, guerrera de los vientos,
soy alma bravía, ¡misterio y calma!


A ti Mujer

Fémina de nostalgias y silencios,
certezas, iniciativas y dudas,
con la calidez de su palabra
y su sensualidad hecha ternura.

Tejedora de sueños e ilusiones,
eres el misterio y dualidad
entre Minerva y Afrodita,
eres el cáliz de la vida
donde la ternura habita.

Resiliente mariposa, águila guerrera,
luna azul de la alborada,
aunque tu senda sea difícil,
tu alma permanece esperanzada.

Mujer Madre, amiga y hermana,
mujer tierna, sensual y apasionada,
alma noble, sensitiva, muy humana,
dulce caricia que equilibra la balanza.


Rossi Er
Colombia


El verdadero buscador crece y aprende, y descubre que siempre es el principal responsable de aquello que le sucede.
Jorge Bucay

Jorge Isaías


El que toca este libro, toca un hombre

Antes escribía para recordar. Ahora escribo para olvidar. Para no encenderme en una sucesión de objetos materiales, que brillan contra la luz del sol.
La luz de este sol no es el sol de mi infancia, que recuerdo como un resplandor ardido, asistido contra toda aquella cremallera celeste que se incrusta sacudiendo el aire y se hace grande en las retinas.
Mis amigos se alegran con mis descripciones. Los que son de mi pueblo o los que alguna vez fueron de allí. Pero no dejaron su corazón, sino que lo llevaron puesto.
Los que más insisten con mis textos nostálgicos son aquellos que nunca vieron el pueblo, y que son de otra parte, que nacieron cerca de la montaña o se rodearon con las aguas saladas de otros mares que nunca conoceré. Ellos sí disfrutan y de vez en cuando o de vez en vez me tiran unas líneas atravesadas por la distancia y el estupor, cuando no, lo hacen con sus lágrimas bailando en la garganta, y el sudor en las manos.
Los textos de estos amigos, reconozco que a alguno de ellos no los vi nunca, son más afectuosos, tal vez porque alguna vez alguien escribió: En mi pueblo se concentran todos los pueblos que no conocen el mal. Sin embargo, está en todas partes amigo, le advierto yo. Pasa que no le doy lugar en mis escritos, que como una vez me dijo una docente “son un ejemplo de trabajo y de virtudes perdidas y debían leerse en las escuelas”.
Mi inolvidable amiga Alma Maritano alguna vez escribió que si yo hubiera tocado anónimamente su puerta y me hubiese ofrecido su mejor vino y leer mis libros sin firmas, ella los hubiera reconocido. “Yo estoy segura de que habría sabido que eran tuyos”, afirmó. Mientras nos vamos metiendo en “Oficios de Abdul”, curiosamente y felizmente desaparece el autor. Tal como decir “La gloria no es más que un verso recordado”, del inolvidable José Pedroni.
¡A dónde íbamos con esto! A que uno hace poco por atraer al lector, pensando tal vez desde siempre que uno debe su cabeza y sus manos al “Arte”. ¿Cuál? Yo coincido con mi maestro José Pedroni, quiero que llegue al corazón del ser humano.
Cuando gané un premio literario en la escuela secundaria, mi profesora, la inolvidable Rosalía Suárez, me regaló un libro de Vicente Aleixandre y en la dedicatoria cita un verso de Walt Whitman: “camarada quien lee este libro sabe que está tocando a un hombre”. Nada más pretendo y eso es enorme. 
Todo aquello que uno puede hacer por otro es impagable, una huella que uno transita como aquellas caminatas de los campos que partían al empezar el “El camino del diablo”, con su sinuoso tránsito entre los campos verdes que cruzan bandadas de gaviotas ateridas. De teros histéricos. De grandes cigüeñas que buscan el bañado de Omar Aguilar o del gringo Zampelungue.
“El camino del diablo”, con tantos recuerdos que hoy quiero tapar con una ceniza tibia, para revolver y tal vez descubrir una brasa cuando esté muy triste. 

