miércoles, 20 de abril de 2016

Lydia Pistagnesi


Duende este es el último poema que te escribo

Adiós

El dolor se ha adueñado de mi alma
para quedar suspendido en su rivera.
Vivimos, una locura compartida
que nos llevó hacia un desierto sin fronteras.
Pero desato los lazos que nos atan,
y prefiero sepultarte en el olvido,
mientras despliego las velas de mi barca
hacia un lugar incierto y sin destino.
Soy egoísta, no te quiero compartido,
ni deseo continuar esta agonía,
sin burbujas de amor está mi copa,
¡Necesito quedarme a la distancia
para acallar la soledad de mi alma!
Y en esas largas noches que me esperan,
humedecidas de rocío mis mejillas
vacías, sin tu amor, sin tu presencia,
sentiré dos soledades compartidas,
en ese mundo brutal que te rodea.
Implacables con argucias te mantienen
atado en esa farsa en la que vives.
Algún día, sabrás de los motivos,
en este amor que te ha dejado libre.
Quédate con el cascarón de tu rutina…………………

Si lo que te entregué, mi amor, ¡de nada sirve!


En alas del viento

En alas del viento
viajan mis palabras
escondidas
en rincones de mi alma
Hoy soy rosal en flor
perfumando sensaciones
Siento tu boca
recorriendo mis rincones
enloquecido de pasión.
¡Pero vendrá el adiós……
Toda yo, estaré
vestida de misterios,
y en esa ceremonia
de secretas pisadas,
trataré de atrapar
al sol unos instantes,
para después,
aferrada a un espejo roto
llegar hasta otra orilla
mirando desde allí,
como se borra
tu figura desgarbada………

¡Perdiéndose en la noche de mi alma!


¡Grita mujer!

Ese dolor marchito ya de tiempo.
    ¡Cuánto amor entregaste!
           Y hoy
  contemplas desde las sombras
    aquel instante en que fuiste
     la más feliz del Universo.
           Pensaste
     que el amor te sonreía
           ¡Pobre de ti!
Él, un espectro escondido entre las sombras,
         tomó tus primicias
    y resignó tu metáfora de sueños
            para después
        con los puños cerrados
         golpearte sin piedad
             olvidando
       tu debilidad y tu inocencia.
           Sin protección,
  alejada de aquellos que te amaban,
        tu razón se volvió llaga
y oscuros cardenales dibujaron en tu cuerpo
        un mapa de sacrílegos rituales.

              ¡¡¡Grita mujer!!!

Trata de que la humanidad escuche tu lamento

              ¡¡¡Grita mujer!!!

Para aquellas mujeres que sufren tanto como tú………………

        ¡¡Y casi están al borde de la muerte!!!


Soy un sueño

Soy un sueño perdido en la nada.
Una luz que titila en las sombras.

Un sollozo que ya ni te nombra,
peregrino en senderos sin alma.

Desvarío en la sed de mis ansias
enigmático, erótico, yermo.

Borroneando de exilios el verbo
que dejaron en ti mis palabras.

Fui tan solo un juguete en tus manos,
girando momentos de fuego y lujuria.

Más, dejaste tu marca en mi cuerpo,
contraluz de hechizados misterios

Y aunque quiera borrar ese tiempo
que pasó como pasa un suspiro.

Estarás suspendido en los hilos……………
¡De seda, tejido por mis sentimientos!


Del libro de la autora: Mascarón de Proa

Lydia Pistagnesi
Banfield, Buenos Aires, Argentina


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