sábado, 15 de junio de 2013

Alejandro Drewes

-Buenos Aires, Argentina-


Fábula

De te fabula narratur
Søren Kierkegaard

Te guardo, aún te guardo
en la sombra de un verano
al borde justo del mar.
En una foto en donde siempre
atardece. Es decir que todo
ha sido este ritual de atávicos
gestos, la dicha frugal por aplazo
de sentencia. El mundo ha girado
invisible en su eje y sobre otra ciudad
cae ahora lenta la nieve. Se hunde
un pecio de oro en los ojos
y abajo el silencio de a poco
cubre los gestos, los gritos.
De otro día evocaba las fuentes
azules, de otro tiempo ese mar:
pero es tarde y ha salido
de caza la luna. A su influjo
esta entrega del ser, retrato
de Psique borracha en su noche
infinita de grande borrasca.



Canto del viento

Y esta palabra que aún
es un temblor en el aire
en su tiempo inestable
la senda una vez caminada
con otros, un país cuyos gritos
silencia la nieve. Qué historia
habrán de contar estos árboles
después, muchos años después
de las grandes devastaciones.
Y el hurgar de manos sin rostro
en el amplio corazón de madera
quemada, sin piedad ni otros gestos.
Entonces habrá finido quizás
la carrera enloquecida de los siglos
de los dioses del olvido y la cizaña,
vuelo de luna en el negro
espejo roto de los viejos magos.



Carrozas de la noche

En el preciso lugar 
que iluminas de pronto 
en la gastada hierba 
de caminos recorridos
ves la misma clara noche
En brazos de aquellos
que una vez alzaron
tu cuerpo de las aguas
en aquel magro tiempo
ves la misma lenta noche

En cada cosa y su nombre
engastado en los sutras
grabados bajo las estrellas
en las voces ya perdidas
donde converge la noche común
y harto ya, sigues el reflejo 
de unas lentas notas de polvo
esencia de las cosas destinadas
sólo a partir en la dura mañana:
y en su blanca luz tu eterna noche.
 

*  *  *


y tu oscuro linaje
de lluvia como llanto
apenas primigenio
no más que una flor
o un anillo de humo
en la esfera
de los mundos:

tú en esta sola mañana
inicio de plegaria
o tembloroso cántico



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Cuando he estado trabajando todo el día, un buen atardecer me sale al encuentro.
Johann Wolfang Goethe

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4 comentarios:

  1. Sos un gran lírico, Alejandro.

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    Respuestas
    1. Gracias por tu lectura y tus conceptos, Paulina.
      Un saludito cordial
      Analía

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  2. Muy bello.
    Abrazo
    Alicia Perrig

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por su lectura, querida Alicia
      Un saludito cordial
      Analía

      Eliminar

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