domingo, 24 de septiembre de 2023

Editorial


con voz propia Nº 128 

Revista literaria 

Septiembre 2023 


Propietaria – Editora – Directora: Analía Pascaner 

Publicación creada en noviembre de 2006 
Distribución y publicación gratuitas 
ISSN 2314-0275 




Empezar el día decididos a ser felices, le pone condiciones a las circunstancias, en vez de ser nosotros condicionados por ellas. 
Ralph Waldo Emerson 




¡Avanti! 

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas… 
No han de ser tus caídas tan violentas 
ni tampoco, por ley, han de ser tantas. 

Con el hambre genial con que las plantas 
asimilan el humus avarientas, 
deglutiendo el rencor de las afrentas 
se formaron los santos y las santas. 

Obsesión casi asnal, para ser fuerte,
nada más necesita la criatura
y en cualquier infeliz se me figura 
que se rompen las garras de la suerte… 

¡Todos los incurables tienen cura 
cinco segundos antes de la muerte! 

Pedro Bonifacio Palacios (Almafuerte) 
Argentina, 1854-1917
De: Siete sonetos medicinales 




El tiempo corre, y silenciosamente envejecemos, mientras los días huyen sin que ningún freno los detenga. 
Ovidio 



Revista literaria con voz propia 
ISSN 2314-0275 
Propietaria: Analía Pascaner 
San Fernando del Valle de Catamarca 
Catamarca – Argentina 
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 



Las lágrimas que derramé ayer se han convertido en lluvia. 
Thich Nhat Hanh



Autores publicados


La luz entra en ti por tus heridas. 
Rumi 

con voz propia Nº 128
Revista literaria 
Septiembre 2023 


Autores publicados en esta edición



Autores publicados desde inicios de la revista con voz propia
Las expresiones derivadas del material literario aquí publicado, son de exclusiva responsabilidad de cada autor. Analía Pascaner 



Revista literaria con voz propia
Publicación y distribución gratuitas 
ISSN 2314-0275 
Propiedad, dirección y edición: Analía Pascaner


Haidé Daiban

El signo 

El signo en el nombre, 
el nombre en la palabra 
y ella en medio de mi frente. 
Medra en pensamientos y figuras, 
Imágenes que se rearman 
             y disfuman. 
Por dentro y por fuera 
tu figura en tu nombre 
y mis pensamientos 
             en tu nombre,
que es palabra  
             y es signo… 


Un nido, nuestro mundo 

     Entra, amor, 
     entra a la casa, 
     la puerta siempre abierta 
     te espera. 
   En la oscuridad 
   de este cuenco perfecto,
   tus ojos y sus destellos 
   nos iluminarán 
   y el abrazo imperfecto, 
   hondo y protector, 
   sanará nuestra dolorosa soledad. 
Quédate aquí, 
rodeado de estos muros 
que también nos abrazan, 
en este hogar sin aristas, 
redondo como un mundo. 


No, no a ti 

No, no a ti 
padre amoroso 
de hijos palpitantes. 
No, no a ti 
madre protectora 
de dulce mirada. 
No, no al obrero 
de esta tierra
ayudando a un futuro 
que ya no es prístino ni calmo. 
No, no a ti
amigo de días felices 
y cielos centellantes. 
No, no a ti 
que tanto luchaste, 
tu mano extendida 
en el alerta cotidiano. 
No alzaré mi Arma 
ni mi palabra hiriente 
no destruiré tu esperanza, 
solo rezaré contigo 
por la Paz prometida,
por el camino justo 
por un sol naciente. 


El son de la inundación

Blues de la inundación 

Volviendo a la casa, negro, 
el agua se la llevó. 
Negras olas, negra el agua, 
la que todo lo inundó. 
Un manto de espuma blanca 
cubre su honda pena de hoy. 
Las lágrimas acaudalan 
al río, rey    y   señor. 

Las negras y las corcheas, 
en su piano que se ahogó 
cantarán un negro himno 
el blues de la inundación 
Negro huye, negro aúlla 
Carga su desolación. 
Lleva y trae el río negro, 
lo poco que se salvó. 

Los peces flotan su muerte, 
los gritos son un adiós, 
sus sones fueron tapando 
la víspera de ilusión. 
Blues de llanto, blues de duelo 
New Orleáns, requiem-dolor. 
Los cuerpos naves del río 
bailan negra procesión. 
Y nadie pide perdón. Y nadie pide perdón 

*Nota de la autora: El son de la Inundación es un Blues que aún no encontré quien lo grabe. Y lo escribí después de la gran inundación en New Orleans. 


