Dioses
No
hay dolor lo suficientemente pequeño, ni felicidad que no pueda ser mayor; como
no hay sueño del que no se despierte a destiempo. Nunca hubo una condena justa,
para alguna de las dos partes. El mundo se divide en ellos y nosotros, pero a
la hora de hilar fino para ajustar nuestras cuentas, “nosotros”, acabamos
siendo, tú y yo.
No me
pidas que escoja entre nosotros, porque lo único que haré es buscar una excusa,
un malabar que me permita despedirte con fuegos de artificio. No te culpo, y no
malgastes tu tiempo en culparme, porque eso es lo que somos; jueces y reos de
otras realidades, de otros anhelos, que tarde o temprano toparán con los
propios. Hay un dios por cada hombre, y tantas diosas como mujeres; pretender
que hay sólo un responsable, de este milagro en obras, es zafio; “un encogerse
de hombros de la inteligencia”, dijo el maestro Pessoa.
Amplio
es el olimpo, y son tus pares quienes están, o ya se fueron.
Aquœ
Luchando
contra el frío, contra el calor, contra la sed y el hambre, se construyen las
naciones; o sea, sobre la necesidad. Lo malo es que al arribar a lo necesario
sin grandes esfuerzos, algunos pueblos entienden que un superávit tampoco
estaría mal, y queremos jugar al golf en la sabana africana; llenamos un
botellín de 200 cc en la ducha de la piscina municipal, con un dispendio de
tres o cuatro litros de agua pública. Somos muy generosos con lo que creemos
que no nos cuesta; ¿de dónde creéis palomitas que sale el dinero necesario para
las infraestructuras? Sí, debe ser la Primavera, que me pone reivindicativo.
Creo
firmemente en la teoría del caos de Edward Lorenz, y por ende, en los
postulados del popularizado efecto mariposa; no son sólo los grandes
acontecimientos históricos los que son capaces de provocar perturbaciones
profundas.
Todas
las religiones tienen un punto de partida, así como una hipótesis más o menos
creíble, acerca del destino que habrá de alcanzarse, una vez el dogma contenido
triunfe sobre las fuerzas opuestas. Mi religión no me permite asertos, porque
supone, que como poco, habrán de estar influidos por variables tan dispares
como la interpretación errónea de la teoría de la relatividad; la digestión de
anoche o el próximo vencimiento de un impago. El futuro, como la climatología o
la nueva colección de la temporada Prêt-à-porter 2016 está en nuestra mano, y
no hay dioses que puedan parar esta evidencia; está en la fuerza de nuestros
actos; en la misma bolsa en que metimos el violín cuando no debíamos, o en la
bocaza que abrimos a destiempo. Pensad en ello, y empezad con vuestro cuñado,
por ejemplo, con ese amante portorriqueño, o en la urna el 9 de Marzo, porque
no ir, no desencadenará el apocalipsis, pero tampoco contribuirá a que esa
sensación de que sois libres; que pensáis por vuestra cuenta, tenga algún
efecto práctico. Si vuestras alas no baten, el mundo se detiene, y gana la
banca.
Tú verás
Te voy a dar ventaja, haré como esos lobos que en la disputa de jerarquías, terminan ofreciendo el cuello al animal dominante, en señal de acatamiento. Me perdonarás no obstante que te dé la espalda, como me dijo en uno de mis viajes, el cacique de una tribu caníbal al empezar la cena. Lo hago; no por cobardía, o por regatear arterias que prueben mi buena fe, lo hago para no ver tus ojos; porque si su mirada es aún más intensa de lo que imagino, no podría resistirlo. Podrás morder, todo lo profundo que deseares, que yo me habré desmayado al sentir la avanzadilla de tus labios húmedos. Pero; ¡ay cuando me dé la vuelta!, sabrás porqué Miguel Hernández declaró la dentadura un arma; artilugio primitivo que puede modularse, y tornar saña en placer. Sentirás algo así, como aquel algodoncillo que precedía el llanto y el entrecerrar de ojos y músculos, en la blanca habitación del miedo prevenido de tus primeros años. No habrá aguja esta vez, podrás relajarte, y tras la tibia caricia que lubrica, caerán unos dientes comedidos, … y cometodo. Unos brazos que te estrechan, que provocan y reprimen el espasmo, y la daga rumbo a tu corazón, por el camino que menos resistencia ofrezca.
Abel Granda
Madrid, España
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