Publicado en Rosario12. Diciembre de 2019

Jorge Isaías
Rosario, Santa Fe, Argentina


El que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo.
Gustavo Adolfo Bécquer

María Pugliese


Siempre estuve atenta a las reacciones del cuerpo en diferentes situaciones. Tal vez en respuesta a la necesidad de controlar la pérdida de aire que me ocasionaban los broncoespasmos a partir de los cinco años y de no saber cómo nombrar lo que sentía. ¿Curioso, no? Justo en los años en que todo lo que nos roza y estremece requiere de palabras.
El cuerpo me advertía y debía interpretar esas señales: el cambio en el ritmo de la sangre, la abundante saliva, un estallido que nacía del esternón hasta el extremo de las orejas y cierta presión abdominal anunciaban la falta de aire. Contaba en forma regresiva del uno al diez, y pensaba cómo explicar a mamá lo que sentía, cómo explicar, en qué idioma, la ausencia de aires y la precariedad de las palabras.
Así redescubría que los compases de la respiración respondían a cierta cadencia y que cuanto menos pensaba en el ahogo más aire llegaba.
Después supe que esa muerte sutil volvía al correr o jugar, o al reírme mucho. La humedad de la casa y el frío también acechaban por las noches… entonces al soñar despierta o susurrar frases sin sentido, me invadía la misma sensación de vagabundeo con la que hoy atravieso estas calles hacia el reencuentro.
A punto de llegar, distraigo la mirada sobre las ramas del sauce que casi rozan la vereda. Y por eludir cualquier inquietud, veo en aquella vieja construcción una ventana abierta por la que asoma una tétrica figura que tal vez imagine placidez en mi andar manso. Sin embargo desde las puntas de los pies crece un estertor y se expande por ambos bordes de la ingle, se cierra en círculos a la altura del estómago, dispara un calambre como flecha hacia el centro del pecho: tiernos espasmos viran los latidos más y más intensos. Ya nada me distrae, quiero que estés aquí, enfrente, antes que todo el cuerpo se interrogue lo que en más o menos dos horas será evidencia: para qué vine…
¿Cómo y con qué medicar el cuerpo? Atender a los síntomas, identificar la dolencia, persuadir al organismo, calmar, ¿curar?, mantener, controlar. ¿Cuál es la medicina para contrarrestar este dolor intenso cuando los vasos sanguíneos bullen en torbellinos? Anoche por ejemplo, creo que di cien vueltas y ni una sola estampa pudo apartar la niebla que aturdía los sentidos. Hubo cantos de pájaros nocturnos, hubo un mullido paso de algún gato sobre la pared, hubo gruñidos del perro y sus presuntas pesadillas. Más allá un respiro desde la otra habitación y un sobresalto a mi costado. Pero ni una estampa, ni un recuerdo para volverme a mí…

Del libro inédito de la autora: Dos horas

María Pugliese
Muñiz, Buenos Aires, Argentina


Cada vez que crees que hay una razón legítima para sufrir, te alejas totalmente de la realidad.
Byron Katie

lunes, 11 de mayo de 2020

Editorial


con voz propia nº 98

Revista literaria 

Mayo 2020

Propietaria – Editora – Directora: Analía Pascaner

Publicación creada en noviembre de 2006
Distribución y publicación gratuitas
ISSN 2314-0275




Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir.
Miguel de Cervantes



Último brindis

Lo queramos o no
Sólo tenemos tres alternativas:
El ayer, el presente y el mañana.

Y ni siquiera tres
Porque como dice el filósofo
El ayer es ayer
Nos pertenece sólo en el recuerdo:
A la rosa que ya se deshojó
No se le puede sacar otro pétalo.

Las cartas por jugar
Son solamente dos:
El presente y el día de mañana.

Y ni siquiera dos
Porque es un hecho bien establecido
Que el presente no existe
Sino en la medida en que se hace pasado
Y ya pasó…,
       como la juventud

En resumidas cuentas
Sólo nos va quedando el mañana:
Yo levanto mi copa
Por ese día que no llega nunca
Pero que es lo único
De lo que realmente disponemos.

Nicanor Parra
Chile, 1914-2018



Debes dar tu tiempo al prójimo; aunque sea algo pequeño, haz algo por los demás, algo por lo que no obtengas más recompensa que el privilegio de hacerlo.
Albert Schweitzer


Revista literaria con voz propia
Inscripción Registro: ISSN 2314-0275
Propietaria: Analía Pascaner
San Fernando del Valle de Catamarca
Catamarca – Argentina


En los momentos difíciles (…) quizá necesitemos mucho tiempo para realizar los ajustes psicológicos precisos. Deberíamos darnos ese tiempo y admitir que los sentimientos de impotencia y desesperación son reacciones humanas de lo más naturales y normales.
Douglas Miller


Autores publicados


con voz propia nº 98 - revista literaria
Mayo 2020
Autores publicados en esta edición: 



Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia:
           
Revista literaria con voz propia
Publicación y distribución gratuitas
ISSN 2314-0275
Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner

