-España / México-
Certezas
Él llevó consigo el paraguas que sabía
estaba roto, ella trajo
consigo la lluvia sabiéndola incitadora de proximidades.
Excavaciones
Ella comenzó a cavar lo que parecía una
tumba. Pero nada de eso. Ella cavaba, cavaba, cavaba en el desesperado intento de construir un
túnel que la acercara a él, tan lejano y soterrado.
Soles
Él despoja al árbol
de una parte de su corteza, la que conjunta amarillos y naranjas de sol con
grises de brumas, para hacerle a ella,
con sus propias manos, un nuevo astro que no cambiara con el paso de las
estaciones.
Acciones
Ella estiró su brazo, y la gaviota se posó
delicadamente mientras su graznido parecía desvelar el misterio de aquel
refugiarse. Él azuzó el
halcón desde el despecho de haber sido postergado.
Andaduras
Él desanda el
camino andado después de gritarle que se niega a amarla si no se marcha de la
ciudad acompañándolo en búsqueda del unicornio que ella dejó ir.
Inanimados
Él se deja caer en
el medio del camino como un oso inanimado y no siente como las palmas de sus
manos quedan abrasadas mientras sujeta el
ardiente cuerpo de ella. Dentro de ella está la muerte, dentro de él
comienza a inundar la nieve. En torno, el fuego, árboles que dan a luz cenizas.
Fricciones
Él frota una mano
contra la otra en el ansia de producir calor como si pudiera convocar una
hoguera para que, al llegar ella, reciba,
y sólo reciba incandescencias.
(Escritos a dúo en el Café de Oriente, Plaza
de Oriente, Madrid, España, 25 de Julio de 2012.)
………………… * * *
* *
Dados
Ella lanza los
dados que caen en seis y seis, y ante los ojos atónitos de él los cambia a uno
y uno. Ella lanza otra vez y hace
exactamente lo mismo. Hay tanta gente alrededor y él no termina de recibir el
mensaje.
Juegos
Ella extiende sus
brazos hacia el frente como si con la palma de sus manos deseara detener el
viento o que no le llegaran a tocar sus invisibles remolinos. No es más que un juego. Porque quita de
inmediato el obstáculo cuando él le manda otro beso.
Aves
Él sorprende al
cuervo acercándose a ella con una rama de olivo en el pico como si le hubiera
crecido a su graznido. Él pregunta ¿Pero
qué es esto? Ella le responde: "Las palomas están en huelga."
Cercanías
Ella lo miró, cerró los ojos y... Él la
miró, cerró los ojos y... Luego abrieron los ojos a la vez y dejaron de ser dos desconocidos en los
extremos de un inhóspito vagón de lejanías.
Cometas
Ella elevó la cometa esa noche con el
propósito de que coincidiera con el cometa en un punto de su ángulo de visión. Él le había dicho que observaría el
cometa y ella no quería que sus miradas se encontraran.
Transmisiones
Ella conversa con el mosquito que está
posado en la mesa. Él entra en la casa y se dispone a saludarla, pero ella le
interrumpe: "Espera, estamos perpetrando lo siguiente: Una transmisión de un poco de amor de mi
corazón al tuyo; si me pica y luego..." Él comprende el reclamo, y en vez
de rozarle el brazo como de costumbre y seguir hacia el televisor, le da un
beso mientras aplasta al insecto.
Vías
Ella contempla las
líneas de su mano y recuerda las vías del tren y la locomotora ante la encrucijada
de tener que tomar una decisión. Él no ha
vuelto, y esta vez ella deja de mirar su mano. Entonces mira las vías.
(Escritos a dúo en Río Frío, Plaza de Colón,
Madrid, España, 28 de Julio de 2012.)
………………… * * *
* *
Dedal
La
mujer compró el dedal número mil de su colección. Cuando llegó a su casa donó de puerta en puerta cada uno de los otros dedales más
una aguja.
Homenaje
La
mujer besó por primera vez ese despertador, ya destrozado de tantos golpes, fue su homenaje tras decidir sumergirse en el sueño eterno.
A ver
La
hormiga aterrada vio cómo el gigantesco pie descalzo se dirigía implacable
hacia ella después de haberle prometido amor eterno. “Mis sueños –pensó él– pueden empecinarse en sumarse a un
catálogo de fantasías.” E intentó volver a dormirse a ver si la aplastaba o no.
Largo
fue el tiempo
El
elefante atrapó a la gaviota con su trompa. Después los dos se miraron a los ojos y tan largo fue el tiempo que una
nueva realidad permitió que la gaviota al aletear liberara de su cautiverio al
elefante.
Vista
La nube bajó hasta él, convencida de que el cielo no protestaría. Sin embargo quien protestó fue él que intentó deshacerla a manotazos para no perder de vista el horizonte.
(Escritos a dúo en el Café bar “Puente de Segovia”, ribera del Río
Manzanares, Madrid, España, 2 de Octubre, 2012.)
Cuentos
publicados en diferentes ediciones de Gaviotas de Azogue y en ¿Escribimos? Número 1 / Cuentos de creación colectiva /
Madrid / México D. F. / 2012.
Colecciones editadas por CIINOE Cátedra
Iberoamericana Itinerante de Narración Oral Escénica; COMOARTES Comunicación, Oralidad y Artes
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La vida es fascinante, sólo hay que mirarla con las gafas
correctas.
Alejandro Dumas
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