Una tumba en Dunstable
a mi amigo Robert Gurney
No. Yo no estuve allí
echando tierra en la tumba de tu
padre.
Por lo menos en forma humana.
Lo contemplé todo
tus cabellos desordenados
la vieja corbata
el traje oscuro del colegio
tus ojos, tu silencio, tu
tristeza
yo estaba callado, mirándote
era el pino más cercano
el viento del oeste que susurra
en los oídos
la rosa que estaba a la derecha
soy el mirlo que se posa en la
piedra blanca
y ruge.
Bancos,
desapariciones & otras exquisiteces
para
Juan Pablo
En los últimos
cinco años las Cortes de Estados Unidos han tenido que resolver causas
judiciales en las que se investigaba de qué manera la provisión de bienes y
servicios había facilitado la comisión de violaciones graves de derechos
humanos. Para sorpresa de muchos, esas decisiones empezaron a responsabilizar
seriamente a las empresas que contribuyeron y facilitaron de esa manera el
éxito de campañas masivas de delitos graves. Era cuestión de tiempo que las
víctimas de la dictadura argentina le preguntaran a un juez si los bancos que
otorgaron una masa enorme de préstamos a la dictadura militar son o no
responsables por complicidad. Ese momento llegó cuando en marzo de 2009 cuatro víctimas
demandaron a esos bancos en los juzgados de Buenos Aires.
Las preguntas y los recuerdos,
fluyen solos en la noche marina
la bala que mató a Vladimir,
¿fue financiada por los bancos?
¿el combustible de “los vuelos
de la muerte”?
¿la energía con la que se
alimentaban las picanas?
¿la nafta de los Falcon verdes?
¿el anónimo lector que compraba
“Las flores del mal” con su tarjeta de crédito, colaboraba indirectamente con
el terror en los campos de detención?
pensemos entonces lo siguiente:
si la avaricia de los que
manejan los sistemas no tiene límite
si acumular riquezas no
presenta obstáculos éticos de ningún tipo
si la codicia es infinita e
inevitable
si todo esto engendra crueldad
y otras bellezas similares
entonces tal vez sea hora de
poner vencimiento al dinero
así se convertirá en papel
pintado luego de determinada fecha
obligaremos a los avaros a
desprenderse de ellos
a regalarlo a las bibliotecas,
a embellecer las plazas y los parques
el dinero no tendrá sentido, o
tendrá otro
ya no podrán torturar ni
secuestrar ni matar
no existirán ricos ni pobres
y donde había un banco, haremos
un jardín donde sentarse a leer
o mirar el cielo.
El espejo de Sara
Tenía ocho o nueve años, pero ya
era un racionalista
será por eso que cuando rompí el
espejo de mamá
escuché su indignación, riéndome
más aún cuando habló de los
malos presagios
de los siete años de desgracias
en casa las cosas siempre
andaban mal, desde que recuerde
sin necesidad que se rompiese
nada
me hizo reír todo el día su
lógica cargada de superstición.
A los pocos días pasó lo de papá
luego, mi hermana Valeria
falleció en Londres, en un atentado del IRA
Patty desapareció en los 70’s
a Jaime lo electrocutó la
licuadora
y Fabio partió rápido
por una inocente picadura de
avispa
pensé que era sólo una mala
racha, que todo terminaría pronto
pero luego cayeron otros:
la tía Irma en un choque
al tío Efraín se lo cargó la
triple A
mi primo Iván murió en Moscú
mamá dice que fue una pulmonía
pero sé que fue el cuchillo de
un marido excesivamente celoso
un insensible y egoísta
y así el paso del tiempo se
llevó al resto de la familia
claro, que de este suceso
pasaron más de cuarenta años
sólo un tonto pensaría en él
ayer fue su cumpleaños ochenta y
tres
realmente la pasamos fantástico,
preparó unas tortas exquisitas
tan dulce y espléndida como
siempre
no merecía estar tan sola
creo que la sorprendí, no fue
fácil conseguirle uno igual
tendrías que haberle visto la
cara cuando se me cayó.
Poemas del
libro Explotaciones y otras
bellezas
Andrés Bohoslavsky
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner