miércoles, 21 de abril de 2021

Editorial


con voz propia nº 106 

Revista literaria 

Abril 2021 


Propietaria – Editora – Directora: Analía Pascaner 
Publicación creada en noviembre de 2006 
Distribución y publicación gratuitas ISSN 2314-0275 
https://www.facebook.com/revista.convozpropia 



Quienes dicen que no se puede, no deben estorbar a quienes lo intentan. 
Confucio 



La casa de los huéspedes 

El ser humano es una casa de huéspedes. 
Cada mañana, un nuevo recién llegado. 
Una alegría, una tristeza, una maldad… 
vienen como visitantes inesperados. 

¡Dales la bienvenida y recíbelos a todos! 
Incluso si fueran una muchedumbre de lamentos 
que vacían tu casa con violencia 
Aún así, trata a cada huésped con honor 
Quizás cada uno de ellos esté creando espacio 
para algún nuevo deleite. 

Al pensamiento oscuro, a la vergüenza, a la tristeza, 
recíbelos en la puerta sonriendo 
e invítalos a entrar. 
Agradece a quien quiera que venga 
porque cada uno ha sido enviado 
como una guía del más allá. 

Rumi 
Poeta sufí, 1207-1273 
https://www.viviragradecidos.org 



Quizás lo más importante que le brindamos a otra persona es el silencio que hay en nosotros, no el tipo de silencio que está lleno de críticas tácitas o de un duro retraimiento. Sino ese silencio que es un lugar de refugio, de descanso, de aceptación de alguien como es. Todos tenemos hambre de este otro silencio.
Rachel Naomi Remen 



Revista literaria con voz propia 
ISSN 2314-0275 
Propietaria: Analía Pascaner 
San Fernando del Valle de Catamarca 
Catamarca – Argentina 
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 



En un tiempo de destrucción, crea algo: un poema, un desfile, una comunidad, una escuela, un voto, un principio moral, un momento de paz. 
Maxine Hong Kingston


Autores publicados

 
¿Qué fortalezas de carácter he ganado en los momentos más difíciles de mi vida?
Pregunta del día, en Internet
 
 
con voz propia nº 106 – Revista literaria
Abril 2021
 
Autores publicados en esta edición: 
 
Eduardo Dalter
Gloria Mazza
Eduardo Coiro
Damián Andreñuk
Perla Chirino
Manuel Serrano
Adriano de San Martín
Stella Maris Guibaudo
Ana Barchuk de Rodríguez
Ronald Bonilla
Lucía Alfaro
 
  
Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia:
https://revistaconvozpropia-autorespublicados.blogspot.com.ar/
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor.
Analía Pascaner
 

Revista literaria con voz propia
Publicación y distribución gratuitas
ISSN 2314-0275
Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner


Eduardo Dalter

Los días en que nadie sabe nada 

Nadie puede asegurarse cuándo será el día de mañana, 
si dentro de algunas horas o de un mes o acaso años, 
nadie puede saber cuándo volverá a caminar 
tranquilo o despreocupado o nervioso por las calles, 
nadie sabe, nadie alcanza a entender, 
si algún país, o algún amigo, perecerá mañana, 
o si acaso se cayó o se partió hace unos días, 
nadie sabe nada a ciencia cierta: ni cuál follaje, 
cuál paisaje, o cuál oscuridad, tendrá el mes de mayo, 
aunque algunos piensan y recuerdan a sus primos, 
a sus tíos lejanos, o a la escuela en que aprendieron cómo se multiplica, 
cómo se resta y cómo se divide, 
mientras, las calles siguen vacías, y las esperanzas 
nadie alcanza a comprender si están vacías 
o llenas, o si de verdad existen en el hueco de esta hora, 
hay una sensación de que todo se dispersa o queda 
flotando, flotando, para nada o para nadie, 
o como si dios muy cansado, o muy aturdido, 
se hubiera mudado para siempre a otra galaxia… 

Buenos Aires, 1° de abril, 2020 
Del poemario del autor: Concierto de los olvidos. 13 poemas (2018 - 2020) 


Paisaje extraño de las calles 

Los barbijos indican lo que los deshielos ya venían anunciando, 
y el nerviosismo de manadas enteras de elefantes 
que rompían las cadenas y subían a los montes. 
Muchas otras cadenas además se están rompiendo 
por el eslabón más débil o de realidad insostenible. 
Todo abuso, o exceso, termina siendo contra todo 
lo que propicia el equilibrio. 
¿Hemos perdido algunas piezas?; 
¿andamos ya como bolas sin manija y lejanos 
del camino esencial, que no lleva, según se vea, a ningún lado? 
Los barbijos van indicando algo 
que hay que ir develando entre el polvo 
y el desconcierto mundano que poco deja ver 
entre tantas caras ocultadas 
y tantas calles solas que descansan 
desoladas, pensativas, ausentes o felices. 