Andrés Bohoslavsky


Muerte en la calle
  
Caminaba por la ciudad, haciendo tiempo para tomar el colectivo
que me llevase al puerto, y de ahí embarcar hacia mi destino marino
cuando la vi. La señora que cotidianamente en la vereda del banco
vendía sus chucherías, tenía su cabeza hacia abajo, apoyada en su pecho
y sin movimiento alguno que demostrase que aunque sea dormía

me acerqué y le hablé, esperando despertarla con mi voz ronca
pero eso no sucedió, la toqué en un hombro, al principio suavemente y luego
un poco más y más fuerte. Estaba muerta, rodeada por las pocas cosas
que sostenían su vida y que le servían de moneda de cambio para sobrevivir

los objetos, parecían aún más estáticos que de costumbre: agujas e hilo
postales de la ciudad, biromes azules y negras, blocks de hojas, lápices
gomas de borrar, una taza y un plato eran todo

el resto, lo que estaba por afuera del cuadro, mantenía la dinámica habitual
la gente entraba y salía sin prestar atención, sin importarle nada
dentro del banco, las transacciones continuaban rítmicamente, como si esto
que ocurría en la puerta, a metros de sus narices, no estuviese sucediendo

cuando la policía retira el cuerpo y los objetos, lo que lleva en una bolsa negra
es un ser humano. Desde la vereda de enfrente observo y me pregunto
porqué alguien muere en la calle y de esta forma

tres meses después, al volver de mi trabajo, paso por la misma esquina
y todo parece igual y diferente al mismo tiempo. Otra persona
está en el mismo sitio vendiendo objetos, estos no son los mismos
pero su parecido con los anteriores parecen apenas sustitutos
de aquella primera versión

las personas siguen entrando y saliendo del banco, indiferentes al mundo
y concentradas en el móvil que allí los instaló. Todo, absolutamente todo
parece estar movido por una sola razón llamada dinero

cuando llego a mi casa, enciendo la televisión que explica los fenómenos económicos
la inflación, la estanflación, sus causas y consecuencias, la caída de las bolsas
en los mercados internacionales, los índices de desocupación, las expectativas
a futuro, el virus y todas esas cosas que nadie entiende pero determinan sus vidas
o parecen hacerlo.

Salgo al balcón, mientras fumo y pienso en esa mujer muerta en la calle
el mundo es el mismo de siempre. La pregunta sigue sin respuesta.


Del libro del autor: Los ojos de Sasha o El fin de un sueño rojo. Editorial Leviatán, 2017

Andrés Bohoslavsky
Poema publicado en El Escribidor, página de poesía editada por Lina Caffarello


El que no sabe lo que es la vida, ¿cómo sabrá lo que es la muerte?
Confucio

Luis Benítez


Las persianas

Cada noche me dices
que ponga la mayor atención
en dejar bien cerradas las persianas:
el casero perfume de la cena
aún no se desvaneció,
nuestros ojos todavía
no se abrieron dentro del sueño,
pero antes es preciso
repetir esa cotidiana precaución,
no por el alternado ataque
de los vientos y las lluvias
ni por el sol siguiente.
Las persianas deben estar bien cerradas
para que nada entre nosotros
ingrese como un insecto
llevando entre sus patas
un veneno exterior,
algo que corte u obstruya los puentes
que tan cuidadosamente hemos tendido
durante todos estos años entre tú y yo.
Eso es, sí, exactamente eso:
para que no entre ningún insecto.


Tengo planes para el pasado

Tengo planes para el pasado
que contemplan el uso de nafta
y un solo fósforo, aun sabiendo
que contiene materiales incombustibles,
como esas gastadas momias
que conocí en vida
y yacen allá atrás,
todavía con el corazón latiendo.
Sería mejor que la memoria
dejara sus tareas: su día libre
sería el mío y así, de la línea de montaje
ella levantaría los ojos para atisbar
-siquiera por un momento-
el paso silencioso del presente,
esa visita que ya se va.
Tengo planes para el pasado:
escupirlo con desdén irresponsable
contra un muro cualquiera,
dejarlo pegado como un chicle
allí donde quede bien oculto
o bien mascarlo como una vaca lo hace,
inmóvil al costado de esa ruta vertiginosa,
hasta que pierda todo sabor
y pueda tragarlo sin peligro,
mientras los días pasan
llevándose todo por delante.
Tengo planes para el pasado
solo porque es lo único que
-posiblemente- se puede modificar.


Luis Benítez
Buenos Aires, Argentina


El genio se descubre en la fortuna adversa; en la prosperidad se oculta.
Homero

Isabel Nieto Grando


Si las puertas se abren

Si las puertas se abren y asoma el sol de nuevo, 
mi grito será eterno, alabando la vida. 
Después que todo pase, una lluvia de lágrimas
dará gracias al cielo mi alma de rodillas.