Haidé Daiban 
Buenos Aires, Argentina

Quien no lo sepa ya, lo aprenderá de prisa: La vida no para, no espera, no avisa. 
Jorge Drexler

Anabel Vera Suárez

Mujer de pueblo 

Por qué atas los pies, mujer de pueblo 
Si la ciudad teje cada mañana collares para ti 
Cuélgalos en tu mirada y resplandece 
Cuando el sol queme sus perlas. 
No te atreves a dejar tu casa 
Aunque el fogón dependa de tus manos. 
Atrévete una noche y ve a buscar las estrellas 
Ve mujer de pueblo a regalarles a ellas tu sonrisa 
No seas la que complace el cuidado de los intrusos 
Ni la que sufre por sus faltas, 
Sé de golpe la patrona de tu alegría 
Mientras el hechizo esté en tus labios. 

Estoy aquí 

En el camino se mueven las hojas 
En mi pecho hay cantiga 
De agua viva 
Me voy pasando la mano por el rostro. 
Los recuerdos se hacen un nudo 
Dentro de los ojos. 
Estoy de pie como tú 
Cuando caíste aquella vez 
Dentro de tus vicios, o como tú 
Siempre levantándote de los muertos, 
o como tú cuando cruzaste el fuego 
Y regalaste las botas que llevabas puestas 
A aquél que era tu mayor enemigo. 
Estoy aquí para seguir contigo, cuerpo. 


Mellizos 

El miedo es también parte de la palabra 
Es el punto que salva, el salto de ave aleteando
En el charco mudo, la mosca en los olores rancios. 
El miedo es pantomima, grillete cuando no hay belleza 
Un estrujado paso en el llanto de lo mal hecho 
Es el salvador en todos tus caminos cuando acecha el peligro 
El miedo tiene espíritu y combates contra él, y te 
Pregunta: por qué eres libre. 
Es la parte que une la miseria de alma cuando 
La encarcelas detrás de tu cámara. 


Tarde I 

Qué hay en estas luces de la tarde 
Dónde se ha escapado la risa de lo cotidiano. 
El amor de los hombres, y la palabra que 
Quiere decirle al verso de mayo: espera por tu carta. 
Miro a mi cintura y hay un cinto 
Que busca encajarse en ella. 
Una sombra se cose 
Se agita y envejece con él. 
Qué hay en esta tarde donde estamos viéndole 
A las luces el mundo entero. 


Sabiduría 

No dices cuándo debo andar despacio 
Enderezarme mientras te percibo. 
Quién es tu guardaespaldas cuando 
Quiero preguntarte por la locura. 
Adónde te vas si estoy enfermo 
Por qué el amor duele cuando no toca 
Qué hay en ese sentimiento del triunfo 
Acaso te ves dichosa con la persecución. 


Del último poemario de la autora: Amar de un grito 
Anabel Vera Suárez 
Fomento, Cuba 

No consultes a tu temor, sino a tus esperanzas y a tus sueños. No pienses en tus limitaciones, sino en tu potencial. 
Angelo Roncalli

Daniel Alarcón Osorio

Manifiesto 

Esperé su acercamiento, su reacción, su proactividad, su contacto, su reconocer y pedir de frente para ambos nuevo caminar. Pero no lo hizo, no llegó, no lo quiso, no lo buscó, no lo propició, no quiso. Su ignorante orgullo pudo más. Bienvenida su soledad. Tomaré antibiótico contra Ud. y me curaré y repondré y caminaré. Descanse en paz, el amor que le tengo. 


Planeta 

Se convirtió en transgénero no por moda sino porque albergaba la esperanza que el próximo planeta sería mitad hombre mitad mujer. 


Diablo 

Después de tanto esfuerzo por hacer que los hombres se volvieran malos, entre ellos, los políticos y asociados capitalistas y neoliberales, multiplicadores de pobreza, guerras, hambre, el diablo le pide a Dios encarecidamente lo perdone y lo lleve al Purgatorio e ir al Cielo, cuando se renueve. No aguanta más esa realidad. Ya tuvo suficiente. Lo jura. Pero, el daño seguirá estando. Dice que cuando llegue al Cielo, un diferente sistema social existirá en la faz de la Tierra. Dios se queda serio, serio, pensando en nuevos 7 días. 


Pendiente 

Su asignatura pendiente se llama amor, aunque tenga todo lo demás, y a veces a los demás. 


Vecina 

Esa tarde mientras veían una película y la protagonista mujer, rubia; su mujer, le dijo, que al vecindario había llegado o infiltrado una mujer rubia de otra mara policial, la cual andaba de novia del que había asesinado al hijo de la vecina, esperando el mejor momento para hacerlo pagar el asesinato del hijo la vecina, ahora que el papá del asesino había perdido poder por caer preso por narcotraficante. Di gracias a Dios, y así no tener que matar, yo, al hijo de puta ese que llevaba escondidos buenos años. 


Memorias 

Mi exmujer sólida como nadie, me previno de tanto, pero no de ella misma. Cada quien por su lado marca su rumbo. En la cárcel. Yo, en el panteón. 


