Los cuervos de Irlanda
“The crows want to talk to you;
something they want to tell you.”
Vienen de la antigua historia y no son una presencia menor
en el devenir fértil y soleado (o lluvioso) de los días.
Yo los vi apenas llegaban sobrevolando los edificios
mientras tomaba un cappuccino en la terraza del pub de la avenida.
Luego, en tierra, uno me miraba fijamente y graznaba con suavidad
amistosa mientras se iba acercando
e inclinaba con gracia y gravedad su cabeza.
No le hice, un poco por mi sorpresa, las preguntas
que hubiera querido hacerle en estas horas
en torno de la soledad más cruel y de la historia,
que su especie acompañó y digirió durante siglos,
aunque también cuenta que el nuestro
sólo fue un encuentro inesperado bajo el viento,
también breve, detenido y amistoso.
Cork, mayo 2024
Paisajes
Noches en cercanías del río
A la suprema hora de la segunda y la tercera ronda de cerveza,
entre el murmullo denso, envolvente y las miradas
y voces sueltas, fraternales o abrazadas,
se van extendiendo en el aire las historias breves
y las leyendas antiguas o familiares, con sencillez y tonos
de buen vecino, tantas veces repetidas, como la interrupción pronta
y fisiológica que hace el conocido camino a la izquierda
del pasillo. Leyendas e historias que van dibujando
un mapa íntimo, de devociones, lejanías, soledades,
amaneceres y tristezas, y que resultan ser una desnudez
y una bandera, que flamea en cada mirada, cada silencio y cada trago.
Cork/ Dublín, junio 2024
Por el paseo de la hambruna
(The Famine Walk)
Desde la legendaria Irlanda,
de cielos intermitentes y la lluvia de cada día,
también de sencillez en sus antiguos pueblos,
avanzo en la mañana por el “Paseo de la hambruna”,
que no deja de recordarme los siglos
bajo la suela atroz y persistente del vecino.
Entonces, me detengo, aspiro hondo, enciendo un cigarrillo
y recuerdo las imágenes sepia de la guerra interminable,
y saludo sin más a las generaciones que lo dieron todo,
entre sueños lejanos de libertad y las penurias de cada día.
Galway, junio 2024
Noches de viento en la campiña
Pernoctar dos noches, en dirección de Clonakilty,
campiña de Irlanda adentro, en una pequeña cabaña
con luz de farol y un discreto ventanuco de estilo inglés,
entre el ondular caprichoso del horizonte verde
y el graznido grave de las aves, acaso cuervos,
y donde uno puede pensar y repensar en el camino,
en las horas, en los años y en la muerte,
también entre flores silvestres y bajo cielos cada momento encapotados,
tomando mate, tomando aire, fumando
y oyendo la soledad crecida entre los silencios,
y por lo que quedaré siempre como un deudor infinito,
se trata, siento, de un poético abrazo de los días.
Cork, mayo 2024
Eduardo Dalter
Buenos Aires, Argentina
Ud. nunca defrauda,Sr. Dalter, diría incluso que cada vez que le leo, siento como que ase los murmullos de la vida con mayor maestría.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus apreciaciones, ¿Max...?
EliminarMis mejores deseos
Muy poético sin olvidar la belleza de lo cotidiano
ResponderEliminarHaidé:
EliminarMuchas gracias por tu lectura y tus conceptos.
Mi abrazo y mis mejores deseos
Este mañana, aparece sumergida de :"Avanza en la mañana por el "Paseo de la Hambruna"; en tanto decir como falta el arte de la vida por lo que existe escasez, carestía, penuria, sequía, pobreza, en cada minuto en que nos movemos, al intento de vivir el día al que le faltasn horas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tus apreciaciones y tu lectura.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos
Siempre es grato leer/ reller a este gran autor que es Eduardo Dalter. Gracias por ofrecerlo nuevamente Analía. Saludo desde Córdoba, Alfredo
ResponderEliminarMucho agradezco tus palabras, Alfredo.
EliminarEduardo Dalter colabora con la revista con voz propia desde hace muchos años, qué bueno que lo hayas disfrutado.
Mi abrazo y mis mejores deseos