miércoles, 21 de abril de 2021
Editorial
Autores publicados
¿Qué fortalezas de carácter he ganado en los momentos más difíciles de mi vida?
Pregunta del día, en Internet
Abril 2021
Gloria Mazza
Eduardo Coiro
Damián Andreñuk
Perla Chirino
Manuel Serrano
Adriano de San Martín
Stella Maris Guibaudo
Ana Barchuk de Rodríguez
Ronald Bonilla
Lucía Alfaro
https://revistaconvozpropia-autorespublicados.blogspot.com.ar/
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor.
Analía Pascaner
Publicación y distribución gratuitas
ISSN 2314-0275
Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner
Eduardo Dalter
Gloria Mazza
Eduardo Coiro
Damián Andreñuk
Yo soñaba mundos nuevos.
Yo vivía una total inspiración
luchando sin descanso por cada triunfo.
Yo creía en esa luz del enamoramiento
como un niño que juega ensimismado
con júbilo y candor
en su pequeño caballo de madera.
Ahora es distinto.
Ahora avanzo
redoblo mi apuesta más sublime
contra todo derrumbe
precipitándome a la muerte.
Los ojos muy abiertos.
No conseguí que me agradaran
quienes hablan con astucia ocultando lo que sienten.
Ahora ya no me detengo
ni me anulo ni me aflijo
ante mi amor desencantado.
No me dejo ensombrecer ni aniquilar
por pensamientos fugaces.
“Que tu sí sea sí y tu no sea no”.
Se paga caro decir sí por mera cortesía.
Decir no por vanidad o miedo o egoísmo.
Lo más terrible es la sonrisa con el alma destrozada.
La ausencia de una abuela custodiando la niñez.
Ese primer otoño sin la madre.
El sexo a fondo con una prostituta
(después la sed se vuelve insoportable)
He aquí mi encrucijada primordial:
ser un esclavo casi cómodo
o ser libre en la intemperie.
Esto es mi vida:
secar lágrimas y lágrimas y lágrimas.
Redoblar con valentía la apuesta de mi sangre.
La Plata, Buenos Aires, Argentina
Perla Chirino
Manuel Serrano
Agua
cristalina
Desde los altos picos llega el agua cristalina. Recógela
en tus manos y llévatela a la boca. Contiene las lágrimas que derramé por ti.
Recuerdos
Cuando las luces de la ciudad se encienden, mi corazón vuela a tu lado y llora tu ausencia.
Llueve
Observa cómo llueve, cómo se lava el ambiente, cómo parece que las cosas se diluyen, pero vuelven a estar presentes cuando cesa la lluvia ya con la cara limpia.
Estrellas
Escucha el titilar de las estrellas en las noches sin luna, te contarán historias de amor.
Manuel Serrano
Valencia, España
Adriano de San Martín
Madre
59.
En el fondo de la tarde
con la arboleda frutal de cámara verde
recuerdo a Madre pedaleando
sobre esa magnífica estructura
de metales fundidos y maderas preciosas
en cuyo centro de hierro forjado
podíamos deletrear S-I-N-G-E-R
La aguja trazaba veredas de pájaros
estelas de pececillos escarlatas
cantos de ojales decorados
y cuando se salía de su ruta
Ella sin lentes detenía mi lectura
para que le ayudase a pasar el hilo de tiempo
por el orificio de la nada
Hoy que barajo lentamente esas imágenes
mientras mi esposa en el taller
pinta sus figuras obesas de barro y canto
percibo el ronroneo del pedal bajo el escritorio
y las manos de Madre enhebran las palabras
sobre camisas y blusas de otra tarde
en que versos y esculturas son canciones
de una máquina en el viento
Del libro
del autor: Caza del Poeta, Ediciones
Andrómeda, 2004
* *
*
Mujeres
Sentadas
o volando.
Desnudas. Plurales.
Danzantes en la labor comunal.
Entre sueños. En el vientre del espanto.
Mujeres
en la sombra.
Al trasluz de la linterna.
En el tren de pasajeros.
En la casa de los huérfanos.
La
historia les pertenece.
La hicieron / la están pariendo.
Nosotros la editamos.
Pero ¿quién pudiera escribir
las crónicas ciertas de sus quehaceres?
Porque
del tálamo a hervir la leche.
En la hora de la siembra y de la siega.
En el centro de la noche.
En el relámpago de la siesta.
En la
caricia apetecida.
En la batalla cotidiana.
En la ribera amanecida.
En la frutosidad de la fiesta.
En la oscurana de la tragedia.
Ellas / siempre ellas.
Sin su
faena no habría luna llena.
Sin su lucidez no tendríamos locura.
Son el
territorio inédito del poema.
Último poema, del libro del autor: San José varia, 2009
Adriano de San Martín
San Carlos, Costa Rica
Stella Maris Guibaudo
Ana Barchuk de Rodríguez
Ronald Bonilla
No podemos respirar
No puedo
respirar, no podemos
hablar, no debemos soñar,
no me dejan brincar,
cuándo podré volar,
quítenme esta rodilla sin aire,
quítenme este cerco, esta alambrada,
quítenme este cepo en la esperanza.
No
podemos respirar, no nos dejan comer,
nos prohíben dormir,
quítenme este yugo sobre la nuca,
este ahogo inverosímil,
no podemos respirar,
no dejen que el látigo se repita una y otra vez,
no me lancen ya más a esa mazmorra,
no me violen una y otra vez en estos sucios cuchitriles,
no me tiren de los pelos,
no me empujen al abismo,
no me torturen en los sótanos del miedo,
por favor, ya no más,
quiero respirar,
no dejen que sangre a la intemperie hasta morir,
no podemos respirar,
denme una cama, un abrazo, una mano,
una escoba para barrer la indiferencia,
arránquenme esta corona de espinas,
denme un martillo
para desclavar tanta inconciencia.
31 de mayo 2020
Ronald Bonilla
San José, Costa Rica
Lucía Alfaro
Silencio negro
Noche
que me libera de las razones,
de los salones, de los sofismas,
de las piruetas, de los pretextos,
de los odios calculados
de las matanzas humanizadas.
Léopold Sédar Senghor
¿Cuánto
pesa el aire
en el silencio?
-No
puedo respirar-
gritó el cimarrón
apretando el árbol
como un último intento
de abrazarse a su sangre.
-Não
posso respirar-
dijo el niño en la mina
y el látigo le partió la mejilla.
Era la misma frase que en otras latitudes
repite una muchacha
cuando su amo le desgarra el pubis.
“No
puedo respirar”
suplicaba George Floyd,
como un pez en las redes,
pero nadie se atrevió
a violentar el protocolo.
Cuánto
pesa el oxígeno -
piensas mientras te extingues
y huyes con tu latido
como un leopardo en vuelo.
31 de mayo
Lucía Alfaro
San José, Costa Rica