Moisés
Miras la hojarasca cobriza del cielo
ábaco el vitriolo resuena
dentro del galopar enemigo
aquel
abismo te embiste con su lengua de rocas solares
el
barquero se enamoró de un árbol de fuego detrás de la celosía
líquidos
termales en la pulpa de tus pupilas los recuerdo ávidamente
quise
ser el mar fragmentado en dos hemisferios
construiré el puente de viento para tu piel
(escribe el faraón derrotado)
pude ser tu aliado en esta encrucijada     
sus pies se queman
al contacto de aguas taciturnas.
Quijote y el otro
abismo 
                                   A Michelle
Esta mujer 
deduce la geometría en los molinos de viento
en qué dirección viaja el fuego en su abrazo
espero en sus muslos una bandolina 
mi armadura no se compara con el acero de Toledo
has cabalgado durante varias vidas
para llegar a sus ojos y no salir jamás de su ceguera
cuanto amo en ella la argamasa de la locura.
Materia
de Ríos 
                    Corazón, oye como cantan
los marineros!
                                                   
Stéphane Mallarmé      
Redes magnéticas en el azur 
se sumerge la algebraica cifra
fraccionar los frutos
                            
restar palabras para el ardor 
son los últimos días del libro
numismática donde forjas el arte del bronce
espejo del faro
no refleja
la isla de Manhattan fue comprada
por enfermizos marineros holandeses
qué metálico fulgor pulsaba 
el ancla en el cántico de las olas  
el bisonte mira la luna 
los mensajes de humo rojo
los amantes se bañan en el ocaso de una era
guerreros de rostros maquillados 
el cuerpo es una máscara hermética
cuál será el nombre que lleve nuestro barco
no comprendí las canciones que coreaban en
reventar de mareas
tierra a la vista
tierra a
la vista…    
Acerca
de un grabado sobre el romance de Genji 
Vaciada joya en espada de doble filo
la embarcación dormita
sobre mercurio
Murasaki  
describe el último beso sobre papel de arroz
después de mil años
quién se atreve a traducir tus caligramas
la seda  inunda  nuestra 
luna.
Espuma 
          entraron vuestros amores y mi firmeza
tomaron 
                                                        
Jorge Manrique
Asediar un soneto ciego 
en la arquitectura del verso
es cantar el sinfín en la melódica del mar
saeta multiforme en bóvedas y galerías
el clima sonoro de la no-sinfonía
contiene el vacío de la espuma
en tus labios.
De Refractario en Altamar. Premio Nacional
de Poesía, Fondos concursables del Ministerio de Cultura. Poética en danza fragmentada
Juan Carlos
Miranda. Quito, Ecuador
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner