Ella escribe con sus
manos de alondras
A “A cuerpo
abierto”,
de Graciela
Licciardi (2006)
Ella escribe con sus manos de alondras
porque tiene la ilusión de los que ayudan
a emerger de los golpes secos de la vida
los que no disimulan el dolor de reconocer
el lado oscuro que nos cruza de angustia
pero también demuestra que se puede
regresar del territorio de la nada
para arropar a los pobres y gritar con los que
sufren
denunciar la hipocresía de los que se miran el
ombligo
porque a veces escribir salva
cuando se busca el significado de uno mismo
en tanto palabra que viaja en el tiempo
como una cadena atada a los recuerdos
inolvidables como la madera en la nieve
El magisterio de tu
alma
A “Fuegos
Ceremoniales”
de María del Mar
Estrella (2007)
El magisterio de tu alma
se forjó mucho antes
de tu corazón habitado
por latidos y juglares
La substancia de tu obra
tiene su intensa matriz
en el universo múltiple
de tu hondura revelada
El sentido y la belleza
eterniza el lenguaje
de tus fuegos ceremoniales
Y no alcanza todo el tiempo
para terminar de celebrar
tu maravillosa poesía
Tus versos son como
gemas
A “Dualidad del
Silencio”
de Elisa Dejistani
(2009)
Tus versos son como gemas que brillan intensamente:
percibo su misterio / contemplo sus dones
entiendo su dolor / vuelo con sus imágenes
me estremece el silencio que descubre
la ambigüedad de lo tangible y cotidiano
las ausencias y verdades que laten en palabras
hasta quebrar la indiferencia de los tiempos
mutilados
por la injusticia y el desamparo
y resurgir en la necesidad de una razón para existir
que acaricia el alma y nos conmueve
en el recuerdo al juglar granadino
para convertirse luego en un coro de voces
peregrinas
con el dulce lenguaje de tu Italia d’Amare
y el eco perdurable de tu maravilloso arte
Es verdad que el
poema no se explica
A “Explicaciones y
retratos”,
de Rafael Vásquez
(2011)
Es verdad que el poema no se explica
pero hay libros que atesoran versos cálidos
y razonamientos que iluminan el secreto
de cualquier poema que se precie como tal
porque se abre como si fuera una flor
ante un ruiseñor que anhela su perfume
y revela con testimonios entrañables
el destino de un poeta agradecido
que refiere su pasión por lo cercano
en una amalgama de amor y amistad
que palpita al paso del tiempo
divulgando sus memorias
que lo proyectan hacia la cumbre
de los verdaderos sentimientos
Del libro Un puente de voces -Poesía- Año 2012
David Sorbille
Buenos Aires, Argentina
Muy agradecido, Analía, por la publicación de mis poemas en tu excelente "voz propia". Un abrazo David Antonio Sorbille
ResponderEliminarGracias David. Siempre es un gusto publicarte.
EliminarSaluditos cordiales, que estés muy bien
Analía
Qué gusto leerte en la revista de Analía, recorrer tus versos que llegan con calmas imágenes.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Agradezco tu lectura, querida Betty. Que estés muy bien
EliminarHOLA, AMIGO DAVID, QUÉ LINDO ENCONTRARTE EN ESTE SITIO. HERMOSAS POESÍAS, COMO SIEMPRE, AMIGO. BESO. LAURA.
ResponderEliminarGracias por tu lectura, querida Laura.
EliminarCariños
Analía