sábado, 9 de abril de 2022

Damián Andreñuk

Colibríes e hipocampos 

Cuando lo fuerte de la vida nos despierta de veras 
se hace todo más intenso para siempre. 

Cuando al fin vemos la trampa en la belleza falaz 
nos colmamos por completo de autenticidad. 

Una lúgubre tensión por ganar 
medallas o diplomas en las venas del ego 
el alma resplandece unida a la verdad 
sólo arte y valentía y sentimiento 
lo demás poco importa
aunque enseña algo profundo 
esa magnífica inocencia del agua. 

Imponente y hermoso como un alce 
radiante hasta el azul como la piel de la lealtad 
o días de melancolía que no encuentran un por qué 
o certezas benignas que debemos recordar en las tormentas 
brindo por el Más Allá y por lo que el vino revela 
yo sé de lo sagrado en el galope de un caballo 
yo sé que colibríes e hipocampos evocan Otros Reinos. 


Las siete estrofas de la sabiduría 

Hay un abrazo musical que afloja las piernas. 
Hay una dura enfermedad que hace que brille lo sagrado. 

Hay hombres bellamente torpes para los simulacros cotidianos. 
Hombres que ponen su atención en cosas más altas. 
Hay hombres frívolos que el cielo rechaza. 
Que no logran deshacerse lo irreal y lo nocivo. 

Hay mujeres que son la libertad, la magia, el verano. 
Mujeres como un éxtasis de lágrimas 
un éxtasis supremo interminable. 
Hay mujeres que no aspiran ni a la paz 
              ni a que crezca su espíritu. 
Que sólo quieren sexo y mera materialidad

Hay un tóxico sonido en cada risotada de las alimañas. 
Hay soberbia satánica. 
Hay bestias que si huelen la ternura lanzan sus zarpazos. 

Hay un beso en la cumbre de un encuentro inolvidable. 

Hay parejas que se juntan y sus almas continúan separadas.
 
Hay seres que transmiten una luz que libera de este mundo. 
Hay seres infames de inconciencia impenetrable. 


Lágrima de luz infinita 

Una mujer irreprochable 
                         y natural 
bebe sin miedo 
de su propia fuente 
con un aroma a vainilla 
que desciende del cielo 
con un hechizo tan puro 
como la quietud 
con una magia deliciosa 
                perpetuándose. 

Yo he visto inmensidad, 
un corazón desnudo 
y límites distintos 
en los ojos de una anciana. 
Murciélagos sin rumbo 
densos como las frustraciones. 
Buitres disputándose con encarnizamiento 
                 las vísceras de la inocencia. 
Catedrales con ladrillos carcomidos por dolores no dichos. 
Una lágrima de luz infinita como el amor cuando se abre. 


Damián Andreñuk 
La Plata, Buenos Aires, Argentina

4 comentarios:

  1. Muchas gracias Damián, he leído sus tres aportaciones y decidí que no quiero leer más por hoy; hasta ese punto llega el solaz en que me sumergido al leerle.

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  2. Estos poemas son bellísimos, aunque el que más me llevó a meditar fue "Las siete estrofas de la sabiduría". Gracias por dejarme conocer estos tres poemas de un autor que no conocía.

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  3. de cuanto hablan estos poemas! sentir la belleza en el decir....

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  4. Lúzbel, Lina, Karina:
    Muchas gracias.
    Mi abrazo

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