Eduardo Dalter 
Buenos Aires, Argentina 

Vivo en la posibilidad. 
Emily Dickinson

Gloria Mazza

Mi aula. Paz 

Al llegar a mi escuela, 
                            miro, 
                             observo/ 
 niños o niñas 
                   que/ 
     a paso firme/ 
          llevan esperanzas puras, 
             al educar emociones,/ 
                        con tolerancia, 
                             y altruismo. 
Amor hacia la PAZ, 
               porque somos Paz, 
                        por ser niños, 
                         por ser niñas. 


Autoestima. Virtudes 

Me gusta, 
           cómo soy,/ 
           y lo que soy. 

 Nacimos llenos de virtudes,/ 
                                  y defectos. 

 No existe la perfección. 

 Cuerpos, 
     de muchas formas, 
                       colores,
                          alturas,
                             aromas, 
     y tamaños, 
               nos rodean, 
                         y viven. 

 Me cuido, 
                te cuido. 

Todos somos capaces de ser aquello que soñamos. 


Poemas del libro de la autora: Educar en la Paz 

Gloria Mazza
Nació en Fraile, Jujuy. Reside en Marcos Juárez, Córdoba, Argentina

Todo el mundo habla de paz, pero nadie educa para la paz. Se nos educa para la competencia, que es el principio de cualquier conflicto. Cuando se nos enseñe a cooperar y ser solidarios unos con otros, entonces estaremos educando para la paz. 
María Montessori

Eduardo Coiro

A merced del viento 

Aquel año fue Papa Noel sin disfraz. Trabajando había descubierto un nuevo signo de pobreza: casas sin broches para colgar la ropa. 
Eran varias. Quizás muchas más allá de su recorrido. 
El cartero fue comprando durante el año bolsas de broches. Cerca de navidad las fue dejando con o sin correspondencia en aquellas casas despojadas de broches, donde la ropa se secaba a merced del viento. 

       * * * 

Se conocieron en un día de lluvia. 
Mi padre ofreció llevarla bajo su paraguas, mi madre aceptó. 
Vivieron bajo esa simbólica imagen del paraguas protector toda su vida compartida. 


Textos tomados de Inventiva Social, publicación digital dirigida por Eduardo Coiro 

Eduardo Coiro 
Temperley, Buenos Aires, Argentina 

Ningún acto de bondad, por más pequeño que sea, queda sin dar fruto. 
Esopo

Damián Andreñuk

Júbilo y candor
 
Yo soñaba mundos nuevos.
Yo vivía una total inspiración
luchando sin descanso por cada triunfo.
Yo creía en esa luz del enamoramiento
como un niño que juega ensimismado
                       con júbilo y candor
en su pequeño caballo de madera.
 
Ahora es distinto.
Ahora avanzo
redoblo mi apuesta más sublime
          contra todo derrumbe
precipitándome a la muerte.
Los ojos muy abiertos.
 
No conseguí que me agradaran
quienes hablan con astucia ocultando lo que sienten.
Ahora ya no me detengo
ni me anulo  ni me aflijo
ante mi amor desencantado.
No me dejo ensombrecer ni aniquilar
por pensamientos fugaces.
 
 
Mateo 5:37
 
“Que tu sí sea sí y tu no sea no”.
Se paga caro decir sí  por mera cortesía.
Decir no  por vanidad o miedo o egoísmo.
 
Lo más terrible es la sonrisa con el alma destrozada.
La ausencia de una abuela custodiando la niñez.
Ese primer otoño sin la madre.
El sexo a fondo con una prostituta
(después la sed se vuelve insoportable)
 
He aquí mi encrucijada primordial:
ser un esclavo casi cómodo
o ser libre en la intemperie.
 
Esto es mi vida:
secar lágrimas y lágrimas y lágrimas.
Redoblar con valentía la apuesta de mi sangre.
 
 
Damián Andreñuk
La Plata, Buenos Aires, Argentina

Tienes poder sobre tu mente, no sobre eventos externos. Date cuenta de esto y encontrarás fuerza. 
Marco Aurelio

Perla Chirino

Fiesta en la fronda

La fronda de mi patio 
abre su cáliz de sequía en el verano. 

Y para saciar su sed 
con su avidez de árbol, 
llama a los Cielos,
a las Nubes y al Eterno. 

