Soplan vientos envolvedores
de ecos,
son un augurio triste.
Revolotean las hojas mustias,
su último vuelo,
el del olvido.
Los papalotes se esconden
tras las nubes.
El poeta se cuestiona:
¿Qué hay detrás del cielo?
Rumores del cielo
traslada el viento.
Parece que hay lagos
entre las nubes.
Aguaviento.
La gota caerá en picada
como una lágrima.
Anunciando la sonora lluvia.
No todo es tristeza y grisura
con el aguacero.
La lluvia es verso libre,
se compone al caer
y hacer chipi chipi
en los charcos.
Borges en Baires *
El fantasma de Borges
está presente en la ciudad.
Hay veces que parece surge
de la niebla que sube del riachuelo
y navega entre los laberintos urbanos
rodeado de náufragos del asfalto
salvados en sus obras.
Se le vio
en su amada plaza San Martín,
entre árboles gigantescos.
Camina, firme el paso
elegantemente apoyado
en su bastón chino de Bambú
regalo de Kodama
del Chinatown de New York City,
que resultará, inspirador de un poema.
Tomas rumbo al Tortoni **,
allí tu mesa te espera
y un café caliente, humeante y amargo
paladeas la vida.
Con tu paleta de letras
pintaste la ciudad de poesía
entre soles y lunas del Sur.
Mientras, alguien silva un tango,
residuos de nostalgia
que cicatriza el tiempo.
Terminarás hoy en tu calle
en la librería Borges 1975,
el anunciado paraíso de papel.
Las calles de la ciudad son tu entraña.
Fervor de Buenos Aires.
* Baires: apodo de Buenos Aires, capital de la República Argentina.
** Café Tortoni: icónico café de la ciudad, fundado en 1858, Borges era habitué.
Laberinto Borges
El hombre que camina Buenos Aires
y se demora…
El tiempo, la historia, el mito.
Destino cierto o incierto.
Mientras el entorno se derrumba
sus palabras limpias
diseccionando la realidad.
Pasos amargos,
muchedumbre entristecida.
Llanto en el papel,
ojos exhaustos,
libros desolados, huérfanos.
El cielo celeste y blanco
con un Inti que hoy no
calienta ni en el cenit.
Se escuchan tangos “llorones”.
El laberinto,
es el origen y el fin.
El laberinto Borges
nace en una biblioteca
y ahí termina.
Ese es su paraíso.
Palabras libres…
“Poesía es liberación”.
Jaime Torres Bodet
Serpentean letras
en medio de la noche,
de silencios oídos.
Palabras sin rostro
y aún sin compañía.
Fogonazos en el cielo
anuncian las tormentas
del junio veraniego.
Arde la noche de los versos.
Crepitan las palabras,
el poema se conjura.
Ciclo ancestral
entre hogueras y relámpagos.
La nostalgia se presenta
remolino de añoranzas.
El poeta versea con
palabras piedra.
Construye versos rupestres.
Piedras angulares de la memoria humana.
Poesía indócil.
Poema resistencia.
Palabras libres…
Daniel Gorosito
Nació en Montevideo, Uruguay. Reside en Irapuato, México
Siento que vamos quedando pocos, los que nos cruzamos con el poeta en una calle de Buenos Aires; la cabeza altiva de quien lo ha visto todo, pero por dentro. En aquel lejano tiempo, tenía aún muchos detractores entre los que son incapaces de separar al hombre de su obra por razones espurias. Espero que aquello haya cambiado.
ResponderEliminarMe ha encantado el homenaje de sus versos, y también el dolmen que ha erigido a las palabras libres.
Cuando empezó a alborear la protohistoria, la cantera y el hombre, ya estaban allí. Gracias.
Muchas gracias por tu dedicada lectura y tus conceptos, ¿Max...?
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos