viernes, 8 de marzo de 2019

José Diez Zalazar


Recordando el paraíso

  ARDE EL AGUA GRIS DE LA ALEGRÍA
CON LAS LLAGAS DE SUS LÁGRIMAS OSCURAS
                                                  ATAWALLPAC

Aprendí que el paraíso era aquello
-un lugar EXCELENTE-
para vivir la otra vida.
Flotando sobre la luz de los bellos caminos,
respirando el aire misterioso de otro
MUNDO.
Podía contemplar un largo y nutrido cielo
de colores, dulce como la miel,
divino como la fantasía.
Aprendí que el paraíso era real
y que vivía en un mundo irreal,
en este paraíso que ofrecía otros sabores.

Así fueron las divagaciones de mi inocencia.

Pero un día, comprendí que tú, eras un vasto
territorio, con sus islas y océanos, engarzadas
en la terrible belleza que engendraste.
Tu cuerpo era ese paraíso, profano
y hermoso, que ni los sueños
pudieron reemplazarte.
El peso, esa sustancia completa, eras TÚ.

La naturaleza aguardaba con cierta ferocidad
el poderoso ritmo de tus pechos.
-arrojé al fuego mi atrevida imaginación-
Y de ese sueño yo desperté.
Y nos amamos en un mundo real
con una existencia real
sobre las cuatro paredes de este loco
UNIVERSO.


José Diez Zalazar
Chiclayo, Perú

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner