Sólo te ama el que ama tu alma.
Platón
Suave metáfora del alma mía,
melancólico acierto de la nostalgia
donde se refugia la hiriente presencia
de tu indiferente ausencia.
Como tú lo has querido,
seguiré con el llanto sofocado
en la garganta oprimida
y con el verso silenciado
en la mirada perdida
de un tiempo lejano y ya ido.
La mirada
A Tadek Janicki
Pequeño hombre silencioso
¿adónde vas con esa soledad
que lleva penas en la mirada
y que mira sin mirar?
Cuando llegue el día
en que alguien te mire, mirando,
seguro que entonces tu figura
no parecerá tan ausente y tan fugaz.
Dos poemas del libro de la autora: Sinfonía azul, poemas y pinceladas del alma, 2003
* * *
Tinta viscosa
Desde la solitaria alcoba
la memoria afanosa,
busca los rostros amados
que un día fueron luz.
Pululan, suaves, como bultos sepias
las sombras vanas, apenas perfiladas.
Desdibujadas figuras esfumadas
se confunden entre sonidos leves
mientras la noche, irónica,
en sus ecos fluctuantes,
se cierne contundente sobre el tálamo
con su noctivaga tinta viscosa.
In profundis
Hay quien cruza el bosque
y sólo ve leña para el fuego.
León Tolstoi
Tiempo fugaz,
castigas con un silencio
que habita y despoja.
Sutil, te alejas,
deshojando los minutos,
todos.
Como ignotos pasajeros
convivimos, abrevando,
en la orilla mansa.
Indómitos, desafiamos
al vacío de la nada
que in profundis abissus,
desde la quieta cuna fría,
paciente, aguarda.
Las grullas de Ainola
A Jean Sibelius (1865-1957)
Solo, con mis pensamientos a cuestas,
le temo a la noche que me anuncia
de la vejez, la llegada.
Vacilante,
me siento al ras del abismo,
impregnado de albas desveladas.
El claroscuro del día le pone luz a mis canas,
entonces, indolente,
inicio la jornada y de tan viejo,
soy joven de nuevo,
entre las risas jocosas y la vorágine,
que atrapa y convoca.
Confuso,
me miro al espejo y cansino,
trato de fluir con las horas que pasan,
ahora veloces,
asediado por el bullicio nupcial de las grullas
que danzan felices,
sobre el desierto tejado de Ainola.
Será hasta el próximo anochecer,
en tanto rogaré,
nuevamente asustado,
para que los astros no me pierdan de vista.
Últimos dos poemas, del libro de la autora: Llamas escarlatas. Poesía argentina, edición bilingüe
Viviana Walczak
La Lucila, Buenos Aires, Argentina
El tema del tiempo me atrapa, es mi tema recurrente. No queda otra que vivirlo...
ResponderEliminarEs cierto Haidé y como dijo Albert Einstein, es una ilusión que varía según quien la percibe.
EliminarGracias querida Analía, por permitirme acompañarte en este especial mes aniversario. Gran abrazo!,
ResponderEliminarMuchas gracias a ti, querida Viviana, siempre un placer contar con tu voz.
EliminarMuchos cariños y mis mejores deseos
Gracias Viviana por tus hermosos poemas que siguen conmoviendome cada vez que los leo...
ResponderEliminarLas nostalgias que deambulan entre sombras y silencios, suelen revivir el pasado con
ResponderEliminarlas canciones…que, en definitiva, son mensajes que cruzan montañas y mares, sin hundirse en desesperanzas. Felicitaciones Viviana
Haidé, Alfredo, Gustavo:
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestra lectura.
Mi abrazo y mis mejores deseos.
Un buen año
¡Magnífica muestra de sus poemas!
ResponderEliminarMe han gustado mucho todos y eso me sugiere que no hay casualidad en su producción, o al menos una excelente visión al elegirlos para compartir.
¡Enhorabuena, Viviana Walczak!
Muchas gracias por tu lectura.
EliminarCordiales saludos