Textos tomados de la página web del autor, en Relato 
Daniel Alarcón Osorio 
Guatemala 

Estamos entrelazados en la única trama del destino, atados en una red ineludible de mutualidad. Lo que afecta a uno directamente, afecta a todos indirectamente. 
Martin Luther King Jr.

María Alicia del Rosario Gómez

Tal vez el verso 

Ya estrofa, ya balada, ya poesía 
Tal vez el verso escuche esa otra voz 
Alimento del yo, que maravilla 
La voz de la preciosa pertenencia 
¡La de sublimes ejércitos de ideas! 
La voz que mueve espíritus 
Y en dulce panacea los renueva 
-caravana que nubla la razón y embriaga- 
Hasta darles corpórea relevancia humana 
Quizás el verso hable en otras voces 
Y a través de los sueños tenga vida 
Pretenda no ser parte de una estrofa perdida 
Sino celeste inmensidad que anida 
Ya estrofa, ya balada, ya poesía 
Mi verso tiende a encontrar tu savia 
La sensible y piadosa savia viva 
Savia que a todo amor inspira 
Porque así, y sólo así, mi poesía tendrá vida. 


Homenaje a Miguel Hernández 

Qué cantos, qué sirenas... 
¿Qué aullidos, del recuerdo, romperán las cadenas? 
Y en los muros de tu sagrado encierro 
¿Qué secretos funestos escondidos te llevas? 
¡Ah Miguel, el de Orihuela…! 
Ah poeta -en compromiso de una idea- 
Si los ángeles acunaran tu marcha de pastor 
Y Góngora te hablara, como ayer, al oído 
Creeríamos, todos, que aún no estás vencido. 
Tu caminar poético nos muestra la contienda 
Poesía y palabra: Machado. Rubén Darío. 
Y en el verso creyente, el abrazo al amigo…
Una fuerza fluyendo entre pastos pisoteados. 
Por cabras abonados, en tus sueños de niño… 
Las letras españolas acunaron tu esencia 
Y lamentan el sino de tu partida enhiesta 
Guerrero enamorado del poema naciente 
Tu recuerdo acaricia la humanidad doliente… 
Un Neruda, en la historia, 
va contándonos cuitas de luna paseandera. 
De tu luna ¡Maestro! De tus versos geniales 
De esa sombra entre luces, de esa luz entre cruces… 
¡Oh Miguel de la historia! 
Como un rayo certero, penetras la palabra 
Y un soneto de muerte se agita en la memoria 
¡Ah Miguel de Orihuela! 
Cabalgata nocturna de romántica espuela. 


César Vallejo, el poeta libre 

Poeta de las alturas ignotas de nuestra tierra 
que al encuentro de la muerte con tu vida siempre fueras. 
Poeta que en la miseria de las cosas terrenales 
convertías ese mundo en caminos celestiales. 
Juego al que juegan los grandes…
“Un juego sin contrincantes” 
de esa tu mirada oscura nadie captó realidades. 
Tras tu ausencia, esa mirada, nos descubrió lo que vales
Lo que tu mensaje brinda, lo que tus letras confirman… 
¡Lacerantes tus momentos de solidario abandono…! 
¿Cómo ibas a quejarte del sufrimiento unitario 
cuando en las calles veías el sufrimiento de hermanos? 

Vallejo de las alturas, con los Andes vigilando 
César Vallejo en la historia, de tu gente mendigando 
Un sacerdocio del alma conquistó tu gallardía
que se sumió en la protesta hacia una sociedad mezquina
 … 
París…y más tarde Rusia, y tu andar por una causa 
“La noble causa del pueblo” 
Fueron tus huellas profundas, alma de tu poesía… 

El poeta te surgía con cada encuentro mundano 
Cada noche, en la vigilia, tu palabra nos crecía… 
Una Lima acusadora de tu conducta insaciable 
despertó a la libertad, que por tu sangre corría. 
La cárcel fue una almohada de seda para tus sueños 
Construir en la injusticia, fue tu pensamiento madre 
Y así nació tu palabra, entre barral y humedades. 
Un sacerdocio del alma conquistó tu gallardía 
y se te metió en las venas aquella sed de conquistas. 
Venas que vieron correr esa tu sangre mestiza 
Vallejo de las alturas, con los Andes vigilando 
César Vallejo en la historia, de tu gente mendigando 
Cada noche, en la vigilia…tu palabra nos crecía… 


Últimos dos poemas, tomados de: http://www.aveviajera.org 
María Alicia del Rosario Gómez de Balbuena 
Goya, Corrientes, Argentina

Hay que saber que no existe país sobre la tierra donde el amor no haya convertido a los amantes en poetas.
Voltaire