A reventar en cristales de arco iris 
el llanto que del cielo se desplome, 
facetando preciosos, luminosos 
los brillantes rocíos del naciente 
en las hojas y brotes por nacer. 

¡La fiesta de la lluvia ha comenzado!
Y un rumor se escucha entre la fronda… 
¡Son los árboles que hablan y ríen de alegría! 
¡Dios ha bendecido la espera interminable! 

¡Y ahora las vainas, los damascos, 
las uvas y los trinos de las aves 
harán la fiesta más hermosa 
que Natura jamás ha de tener! 


Hoy 

Hunden mis ojos su luz 
en el socavón del tiempo 
buscando vestigios 
del amor perdido. 

Voy por el camino 
vestido de otoño, 
me envuelve un aroma 
de rosas y sol, 
que en lágrimas rotas
me hacen recordar.

Como un tierno arrullo 
de paloma herida 
las hojas del árbol 
bailan con el viento. 
Y en tiernos abrazos 
consuelan mi muerte 
teñida de olvido. 

Envuelta en aromas, 
y en nieblas lloronas 
quedo sucumbida, 
desierta y sin cielos 
que me den calor. 

Este otoño vivo 
no puede volver 
a traer al tiempo, 
ni al amor perdido 
que en harapos mudos 
ha huido de mí! 


Perla Chirino 
La Rioja, Argentina

No consulte a su temor, sino a sus esperanzas y sueños. No piense acerca de sus frustraciones, sino sobre su potencial. 
Juan XXIII

Manuel Serrano

Agua cristalina 

Desde los altos picos llega el agua cristalina. Recógela en tus manos y llévatela a la boca. Contiene las lágrimas que derramé por ti.

 

Recuerdos 

Cuando las luces de la ciudad se encienden, mi corazón vuela a tu lado y llora tu ausencia. 

 

Llueve 

Observa cómo llueve, cómo se lava el ambiente, cómo parece que las cosas se diluyen, pero vuelven a estar presentes cuando cesa la lluvia ya con la cara limpia. 

 

Estrellas 

Escucha el titilar de las estrellas en las noches sin luna, te contarán historias de amor. 

 

Manuel Serrano

Valencia, España

Sé humilde porque estás hecho de tierra. Sé noble porque estás hecho de estrellas. 
Proverbio serbio

Adriano de San Martín

Madre

59.

En el fondo de la tarde
con la arboleda frutal de cámara verde
recuerdo a Madre pedaleando
sobre esa magnífica estructura
de metales fundidos y maderas preciosas
en cuyo centro de hierro forjado
podíamos deletrear S-I-N-G-E-R

La aguja trazaba veredas de pájaros
estelas de pececillos escarlatas
cantos de ojales decorados
y cuando se salía de su ruta
Ella sin lentes detenía mi lectura
para que le ayudase a pasar el hilo de tiempo
por el orificio de la nada

Hoy que barajo lentamente esas imágenes
mientras mi esposa en el taller
pinta sus figuras obesas de barro y canto
percibo el ronroneo del pedal bajo el escritorio
y las manos de Madre enhebran las palabras
sobre camisas y blusas de otra tarde
en que versos y esculturas son canciones
de una máquina en el viento

Del libro del autor: Caza del Poeta, Ediciones Andrómeda, 2004

*  *  *

Mujeres 

Sentadas o volando.
Desnudas. Plurales.
Danzantes en la labor comunal.
Entre sueños. En el vientre del espanto.
 

Mujeres en la sombra.
Al trasluz de la linterna.
En el tren de pasajeros.
En la casa de los huérfanos.
 

La historia les pertenece.
La hicieron / la están pariendo. 
Nosotros la editamos.
Pero ¿quién pudiera escribir
las crónicas ciertas de sus quehaceres?
 

Porque del tálamo a hervir la leche.
En la hora de la siembra y de la siega.
En el centro de la noche. 
En el relámpago de la siesta.
 

En la caricia apetecida.
En la batalla cotidiana.
En la ribera amanecida. 
En la frutosidad de la fiesta.
En la oscurana de la tragedia.
 

Ellas / siempre ellas. 

Sin su faena no habría luna llena.
Sin su lucidez no tendríamos locura.
 

Son el territorio inédito del poema.


