martes, 4 de noviembre de 2014

Gonzalo Salesky

Resplandor

¿Por qué las lágrimas si no me han derrotado?
¿A quién le dejo mis ganas de volar?
Sé que en la noche hay luz aunque no brille
y en el silencio hay tanto que escuchar…

Ya no me importa oír este lamento
aunque el otoño se lleve el resplandor
de aquellas hojas que acumulan presagios.
Se está acercando, y no es sólo mi voz.


Noviembre

Gracias a tu vida, sigo caminando,
ungiendo mi esperanza con tu aliento
aunque crezcan el tiempo y la distancia.

Dar de nuevo y barajar no será fácil
a pesar de mi camino y de tus huellas.

Las cosas no serán diferentes
una vez que el cielo esté perdido.
Porque no olvido tu amor quiero volver
eternamente al sol que nos cuidaba.


Al partir

Sigo pensando que lo mejor es irme
en vez de ver gastadas retahílas.
La frente alta, el corazón intacto,
mi alma marchita, la fuente sin monedas.

El cenicero gris y sin sentido,
las copas de ayer llenas de vacío…
Vuelvo a sentir que me llena el desgano
al repetir nuevamente el recorrido.

El reloj de arena quedó atrás
y será el mar quien cure mis promesas.
Dibujaré mis sueños tantas veces
como sea necesario, al partir.


Gigante

¿Adónde vas, gigante de las sombras?
Descubre un poco más de tu silueta.
Usaré siempre el mismo traje gris
pero de lejos desvistes mi tormenta.

En el otoño fuiste sal y luz de día,
quizás ahora, final y dios a medias.
No esperaré a cubrirme con silencio,
sólo te dejo mi parte en la cosecha.


Sin piedad

La historia de mi vida se repite sin dueño
y vuelvo, adormecido, e intento respirar.
Así como el invierno destiñe los caminos
tu ausencia es la que me hace odiarte sin piedad.

Fue tanto lo que amé, tanto lo que intentamos
que al volver a pensarlo siento que di de más.
No creas que al volar pudiste deshacerte
de mi sombra a tu lado. Te sigo donde vas.

El cielo es un reflejo de lo que llevo dentro.
La vida, el camino de vuelta hacia el altar.
El sol me desalienta a seguir buscando paz
aunque no me despierte antes de cada sueño.

Seguramente un día estarás disponible
y toda esta nostalgia verá la realidad.
Tu ausencia es la que me hace odiarte sin piedad
así como el verano espera su destino.


Poemas del libro Presagio de luz. Febrero 2011

Gonzalo Salesky. Córdoba, Argentina



2 comentarios:

  1. Gonzalo lindos poemas
    Siempre dejas rastro por donde pasas con esa mágica fuerza en tus versos
    Un saludo

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