No pierdas los sueños
No fue lo mismo y ni siquiera hubo sorpresa
en tu rostro, pero la pasión fue más fuerte ¿por qué las esencias no pueden ser
siempre mágicas? ¿Por qué ya no quiero verte, si soñaba con vos todos los días?
Hoy sólo quiero recordarte feliz y hermosa. No existió más la misma inocencia,
que rápido se evapora y es lo mejor. Necesito hablarte pero tengo miedo de que
no te acuerdes de mí, hoy es tu mejor día, mi noche todavía no empieza, no se
puede superar la magia de la inocencia. Se opaca el color de mi anillo, está
gris oscuro como el cielo que ahora contemplo, perdió pasión y sólo te extraño.
La
noche llegó, el sol quedó con sus lágrimas y yo saldré a buscarme, necesito
llegar calmado para conciliar el sueño; lo que me prometiste allí no estaba, me
lastimó el no encontrar nada, después… no me acuerdo de nada…
Entre las sombras de tus palabras el cielo
se desvanece y me dices que quieres hacerme bien, los espejos distorsionan la
imagen y tus ojos son vidrios donde me reflejo, si nunca tuviste pasiones ¿cómo
me puedes entender?
Sólo miro el decálogo, la soledad me abraza
y sigo mareándome cada vez más, ¡el desgarro en mi pecho no me deja vivir y con
cada movimiento se hace más grande y el dolor está siendo muy insoportable!
¿Dónde estas? ¿Cómo estas? ¡Te imagino con
tu hermosa sonrisa disfrutando la vida! mi corazón quiere que sea así. Mi alma
está destrozada ¿por qué el amor no existe? Mi corazón te quiere ¿Para qué? Si
tú no me das vida.
La marea de inconscientes me llevó ¿nos
volveremos a ver? Yo te busqué todo el año y este también te voy a buscar.
Jamás vi un rostro tan bonito y te perdí en la corriente. ¡Por favor! ¿Dónde
estas? ¡Ayúdenme a encontrarla, quiero conocer su cielo! No pierdas tus sueños
en ellos creo que me encuentro yo.
¿Viste? La única manera de volver a verte es
a través de los sueños, pero se me están dañando…
… el cielo no me responde
Hoy soñé que el cielo me hablaba, fue real y
me levanté de la cama por primera vez en mi vida con una fulgurante sonrisa. La
ilusión brillaba mientras me cambiaba y quería correr a ver la respuesta del
cielo en la ácida oscuridad del ciego.
¿Estaría allí? Seguro, el sueño esta vez no
me puede engañar, ella me hablaba, escuché su voz soberbia y dulce como una
diosa.
Tengo un poco de miedo que no esté, sé como
puedo terminar esta noche y el daño que yo logro hacerme, ¡la desilusión me
lastimaría y no quiero que vuelvan a colorearse mis brazos! del divino y puro
color de la vida.
La respuesta allí no estaba, nunca me va a
contestar, y no sabes cuanto te necesito, como vos también pedías a gritos que
te abracen, vos sabes lo que se siente, ¿por qué no me hablas?
Caminé errante con mi oscuridad azul, estuve
perdido en el parque y no sé qué estaría haciendo. El cielo me mira gris y
gélido ¿será real o yo quiero que exista? Me responden mis brazos que arden en
tonos dispares, ellos son los que hablan por mí, te muestran lo que siento por
vos, arista de tristeza porque no me hablas y cada vez me alejo más de vos.
¿Sólo en mi vivirá? Te quiero… en serio…
Quiero que me abraces con tu azulada vida,
donde yo pueda descansar tiernamente con una leve sonrisa de paz.
Textos del
libro Sinua, 2009
Eric Wyllie. Lincoln, Buenos Aires,
Argentina
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