Último poema, del libro del autor: San José varia, 2009

Adriano de San Martín

San Carlos, Costa Rica

https://www.facebook.com/AdrianodeSanMartin/

Nuestra sociedad es masculina y hasta que no entre en ella la mujer, no será humana. 
Henrik Johan Ibsen

Stella Maris Guibaudo

Niñez en cuarentena 

El viento, 
de este tiempo enrarecido, 
se divierte 
jugando 
con las cadenas de la hamaca. 
El tobogán, 
con su panza vacía, 
hace rodar, 
pendiente abajo, 
suavemente, las hojas amarillas. 
El sube y baja, 
enmudecido, 
quieto y aburrido, 
espera. 
Sin testigos. 
Sin permiso 
para que todas las risas, 
los gritos y las manos 
recuperen su sentido. 
Sólo puedo, 
sin tiempo previsible, 
memorizar aquel sonido 
de hierros engarzados. 
Columpio de los sueños de la infancia. 
…sólo resuenan chirridos oxidados, 
como el rumor del mar, 
murmullo de caracol en los oídos.


Stella Maris Guibaudo 
Puerto Rico, Misiones, Argentina

Lo que hace bello al desierto es que en alguna parte esconde un pozo de agua. 
Antoine de Saint-Exupéry

Ana Barchuk de Rodríguez

Tu piel 

   Cuando mi memoria del cuerpo despierta, con los feos recuerdos de ese momento, en que tus manos de hombre sucio y perverso tocaron mi cuerpo, vuelve a rodar en mi sangre el deseo de escapar, de huir, de haber desobedecido y “llevar el agua al albañil, que tan duro trabaja”, dijo mi madre. 
   Cuando mi memoria del cuerpo sacude con las evocaciones de tu piel tosca, áspera, mal oliente de hombre maligno, siniestro, capaz de abusar de una niña indefensa que ni siquiera entendía lo que pasaba, mientras la ultrajabas. 
   Cuando mi memoria del cuerpo perdona, a sus labios rozando la piel de nena traviesa y juguetona, mis manos sienten como si tocaran de nuevo a ese sujeto amargo, deplorable, infausto. A ese sujeto que violó no solo el cuerpo sino la inocencia de comenzar una vida distinta, callada, funesta, partida por el dolor y el horror jamás compartido, tan sólo sufrido y callado, envuelto en la culpa de haber permitido, aunque imposible de poner resistencia ante un hombre tan grande y simpático como ha sido y si hubiera contado ¿quién me hubiera creído? Tu piel es el peor recuerdo de niña, mujer, madre, esposa, abuela que me ha permanecido. 

                                                    28/04/2020 

Ana Barchuk de Rodríguez 
Misiones, Argentina

No busquemos solamente mantenernos vivos: busquemos mantenernos humanos. 
George Orwell

Ronald Bonilla

No podemos respirar 

No puedo respirar, no podemos
hablar, no debemos soñar,
no me dejan brincar,
cuándo podré volar,
quítenme esta rodilla sin aire,
quítenme este cerco, esta alambrada,
quítenme este cepo en la esperanza.
 

No podemos respirar, no nos dejan comer,
nos prohíben dormir,
quítenme este yugo sobre la nuca,
este ahogo inverosímil,
no podemos respirar,
no dejen que el látigo se repita una y otra vez,
no me lancen ya más a esa mazmorra,
no me violen una y otra vez en estos sucios cuchitriles,
no me tiren de los pelos,
no me empujen al abismo,
no me torturen en los sótanos del miedo,
por favor, ya no más,
quiero respirar,
no dejen que sangre a la intemperie hasta morir,
no podemos respirar,
denme una cama, un abrazo, una mano,
una escoba para barrer la indiferencia,
arránquenme esta corona de espinas,
denme un martillo
para desclavar tanta inconciencia.
 

31 de mayo 2020 

Ronald Bonilla

San José, Costa Rica

https://www.facebook.com/ronald.bonilla.520

Destruir es la actitud propia del que es incapaz de construir. 
Alexandre Dumas

Lucía Alfaro

Silencio negro 

Noche que me libera de las razones,
de los salones, de los sofismas,
de las piruetas, de los pretextos,
de los odios calculados
de las matanzas humanizadas.
Léopold Sédar Senghor
 

¿Cuánto pesa el aire
en el silencio?
 

-No puedo respirar-
gritó el cimarrón
apretando el árbol
como un último intento
de abrazarse a su sangre.
 

-Não posso respirar-
dijo el niño en la mina
y el látigo le partió la mejilla.
Era la misma frase que en otras latitudes
repite una muchacha
cuando su amo le desgarra el pubis.
 

“No puedo respirar”
suplicaba George Floyd,
como un pez en las redes,
pero nadie se atrevió
a violentar el protocolo.
 

Cuánto pesa el oxígeno -
piensas mientras te extingues
y huyes con tu latido
como un leopardo en vuelo.
 

31 de mayo 

Lucía Alfaro

San José, Costa Rica

Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y completamente libres. 
Rosa Luxemburgo