Confidencias
Desde el patio
me mira
con sus ojos grandes.
Dejo de saborear la sopa.
¿Qué buscará desenterrar
del saber de la tierra?
Me observa, como si mi vida
fuera
un pedazo de cielo. Lo miro
hipnotizada. No me muevo. Pero
recuerdo
que él era así, como este
pájaro.
¿Qué hace? ¿escucha? ¿descansa?
¿o es que me espera?
¿O como yo, solo y con frío, me
buscará un día entre las piedras?
Ahora se ha parado, y piensa.
Da unos pasos.
En mi jardín, ¿qué busca?
Tal vez, que brote allí
el amor que nos dimos.
Es grande, gracioso. Bello.
Como el de aquella tarde
en que desnudos
bajo los juncos, desfloramos
un arrebol de copihues y
guitarras
y emborrachó mi canto
un mar de estrellas.
Con mi sonrisa parte, sobre los
Andes vuela. Es tuya,
y con amor la lleva.
31 de diciembre 2014
Soledad en pleno invierno
Respiro hondo.
Por la ventana veo
las últimas luces de la tarde.
las últimas luces de la tarde.
El mar se aquieta.
A mis espaldas
las plantas crecen.
Afuera, los narcisos florecen.
Dos ardillitas
juegan a la escondida,
Suben y bajan
por el tronco del árbol
Suben y bajan
por el tronco del árbol
que paciente
las sostiene.
las sostiene.
Y los pájaros
que vuelven a sus nidos
que vuelven a sus nidos
alegran mi jardín de invierno.
Sus tempranos trinos
Sus tempranos trinos
quebrarán también
la noche desvelada.
De pronto, suena el timbre
¿Será el eco de la muerte
que me dice “Aún estás viva”?
que me dice “Aún estás viva”?
Y me duermo.
Pero suena de nuevo…
Era el servicio
de la farmacia,
El joven me entrega
quince remedios,
El joven me entrega
quince remedios,
Son gratis. Firmo. Y me dice
“Abríguese bien que se viene
una gran tormenta”
Really? I answer.
Cannot you see the sky?
he says
Le doy un beso.
Cannot you see the sky?
he says
Le doy un beso.
Canta un zorzal.
Estoy viva…
Cárcel de espuma
dedicado a mi hija Yanina Andrea Hinrichsen
Flores
diminutas para prensar.
Habitan
en mis manos
con
el peso del viento.
Alimentan
recuerdos.
Recorren
mi sonrisa.
Hacen
guiños al mar.
Sobresale
la escollera
que
se aprieta en mi cueva
desnudando
la espera
de
la diosa del tiempo.
Enroscada
en la proa
con
soberbia y sin miedo
a
la noche confunde
entre
tango y danzón.
Firme
la brisa
corta
la cara
que
el sol marchita.
Parte
la lancha
y
en su vacío
cae
mi almohada.
Prensa
de esperas
pena
la rabia. El sol
se
agita. Mis labios
cantan.
Como
los pájaros
de
rama en rama
ceno
piando mientras
la
luz y el día
se
va
se
van…
Epping, 9 de octubre 2010
Marta Zabaleta
Nació en Santa Fe, Argentina. Reside en Londres,
Inglaterra
Muchas gracias, Analia, por tu apreciación y difusión de mi poesía. Cálidos abrazos desde un bosque en primavera.Bellísimo!...
ResponderEliminarMuchas gracias a vos, mi querida Marta, siempre es un gusto contar con tu voz en esta revista literaria.
EliminarMuchos cariños, que estés muy bien
Analía
qué manojo maravilloso de poemas!! la naturaleza y tup alabra poética, marta, conspiran esta noche, se entrecruzan con la propia emoción. susana zazzetti.
ResponderEliminarAgradezco tu lectura y tus conceptos, Susana.
EliminarSaludos cordiales
Analía Pascaner
La poesía de Marta nos induce a atisbar los secretos de los jardines de Epping... También sus perfumes llegan hasta Buenos Aires.
ResponderEliminarGracias, Analía. Una curiosidad; acaso la segunda foto del panel de la derecha fue tomada en Toledo?
Besos a ambas, Lina
Gracias por tu lectura y tus conceptos, Lina.
EliminarY sí, esa fotografía es de uno de los tantos pasajes de Toledo, fascinante y misteriosa ciudad, verdad?
Cariños, que estés muy bien
Analía
Aún conmovida por la lectura de sus poemas, Marta...cada uno de ellos habla con su corazón. Y encuentra eco en el mío. Gracias. Y también a Analía, que los comparte. Feliz Vida, mujeres !
ResponderEliminarAgradezco tus conceptos y tu lectura, Miryam.
EliminarTambién feliz vida para ti :-)
Analía