César Bisso

-Nació en Santa Fe. Reside en Buenos Aires, Argentina-

Comunión

Quien descubra
el poema
y se conmueva
habrá partido
el pan
en dos mitades.


Esta hora

De pronto,
la palabra viaja.

Me deja solo,
sin equipaje y sin nombre.

Y es largo el camino.


Juana de Arco

¿Qué busca una niña por veladas ciudades,
qué indescifrable lenguaje desliza
por negra y enmarañada luz sin cuerpo?

Otra voz habla en ella, augura
tempestad sobre oscuros reinos:

quiero salvar a Dios de los hombres.

El púlpito vigila los bordes del alma.
Acusa ver desnuda la verdad,
embiste contra toda luz que interrogue.

Las llamas lamen el filo de la herejía,
ascienden hasta las raíces del cielo.

El mirlo aún canta al fondo del bosque.
Una niña, más allá de la muerte, arde.


La imaginación

Si alcanzaba el poder
aquel mayo habría develado
la verdad sin remedio.

Si clausuraba el miedo,
quizá los pueblos
se reconocerían en sí mismos.

Si honraba al poeta,
tal vez la justicia
no hubiera liberado al impune
y otra voz aliviaría el dolor
del indefenso.

Si reparaba en el amor,
el único dogma posible
sería la dignidad.

Y la belleza, su credo.
………………………………………………París, 1968

…….III

El hombre perdura en la infancia.
Sus dones, ritos, plegarias.
El sacramento del pan,
el conjuro de las tumbas,
fantasmas adormilados,
camalotes plegados al devenir,
tacuaritas que no extraviaron el vuelo,
la calle, los olores, el patio infinito.
Y la mirada, que siempre regresa.

Todo está aquí.
En la embriaguez del dolor zozobra el olvido.

Quien deja esta tierra abandona el mundo.


……………………Poemas del libro Permanencia. Ediciones Juglaría, 2009

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Olvídense de todo lo que han aprendido. Comiencen a soñar.
Graffiti en La Sorbona, Mayo francés, 1968

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