viernes, 8 de marzo de 2019

Griselda Rulfo


La noche
abrevada por dolores,
desarmada en los espacios,
abierta
a viejos duelos.
es extensa y penetrante.

Noche sudada
atrapahuecos
devoradora de recuerdos.

Cuentan las horas
de a segundos.
Un conteo interminable 
que golpea el silencio
y lo detona.


*  *  *

Dio un portazo.
Sonó como un insulto
más que como gemido.

Pese a ello
las lágrimas
acumularon
opacas refracciones.

Al lado de la cama,
sobre la silla,
la ropa
desdobló el delirio
de una historia
llena de presagios.


*  *  *

Corrí tu sombra
y no la alcancé.
Por eso
la corrí otra vez.

Busqué tu sonrisa
y no la encontré.
La quise guardar
en mi bolsillo
junto al pecho.
Mi bolsillo estaba roto.

Quise alcanzar
tus rizos negros
pero la tijera
resbaló
de mi mano.
Mis dedos no pudieron.
Mi paso se acortó.
Me quedé solo
en la esquina.
Solo en la cuadra.
Solo en el barrio.
Solo en la ciudad.
Solo yo
en el mundo.
Me quedé solo.

Poemas de la Antología del Encuentro de Empalabrados de Dean Funes

Griselda Rulfo
Villa María, Córdoba, Argentina

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner