-Buenos Aires, Argentina-
Un tropezón no es caída
La farolera tropezó y al pasar por un cuartel se enamoró de un poeta, que como un verdadero artista distraído, estaba en el lugar equivocado.
Locura a ramos
La mujer transparentó las flores azules debajo de la piel como una provocación.
El tribunal dictaminó que eso estaba prohibido, ¿por qué? preguntó ella, porque no es normal, ¿qué es normal? que las flores estén en los floreros, ah dijo ella desbordada de perfumes, atravesada por ramitas. Pidió una jarra con agua, la tomó y fue arreglando las que le salían de los pechos en la jarra y el vaso.
Locura textual
Ella perdió el juicio, el narrador en tercera pero amigo, vio cuando los guardias la llevaban, la sacó del texto, entre risas pensó que a veces valía la pena transgredir las reglas literarias.
Ciclos
Más que escribir caía sobre las hojas, el cuerpo dejando su huella, los empujones de la realidad, las guerras íntimas. Podrán entender esta oscura pesadilla, este esperar el fin. Después el cuerpo se volvía paraíso, manzana, gusano y todo recomenzaba.
Jardín de piedras
Ese dolor, una piedra en el corazón, primero se desabrochó la blusa después la piel, y ya afuera no era una, era un completo jardín de piedras...
Escribió antiepitafios, quedó una en blanco, en el centro, para esa pidió ayuda al hombre que puso algo... que no podía recordar, pero acomodó el paisaje.
…….* * *
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Mientras se pintaba el le dijo, estás linda, a vos no te pasa el tiempo, a vos tampoco, le contestó ella, los dos sonrieron.
Minicuento
Ella frota la maravillosa lámpara. Surge un genio alto y fuerte que se tiende a su lado, se expande para olvidar la estrechez en que estuvo guardado tanto tiempo, la roza apenas de mil y una formas y le dice: “No te preocupes tanto en pensar los deseos, esta vez van a ser más de tres”.
Tengo el corazón hecho pedazos
Él le dijo que sus palabras le habían roto el corazón. Ella reafirmó su deseo de dejarlo, no le gustaban los mentirosos, tampoco los exagerados. Claro que cuando barrió y entre las miguitas encontró, los pedacitos rojos, se dio cuenta que era sincero. Era tarde para casi todo, salvo para llamar a Emergencias.
Promesa de cielo
Viernes, un anuncio, una promesa, pequeño paraíso, el ruido del mar antes de verlo, la carta sin abrir, deseo de, lecturas, música, el olor del pan todavía en el horno, la espera del tiempo sin apuro del café con diarios desplegados en la cama. Una cita con la asamblea de pájaros del jardín. Un abrazo posible de paisaje. La boca que se prueba el gesto del beso o de la risa. El esbozo de tanto, una síntesis de vacaciones en la brevedad de los dos días por venir. Si fuera poema un haiku con la última línea en la tarde apenada del domingo que se va.
Momentos
Un dolor inenarrable que se escapa a cualquier intento de donarle un sentido, tan opaco, tan mudo, tan cerrado, tan intenso como una tortura. Macizo y duro, sin tiempo, casi como la representación de la muerte, peor, porque la muerte es piadosa en su anestesia.
No puede durar mucho porque es imposible soportarlo.
Se va casi lentamente y se descubre la vida, no una abstracción, haberlo perdido todo y recobrarlo, el placer de la voz que suena y el cuarto propio se habita y hay un libro, un café, la calma de acostarnos a leer fuera del frío.
…………….......………………Textos tomados de las revistas digitales:
………….....…..………………Misioletras, editada por Aníbal Silvero
………………….......…………Inventiva Social, editada por Eduardo Coiro
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Nuestros complejos son la fuente de nuestra debilidad; pero con frecuencia, son también la fuente de nuestra fuerza.
Sigmund Freud
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domingo, 13 de junio de 2010
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Cristina, esa textualidad tuya, tan cuidada, te caracteriza. Es grato leerte, va un abrazo.
ResponderEliminarBetty
Como siempre, de una gran originalidad que revela all desnudo la hondura de su genio, y una destreza muy sutil al poner las cosas en su justo lugar.
ResponderEliminarBuenísimo, Cristina, besos de
Marta
Essex, Inglaterra
Realmente, un gusto leerte. Invitas a navegar con tu creatividad.
ResponderEliminarFelicitaciones. un abrazoooooo
Mis queridas Betty, Marta y Nerina:
ResponderEliminarMuchas gracias por sus conceptos acerca de los escritos de Cristina. Es un gusto contar con su voz, sus textos tienen giros inesperados.
Mi cariño y mis mejores deseos cada día
Analía