César José Tamborini Duca

Dos esquinas 

De una esquina de Barracas 
de los Corrales del Sur 
atravesando barriadas 
con su cortejo malevo 
se fue ‘el chileno’ pal Norte 
para el barrio de Palermo, 
a provocar a aquel hombre 
en otra esquina cualquiera. 
Los contemplaban pasar 
almacenes con candiles, 
con sus efímeras luces 
y sus partidas de truco;
eran doce, ni uno más, 
los taitas de aquel cortejo. 
Los palermeros los vieron 
en entreverados cortes 
de cuchillos relumbrones; 
los conoció el malevaje 
en esas chispas y hachazos, 
Pedro ‘el mentao’, el del Norte 
sacó sangre a borbotones 
de aquel pecho varonil 
que nunca más volvería 
a los Corrales del Sur 
…por una cuestión pueril. 
Y las guitarras cantaron 
alborozadas la historia 
que aún está en la memoria 
de las dos esquinas patrias. 

Nota del autor: Versos inspirados en el relato de Jorge Luis Borges, ‘Hombres pelearon’, un entrevero de cuchilleros. 


1. Renacer 

Quien teniendo la frescura de tus años 
se atreviera a arrebatarme, de los míos 
el peso solitario, duro e impío 
de aquel amor frustrado, que hace daño. 

2. El amor 

Amor, te dicen mis ojos abiertos 
cuando te miran, pues estoy despierto; 
y si dormido, mis ojos cerrados 
te dicen amor, eres mi amor soñado. 

Amor, te dicen mis labios sedientos 
cuando tus besos quítanme el aliento 
y sin reposo te susurran luego, 
amor, amor, es mi amor un fuego. 


No es posible el olvido 

Las amargas luces de distancia 
obscurecen los días del migrante, 
que comprende, ser hoy, alguien distante 
de poblados, de chacras y de estancias. 

El potro, el caldenal, el trigo 
la llanura infinita de la pampa
acelera su latido en una trampa 
de recuerdo, y de nostalgia de su abrigo. 

Es el fuerte sentimiento del amigo, 
es jugar en el campito a la pelota, 
es recuerdo de sus calles que han traído 

el certero sentimiento que no hay otra; 
es palabra de los padres: “ven conmigo” 
y es la cruel amargura del no olvido. 

Febrero 2021 
Nota del autor: Este soneto quiere ser un homenaje recordatorio de las maestras de mi pueblo, Lonquimay, que supieron o al menos pretendieron brindar la mejor educación: Srta. Margarita Moyano, Srta. Esther Chaves, Sras. de Mazzoni, de Andía, de Montero, Srta. Inés, Srta. Ibarra, Srta. Costa. 
“In memoria” de mi hermana Norma. 


Pa’ una mina retrechera 

Vos que sos lo contrario de ranera 
minushia brava que batís empaque 
pues tus pilchas no adornan a cualquiera 
-sólo vale la percha y el rebusque- 

Por eso es que yo quiero guiyarte 
mancusándote de paso algunos versos 
pa’ que yeguen primero que mis besos 
y el abrazo dispuesto a descolarte. 

Chamuyarte al oído en un cantito 
enllenándote con dulce las orejas 
-dulce leche en las dos, y bien parejas 
pa’ comerlas tal si fueran cubanito-;

luego el beso pa’ acunar este purrete 
-esta lengua pequeña y juguetona-
en tu oreja, que es catrera rebuscona 
a la cual me aprospicuo lentamente. 

Son parolas bien de buten que te ortiva este garabo… que se apoda ‘Cronopio’ 

Retrechera: persona simpática 
Ranero/a: del barrio de las ranas; se aplica a personas del bajo fondo 
Guiyar: dar, brindar 
Mancusar: hablar 


Poemas tomados de la página web del autor
César José Tamborini Duca 
Lonquimay, La Pampa, Argentina

Tenemos el derecho y el deber de la esperanza. 
Jorge Luis Borges

Cleide ‘Mimí’ Muglia

La Tierra que se fue 

“Historia, es ese minuto que quedó a nuestras 
 espaldas, que ya no podemos cambiar pero que 
podemos enmendar en el paso siguiente.” 

