Áurea López Quiles

-Alicante, España-

El eterno sueño

Queja y lamentación
de cartas de miseria
convertida en canción
cargada de poesía.
Poesía que consuela,
alimento completo
para la enfermedad, tristeza,
hambre, quimera y reja.
Versos de la pobreza
sobre el papel mugriento
que ardiendo con el lápiz
al poeta salvaban
de la encarcelada penumbra.
Y ahora libre de las acusaciones,
también de la penuria.
¡La libertad en el eterno sueño!


Tu voz

Como una huerta labrada
con tierra fecundada,
poesía de justicia
tu voz humanitaria.
Poemas de azahares,
granados y jornales
en secarral donde vence
la pitera y el cactus.

Entre palmeras altas
y flores en almendros,
el grito en la conquista
que nos regala el vuelo,
poeta de los jóvenes,
-tu juventud partida
por el yugo que aprieta
el presente y futuro-.


Poesía negra

La poesía de tus campos
paseando por tu memoria en Orihuela
buscamos por los bancales rotos.
Poesía el alimento
de oveja descarriada,
oveja negra
en una España negra
descarriándose.
Poesía negra de hambre,
de ganado y cencerros
no fue nunca alimento.
Y entre fierezas, el poeta fuiste.


Una tarde oriolana

En otros abrazos redondos
están los nuestros.
En otras miradas hacia las verdes copas
se repiten las nuestras
atravesando el azul
allá en lo alto
de la tarde oriolana
que se acaba
extendiendo su manto
que huele a leña
sobre ti y yo.
Fueron otros los que se amaron
sobre estas tierras
bajo estas luces
mientras un niño escondido mira
y otros riendo huyen.
Es otra poesía la que de tu vida brota
y otras las que se van y mueren.


Muerte en Alicante

En la pluma adherida la mancha carmesí,
la sangre que se queda con tu fuerza en la letra.
Huesos debilitados en el rincón mugriento,
tu sudor inundando el suelo que se abría.

Olor a tinta y sangre,
a fiebre y muerto.

Bermellón sobre el blanco
y negro en las plumas de las alas,
la paloma manchada iniciaba su vuelo
con la luz de tus ojos iluminando sombras.

………………………………Textos dedicados al poeta Miguel Hernández

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Quizá porque ya no veo la felicidad como algo inalcanzable; ahora sé que la felicidad puede ocurrir en cualquier momento y que no se debe perseguir.
Jorge Luis Borges

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