miércoles, 22 de noviembre de 2023

Jorge Isaías

In memoriam
Descansa en paz, querido amigo
A.P.


Mi paisaje
 

Bordeo la letra 
en una costa 
ato el tembladeral 
de ala viva 
un puñado de juncos 
la vía dormida 
del tren 
junto a los yuyos. 
Alto urdo el bañado 
donde se espantan 
blancas las garzas de nieve 
una cigüeña sola 
un zambullidor 
y cuatro siriríes sueltos. 


Era como si 

Era como si todavía fuera verano 
lenguas lentas nos venían desde el aire
lentas. 
Como el aliento de un animal inmenso 
e imposible 
que nos fuera llevando hacia el pleno 
mediodía 
con su explosión ceniza de torcazas. 
En ese aire no entraba 
todo el cielo ni entraba 
todo el Sur ni todo el trigo 
que tremolaba con sus pájaros. 
Era el verano como si ya no lo fuera. 
Era un lento verano dulce de tordos por el aire. 
Era puro ceniza, de plumaje que el sol pintaba 
con su duro laconismo. 
Eran atardeceres sueltos 
caballos pastando a la vera 
de un camino solitario. 


Solo 

Probablemente Octubre 
y la razón del mar 
y el ancho de los trigos.
Probablemente el aire 
y el gran color que arde en el aire. 
Probablemente el cielo 
y tu sonrisa que no recoge el cielo. 
Probablemente digo 
que un gran amor
pega en el aire 
y la noche sacude la distancia 
y un gran dolor consume las banderas. 

Sé que sólo soy un hombre 
que nada contra el mundo. 


Arte poética 

La densa lija de las horas 
arremolinándose 
inclinada 
vacía de un estertor 
de una miseria 
de un deplorado azar 
de una magnolia. 

Aspirando producir
un hueco en el hueco 
de los días 
allí 
empecinado en una palabra 
trazada
inscripta, bordada, indisoluble. 
El arte es la parte que reparte
su ambigüedad de sueño 
de niebla 
de deseo. 
Hombre incompleto 
resume 
en sí la duda 
el olvido 
los resquemores previsibles 
de la muerte 
el amor inclinado 
en el estanque 
la hoja que inventa 
la brisa de la tarde. 
La que sin dolor avanza 
rodea, aísla, hace sucumbir los sueños, 
los defenestrados amores 
la nostalgia.
Todo insistirá 
sobre la mano 
hasta secarla, 
pero no podrá con la letra 
empecinada, 
suelta, 
arrebujada 
de días que se fueron para siempre. 


Jorge Isaías 
Rosario, Santa Fe, Argentina 

2 comentarios:

  1. Hace ya muchos años conocía al autor nacido en Los Quirquinchos, plena pampa gringa, en un encuentro poético en Rosario. Desde que lo vi, su porte lo delataba, era un artista. Después lo escuché leer sus poesía sencilla pero profunda, de alta sensibilidad. Quería dar cuenta de la fugacidad del tiempo, la importancia de las pequeñas cosas. Compartimos un café y fumamos nuestras pipas en un bar céntrico. Antes, se podía. Supe de su muerte hace unos meses. Mi recuerdo afectuoso desde Córdoba, Alfredo Lemon

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus delicadas y sentidas palabras, Alfredo, una profunda experiencia. También he lamentado la partida de este gran escritor y buena persona.
      Mi abrazo y mis mejores deseos

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