Ya sé, hay muchas cosas que no entiendo… y eso que estoy en segundo. Pero son cosas que no tienen que ver con los números y con las letras. 
No entiendo por qué ahora que no hay tierra me regalaron este fútbol tan grande, yo seré algo duro de entendimiento pero los mayores hacen cosas raras. 
Tampoco entiendo por qué cambió este lugar, si era tan lindo. Con un poquito de viento se levantaba finita la tierra formando fantasmitas que jugaban con el sol. Es cierto que nos ensuciábamos mucho, pero ahí cerquita estaba el río y con un chapuzón todo se arreglaba. 
Todo era nuestro, el pasto verde, los árboles llenos de frutos, las flores, pero el río… bueno eso era lo mejor. Nos bañábamos, jugábamos hasta cansarnos. Tirábamos piedras haciendo sapitos. En ese juego, mi hermano Rafael siempre ganaba. 
La escuela no quedaba cerca, pero íbamos con Carmela; qué mansa esa yegua, a veces se paraba a comer pasto tierno; no sé si era tan tierno, pero ella tenía dientes amarillos, fuertes y duros. La señorita Graciela nos esperaba con su guardapolvo blanco, un beso y el mate cocido caliente con azúcar, el pancito lo amasaba Doña Tere. Era lindo, hacíamos dibujos, números, teníamos una caja grande con lápices que habían mandado desde lejos; siempre andaban mandando cosas porque Graciela escribía y escribía cartas pidiendo y a veces se acordaban, otras no porque parece que eran muchas las cartas. 
Papá trabajaba en los sembrados y cuando iba al monte traía algún animalito para comer y frutas. Mamá cortaba caña, nosotros la chupábamos; era rica y los domingos comíamos tortas fritas. Todo era lindo y con color. 
Todo eso fue antes de que este globo gris, frío, enorme nos envolviera. 
Él nos ocultó los terneritos blancos que corrían por el cielo y todo lo que era nuestro, los lápices, la escuela, el pancito caliente, Carmela, la caña dulce, las tortas fritas, y todo lo que nos gusta tanto. Ni siquiera sabemos en qué lugar está Negrito, el cachorro manso que siempre jugaba con nosotros y se tomaba la leche que sobraba después de ordeñar a la vaca Coca. En ese lugar sólo hay personas aunque Carmela y Negrito eran de nuestra familia, y no están aquí. 
Todo empezó… no sé cómo, tampoco sé cómo pasó: ¿Quién pudo hacer enojar al río? Siempre fue tan bueno. ¿Será por las piedritas…? ¿O porque le sacamos peces…? No, porque papá dice que si es para comer no está mal. 
Solo sé que empezó a llover con fuerza, con ruido, que el charco se volvió lago y el lago se desparramó tanto que todo era lago. Que no se vieron más las casas, los árboles, los animales, todo se cubrió de un olor distinto, feo y se puso oscuro y pegajoso. Parece que estamos encerrados en una lágrima gigante, o en un globo enorme, porque por todos lados está ese triste color gris. Quizá sea una lágrima, repito yo y los otros chicos me dicen que estoy loco. 
Vinieron hombres de lejos, con máquinas que hacen … Paf… Paf… Paf… con un molino enorme sobre nuestras cabezas. Después todos en la lancha, pero no sabía en qué lugar estábamos, todo era igual, frío, gris, sin otro color, ni arriba ni abajo ni a los costados. Se fueron los corderos del cielo celeste, la escuela, Carmela, Negrito. 
Todos mojados, fuimos a un lugar grande, oscuro, seco, frío; había mucha gente, muchos chicos; algunos colchones, mantas; un plato de polenta para cada uno y también Graciela que en vez de escribir números y hacer dibujos repartía caldo caliente. Pero igual hacía frío, no teníamos ni sillas ni camas. Nos dieron ropa seca un poco grande, pero era mejor que estar mojados. 
¿Por qué se puso mal el río y el cielo nos dejó sin corderos? Si esto es un globo como pensaba ¿quién lo sostiene? Si es una lágrima ¿quién pudo llorarla? Es mejor que sea un globo porque si se suelta puede llevarnos a un lugar donde tengan un gran sol amarillo como el que yo pintaba y pasto verde como el que comía Carmela. Pero si es globo puede reventar ¿y qué va a pasar entonces? 
Yo pensaba en lo arrepentido que debía estar el que enojó al río. 
¿Vendrían de lejos a traer la tierra? No sabía si Graciela podía escribir ahora. ¡Qué difícil poner los árboles en su lugar!, los nidos, pero si lo hacen puedo jugar con el fútbol nuevo, por ahí pueden… 
Por ahí encontramos todo: la casa, la escuela, y no se perdió nada; por ahí es un cuento feo que termina bien… 


Cleide ‘Mimí’ Muglia
La Plata, Buenos Aires, Argentina

La esperanza, al igual que un hilo de luz brillante, adorna y anima nuestro camino. Aun en la más oscura noche, emite un rayo brillante. 
Oliver Goldsmith

Gustavo Reyes Escalona

El curso del amor 

Estoy sentado 
en el umbral del mundo, 
con mis manos dormidas 
puedo alcanzar el sol, 
con mis labios resecos 
besar la tierra; 
puedo escapar de galaxia en galaxia
buscar el futuro 
a millones de años luz 
y regresar al pasado, 
estoy sentado en el umbral, 
todo lo puedo 
salvo cambiar, el curso del amor. 


Identidad 

Tal vez soy un intento 
un ángel, una bala 
o una golondrina que a destiempo emigró; 
El arte es un hechizo
del que nunca me abstengo 
Guernica, navegar en La Jungla 
Concierto de Aranjuez 
Quijote, Paradiso 
y enlutar mis neuronas 
en abril veintitrés 
el amor es mi icono 
mi credo, mi partido 
de la muerte… 
Zweig, Hemingway, Van Gogh 
Quiroga, Haydee
desde la losa fría 
los ausentes dan luz 
yo aquí sigo, iluminando versos, 
es por ellos que vivo, 
la paloma y la bestia 
que anidan en mi sangre 
siempre están al acecho. 


Humanos 

Estamos hechos; 
de la costilla de Adán 
y la manzana 
de la mentira, 
de la nada 
de la eclosión del odio 
y del deseo, 
de la duda,
de la ternura desgranada; 
somos un pedazo de Cristo 
y de Satán las vísceras 
solo el descuido de Pandora 
nos ha hecho humanos. 


Juntos 

Soledad, 
luego la luz 
y anduvo junto a ella 
rectos, paralelos sus caminos 
él, le abrió su pecho 
ella, habitó lo más profundo de su ser 
plantaron el árbol
de las palomas blancas 
concibieron hijos 
los amaron 
la vida toda 
rectos, paralelos sus caminos 
el hombre y la esperanza. 


Gustavo Reyes Escalona 
Vázquez, Puerto Padre, Cuba

Hay un camino seguro para llegar a todo corazón: es el amor. 
Concepción Arenal

Santiago Risso

La soledad 

La soledad es el estrépito de la ola 
contra la orilla de la playa 
viene y va 
en un vaivén incansable, 
soledad se cultiva en soledad 
crece cual hierba 
hasta hacerse bosque indescifrable,
la soledad es arena movediza 
que me arrastra a lo profundo 
un eslabón interminable 
con el peso de la vida 

La soledad es conocer tu nombre 
y no poderlo pronunciar 
estar aquí, allá como un dios 
que crea y está solo 
un cangrejo en la playa
camina marcha atrás 


El mar... 

El mar 
ropaje encendido 
fulgor de ondas 
llamaradas en el 
horizonte 
sigilosamente 
el estío
poniente en mi 
frente 
el sol es un 
lagarto 
que derrama 
sus mañanas 
despanzándose 
frente a la luz 
del tamiz 
ondeado en quietud 
danzando al viento 
Mis ojos han 
caído 
para siempre 
en el mar 


Creer 

si no puedo tocar la luz 
entonces cómo me aferro
a la noche 
muchacho: 
la energía luminosa es intocable 
sólo el sol 
con sus rayos 
puede tocar tus párpados 
apenas aprietas el interruptor 
y la increíble 
descarga 
enciende 
o se apaga


Incomprensión 

desde niño 
sentí 
que las paredes 
sofocaban 
mi garganta
y un collarín 
daba vuelta 
a la manzana 
de mis deseos 
jalaba la falda 
a mi madre 
y le decía:
“quiero esto” 
“aquello” 
ella me respondía 
con su sonrisa 
cuánto me amaba 
yo incomprendido 
ojeaba el chiste del día 
y daba vueltas 
haciendo maromas
sobre las páginas 


Poemas tomados de: www.antoniomiranda.com.br
Santiago Risso 
Lima, Perú 

El futuro es mío en tanto vivo. 
Clarice Lispector

Dora Giannoni

Mestizaje

Chacana 
y cruz cristiana 
Cruce de caminos 
que no se oponen 
en popular mestizaje 
como deseaba 
Arguedas 
en criolla koinonía 
como Martí quería 
Armonía americana 
Cruce de caminos
hacia arriba, 
hacia abajo, 
a los costados. 
Hacia los cuatro 
puntos cardinales 
Una y otra conductoras 
de un camino arriba y Adelante 
siempre adelante 
del pueblo americano!!! 

*Poema inédito 


A Darío y Maxi, compañero

Hace diez años 
intuí la tragedia. 
Algo me decía 
que iba a suceder 
y desgraciadamente
no me equivoqué… 
Desde mi vivienda 
en Palermo
en esa mañana fría 
mi corazón 
estaba en Avellaneda. 
Tenía que suceder; 
estaba fríamente calculado 
nada es más peligroso 
para el poder y el sistema
que la poesía, el arte 
el pan compartido,
la popular cultura 
que se da entre los pobres 
y oprimidos 
porque siempre 
el amor que se da 
hasta las últimas 
consecuencias 
fue crucificado. 
Mártires de mi patria. 
Sangre joven 
entregada por valor 
y compromiso 
la memoria no será borrada 
y la obra que dejaron 
seguirá dando frutos 
de amor multiplicado 
en miles más 
que vendrán a beber 
del agua clara, 
del ejemplo de amor 
que nos dejaron 
Maxi y Darío ¡presentes! 
una y mil veces 
en esta patria dolida 
que tanto necesita 
de modelos de verdad, 
entrega cotidiana 
y el ansia de justicia 
practicada 
“no por caridad ni piedad 
sino por compromiso amoroso”, 
como decía Pablo Freire. 