Cuando las puertas se abran y me queme el abrazo
trituraré los miedos que tuve bien guardados, 
me olvidaré del tiempo, depuraré la brisa
y cortaré las flores que crecen en mis manos.

Si las puertas se abren hilando un canto nuevo
sobre un puente de espuma renacerán los sueños.
Con la humildad de un ciego volveré a los caminos. 
Con mis huesos de barro y un corazón de niño.


La plaza

Ahora que la plaza está en silencio
con ausencia de risa en la hamaca.
Hay un sol que parece arrodillarse
buscando esas voces acalladas.
Ronda el miedo por todos los rincones
yo pasiva detrás de la ventana
en el suelo aletean las palomas
y una mano que se agita a la distancia.
Ahora que hay atajo en las esquinas
la calle temblorosa sin salida, 
escombros polvorosos y sedientos
y una lluvia salando las heridas.
Ahora que la plaza esta desierta
y las casas resguardan los temores.
Hay flores que olvidó la primavera
en este valle azul Villa Dolores.


Isabel Nieto Grando
Nació en Suco, Río Cuarto. Reside en Villa Dolores, Córdoba, Argentina


La peor prisión es un corazón cerrado.
Juan Pablo II

Gustavo Vaca Narvaja


Hagamos licitación de Poesía

Voy a formular una licitación genial…
¡A ver…!
Que nadie vocifere
Que nadie lastime
Que nadie deteste
¿Algo más? ……
¡Sí!
Voy a proponer el mundo como una trova
colmada de resplandecientes colores
Que todo lo placentero se reproduzca
Que todo lo agraciado se enfatice
Y voy a proponer un universo nuevo
Donde el confort sea universal
¿Algo más poeta?
¡Sí!
Voy a proponer que la música sea la palabra,
La poesía el futuro
Y que la canción… sea instrumento de vida
¿De acuerdo?
Voy a proponer que la amistad
sea una gran epidemia
un gran contagio universal
Y sea una enfermedad incurable
donde nadie pueda desertar
Voy a proponer que nadie olvide sus amores
y que los recuerdos gratos sean el alimento de su vida
Voy a proponer que todo el mundo
se colme de flores y perfumes.
Que las envidias y los rencores
se transformen en piedras eternas
Y que la poesía y la música
Sean el gran antídoto para los males del mundo
Todo esto lo voy a formular
“HOY”


Exhortación

¡Oye!
¡Desconocida mujer ávida de pureza!
No ocultes el amor tras bastidores artesanales
Deja que la alegría, irrumpa tu existencia
en un ardiente encuentro, desquiciado de culpas

¡Oye!
Apasionada dama. Será la victoria la que te espere en ese paraíso generoso, como un escenario propio de un abrasador consuelo a la desdicha

¡Tal vez así!
Olvides la daga que linchó ilusiones de vida, en esa larga procesión de tristeza y penas, y deja que la palabra tierna y la nueva caricia te cubran con pasión, para que una vigorizada piel expulse para siempre, la penitente coronada de espinas, que deambula sin sonrisas, bajo un cielo… eternamente gris

¡Finalmente…!
Permite también, que se aleje la envidia ajena que jaquea la esperanza nueva, para que puedas aliviar y liberar, esa heroína bella y fresca, que conservas encapsulada en el tiempo.


Gustavo Vaca Narvaja
Neuquén, Argentina


Obrar es fácil, pensar es difícil; pero obrar según se piensa, es aún más difícil.
Johann Wolfgang Goethe

Bertha Carou


El transcurrir del tiempo

Línea fugaz el horizonte
que como el tiempo
se desvanece y cae
                           en el abismo del mañana.
Y como el agua
el tiempo
en su continuo transitar
                    lame los espacios vacíos de la vida
pule la piedra y canta.


*  *  *

No
a la angustia que ahoga las luces
y apaga los trinos de los pájaros sueltos
No
a la búsqueda inútil de espacios vacíos
para sacudir la piel del desierto

Despierte la estrella
Y vuelva a ser guía de hombres opacos
perdidos en fríos reductos poblados de sombras

Error de la vida

¡Si alguien pudiera con manos divinas
despertar el alba
                       sacudir las piedras
y del hombre necio quemar los despojos!
Para que lo verde, la semilla, el árbol
alienten la vida
                     ordenen el caos
en este planeta que llamamos TIERRA.


*  *  *

Intentemos
            escuchar
                  El caer del agua
El sonido
           de una puerta estrecha
           de un portón lejano
el raudo pasaje de un ave pesada
la risa de un niño
y la promesa de vivir mañana

Abril 2020


Bertha Carou 
Lincoln, Buenos Aires, Argentina