Don Inocencio
Llegó del charco
de agua podrida de
pozo
como dice Larralde.
Del peón mal pago
de la changa, el
hambre;
mate terere
y una pala
para cavar su
soledad.
Llegó como
cualquier
hornero.
Hizo de su vida
una metáfora
de sol y luna.
Crió hijos, nietos y
perros.
Hoy lo asesinó la
indiferencia
y está libre.
* * *
Al bajar
cerraduras
relojes de amianto
filo del tren en
marcha
paisaje que te aleja
inocencia
camisón
hastío.
Alguien tocó el
timbre
dejó rosas en tu
puerta.
* * *
Aquella tarde
nunca fue mía
porque hubo golpes
reprimiendo el
cansancio
tardío del hambre.
Busqué reposo
en la enagua de tu
vientre
pero habías partido
a seguir la lucha
republicana de tus
senos.
Y quedé solo
a destiempo
como una contienda
sin palabras.
Cuando volví
yo
apenas si recordaba
quien era
si es que alguien
fui
aquella tarde
que nunca fue mía.
Poemas inéditos
Raúl Pérez Arias. Lomas
del Mirador, La Matanza ,
Buenos Aires, Argentina
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Haz tiempo para todo, y lo que es tuyo vendrá a tus manos en
el momento oportuno.
Mahatma Gandhi
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Hermoso poemas los de Raúl. y es cierto la indiferencia, siempre termina libre, nadie la juzga.
ResponderEliminarGracias por tu lectura y tus conceptos, María Ester.
EliminarSaludos cordiales
Analía