                                                 29-06-12 


Último poema tomado de: https://lanoticiasl.com/2097/ 
Dora Giannoni 
Buenos Aires, Argentina

La debilidad luchando con el poder nada puede esperar de la justicia de los hombres. 
Tito Livio

Gladis Ataide

Sin retorno 

                  “Caminante no hay caminos, 
                     se hace camino al andar…” 
                            Antonio Machado 

¿A nadie le importará lo que hemos sido? 
La vida sumó horas sin retorno. 
Sufrimos. Reímos. Gozamos. 
Caminamos…caminamos… 
a pesar de las lluvias y de las tempestades, 
esquivando escollos, cruzando abismos 
    mientras la vida teje lienzos. 
Nos caemos y nos levantamos. 
Jugamos con versos tras los pasos de Machado. 
Sentimos la tibieza del sol y el ácido alambre de la lluvia. 
  
    -Ambigüedad de muertes y orgasmos- 

        ¡Nada es indeleble! 
Terminaremos envueltos en ceniza 
como leños en la chimenea. 
  Con los ojos lacios apagaremos la luz  
        para lamer nuestra soledad. 


Se permitió llorar 

Las agujas de los pinos disparadas al viento. El aroma del río… 
Se permitió llorar… Tenía la libertad de ser una mujer que se desgranaba en lágrimas. 
Helados potros del dolor invadieron soledades. Punzadas en el pecho, miedos, puños apretados, rabia, impotencia… Y es el tic-tac del reloj el que la acuna en su tristeza y la deja atrapada en su péndulo. La aguja se detiene… El tic-tac llega a su mente con sonidos siderales y un eco pronuncia su nombre desde siniestras oquedades. Ella es una lámpara sin luz…un pájaro desalado… La calle está vacía y el crujir de las pisadas hace gritar las huellas. Los jadeos unidos a la piel…
¿Dónde quedaron soles y mariposas del ayer? ¿Qué es lo que pasa, gente en la calle, gente en las plazas, gritos y llantos? ¿En dónde está el que con su amor la envuelva cuando ella necesite un sol que la disuelva? Ahora sólo días grises, pájaros desvalidos sin voces, sueños sin manos, virus malignos, nieblas oscuras, letras y palabras envejecidas y llantos que pugnan por derramarse… 
¿Dónde está el espíritu sombrío de cuya opacidad brote la llama? 

Se arrebuja entre las sombras en un adiós quebrado… 
Aspira ávidamente, alza sus brazos al cielo. Se siente loba soplando con fuerza para que la luz se transforme en caricia y las lágrimas, perlas que se lleve el río. 

                                                            12-06-2020 

Gladis Ataide 
Balnearia, Córdoba, Argentina

Lo que creemos que es posible define lo que somos capaces de crear. 
Nassim Haramein

Amadeo Vicente Gravino

Milena toca el saxofón

¿por ella pasa la música 
como una tempestad 
que hace temblar la tierra? 
¿los sagrados misterios 
de la música?
¿ella es un hada 
y trae la música 
para iluminarnos?
¿hace que llueva música? 
¿que conozcamos
la vibración del mundo? 
¿nos acercó el universo? 
¿la magia? 
¿la paz? 
¿el paraíso? 
¿el satori? 
¿la Verdad? 

¿Piazzolla/ 
Charly Parker/ 
Chopin/ 
Vivaldi/ 
Ginastera/ 
Mozart 
corren por sus venas? 
¿habitan latidos de su corazón? 
¿son su soplo de vida? 
¿ella es hermosa 
vuela 
conversa con los ángeles 
y bendice con música?
¿hace que todo cante siempre? 
¿que todo sea fiesta siempre? 
¿ella es un personaje de Chagall? 
¿ella es la música?


Juan Gelman y yo, un recuerdo 

para Xavier Oquendo Troncoso 

igual que otros lectores y amantes de la poesía 
estuve en el teatro San Martín 
junto a Vanasco y Trejo y Ditaranto 
cuando Juan volvió al país 
después de tanta persecución 
y tanto sufrimiento 
y Ditaranto dijo el discurso de bienvenida 

Juan había estado en ‘El Pan Duro’ 
grupo de poetas rebeldes de fines de los 50 
junto con Héctor Negro y algunos más 
lo vi muchas veces y lo traté con timidez 
en la revista ‘Hoy en la Cultura’ de los 60 
donde también conocí a Tejada Gómez y Mercedes Sosa 
a Juan ya lo teníamos como referente 
eran los tiempos de ‘Gotán’ y el ‘Velorio del solo’ 
yo andaba por mis 20 años 
recién llegado al mundo de la poesía 
admiraba su particular manera de decir 
su acento tan personal y nuevo para nuestra poesía
que había elogiado don Raúl González Tuñón 
en el prólogo a ‘Violín y otras cuestiones’ 
su obra inicial 

en los años 70 Gelman leyó mi primer libro
mientras era periodista en editorial Abril 
y generosamente dijo que le gustó 
y que no dejara de escribir/ que había pasta 

después él anduvo en la lucha contra la tiranía 
como Urondo y Rodolfo Walsh y muchos otros 
ya no era fácil poder verlo en la ciudad incendiada 
apenas sabíamos algo de él de tanto en tanto 
mataron a su hijo y su compañera embarazada 
y entonces Juan escapó del país de Videla y sus matones 
que nos condenó al infierno 
...................................... 
el día de su retorno fuimos una multitud 
fue una gran fiesta popular 
una celebración para nuestra poesía 
una victoria contra la muerte 


Amadeo Vicente Gravino 
Buenos Aires, Argentina

En última instancia, los músicos deben hacer música, los artistas deben pintar, los poetas deben escribir, si quieren estar en paz consigo mismo. 
Abraham Maslow

Justina Cabral

Haiku verde 

Todos los sueños 
respiran color verde… 
¡Mi felicidad! 


Multitud 

La dueña del globo rosa, 
Aquella niña pequeña, 
observa ronda de niños 
alrededor de una mesa. 

Y en sillita de madera
baila pequeña princesa,
cabellos como de mar, 
y sueño de ser sirena. 

Pero el celeste la reta, 
y su carita en rincón 
asoma, mientras le bordo 
estas letras con amor. 


El abrazo de Mercedes 

Mercedes abre sus brazos, 
abraza la luz del sol, 
al viento con su canción, 
a la cosecha del campo. 
Al molino, al ganado, 
a las flores por nacer, 
a las orquídeas que ve, 
suspirando por la luna… 
¡Todo abriga con ternura
con su corazón de miel!

Mercedes, voz de la tierra… 
Mercedes, patria, canción… 
Mercedes, lucha, dolor… 
Mercedes, alma que sueña. 
Sube… sube, vuela… vuela… 
¡Libertad al infinito! 
Brillo… brillo… brillo… brillo, 
Brillar… brillar y brillar… 
¡Mercedes, tu nombre es paz 
que se quedó al lado mío! 


Justina Cabral 
Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina

Cada niño que viene al mundo nos dice: Dios aún espera del hombre. 
Rabindranath Tagore

María Pugliese


Esquiva con sus curvas las aristas del prisma en la puerta entreabierta. 
Traza con espesor, altura y ancho las dimensiones de su geometría. 
Contiene formas y cuerpos. 

En cada uno de sus bordes percibo un aroma diferente. Hace apenas un instante, por ejemplo, emanaba desde la nuca un perfume de enebro, e impregnó cada movimiento con vapores de incienso. Dejó su sal en las comisuras de mis labios y por ella sé del agrio sabor de la distancia. 

Se suspende en círculos sobre el cubo imperfecto de la silla y se libera con arcos que emergen hacia atrás. 

Se extiende sobre el rectángulo del diván y de la cama, intersecta diagramas y sentencia su propia ley.

Devana las líneas paralelas del machimbre y en esferas de tules se dispone a rodar… 


         *   *   * 

por las vísceras y su madeja de preguntas 
por las yemas de los dedos 
que delatan 
lo que habitaba 
y parecía quieto 
por la planta de este pie derecho 
que va siempre delante del izquierdo 
por mi lengua 
que sólo reconoce 
la única evidencia de los besos 
por la piel agrietada 
que amasa estaciones 
y que en lugar de reducir distancias 
se abanica con ondas de intensidad en celo 
por la espalda cansada
que sostiene 
por la nariz 
que se desprende de todos los olores 
e inhala los bullicios de la sangre 
por oídos atentos 
por lava donde hubo saliva 
por la base del cuello 
que enhebra lirios muertos 
por un hombro y el otro 
por la ilusión 
que engendra a su pesar
desgano 
por la sien 
que reniega 
no por lo andado ni por el abandono 
no por lo que no fue 
ni por las turbulencias del ensueño 
no por el hambre 
ni por el muro que clausura puertas 

ni siquiera 

                   por eso 

sí por las vísceras 
sí por el hoy 
sí por los que estuvieron 
sí por ellas 
sí por su madeja de preguntas 
sí 
porque
sí 


Del libro de la autora: Cripta de Amor. 1ª edición, Botella al Mar, Uruguay, 2018 
María Pugliese 
Muñiz, Buenos Aires, Argentina

Lo que puede el sentimiento no lo ha podido el saber, ni el más claro proceder, ni el más ancho pensamiento. 
Violeta Parra