-La Plata, Buenos Aires, Argentina-
02.05.05
No eras mi tipo, como se dice,
pero, de haber podido, te hubiera regalado
los jardines colgantes de Babilonia,
aquella noche, en la desolación
de un parador de ómnibus, en medio de la ruta,
mientras esperábamos rehacer la marcha
que nos devolvería a La Plata
y el verano se apagaba sin gloria.
(Epílogo para un viaje de vacaciones)
……………* * *
27.04.05
Soy el eterno perdedor.
Perdí el empleo, la gorra y la paciencia.
Cada vez que aposté a un caballo,
se mancó en la largada.
Mi número de la suerte
no es nunca el elegido.
Y hasta en el juego del amor
mi corazón trabaja a pérdida.
De buena gana, me arrojaría ahora bajo el tren
de las nueve y treinta y uno que viene de Tolosa,
pero temo que no pase a horario.
(Soy el eterno perdedor)
……………* * *
24.06.05
Ayer vino mi madre muerta a visitarme.
Vino vestida de entrecasa, con su gastado delantal a cuadros,
que colgaba de un gancho en la cocina.
No preguntó por nada ni por nadie. Simplemente,
quería saber si todo se encontraba en orden:
las camas tendidas, los cuartos ventilados,
las plantas podadas y con agua…
De paso, me recordó que la felicidad no dura,
que el amor es triste y duele demasiado
Y que, al final, sólo queda arreglárselas como se puede.
También me dijo que no comiera dulces
y, sobre todo, que me cuidara del invierno,
que, en invierno, el viento suele ser traicionero en las esquinas.
Después, cuando la tarde agonizaba,
salió a la calle, saludó a los vecinos como de costumbre
y se fue con su escolta de ángeles indulgentes.
Sí, ayer vino mi madre a visitarme.
(Ayer vino mi madre)
……………* * *
07.08.05
Desolada y sin luz, como una cosa más
tirada a la vereda, entre latas
de cervezas vacías y preservativos,
asoma la mañana; esta mañana propia de domingo,
mientras todos duermen a sus anchas
y el diariero pasa por debajo de las puertas
las sórdidas crónicas del día.
(Desolada y sin luz)
……………* * *
10.05.05
Si nada es gratuito
me animo a decir
que ese puntito negro,
esa pequeña deyección de mosca
en la testa brillante –magníficamente
tonsurada- del santo de yeso
que está sobre la cómoda, es una crítica
a la fe iconoclasta de la casa.
(Si nada es gratuito)
........................Poemas del libro Diario de paso (2008)
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El destino es el que baraja las cartas, pero nosotros somos los que jugamos.
William Shakespeare
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miércoles, 24 de marzo de 2010
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Bueno, yo diría que para disfrutar este sol de otoño, hay que ponerse cómoda, un vaso al lado, una bebida cualquiera y leer a César Cantoni, buenísimo
ResponderEliminarGracias Analía, por estas lecturas
Betty
Me gustó mucho. Mucho.
ResponderEliminarGracias
Abrazos
Alicia Perrig
Me pareció muy interesante, sobre todo "el eterno perdedor" y el de la madre muerta que viene de visita (tan real en el poema, tan cotidiana que conmueve).Saludos poéticos Irene Marks
ResponderEliminarQueridas Betty, Alicia e Irene:
ResponderEliminarMuchas gracias por detenerse a leer a este gran poeta.
Mi abrazo y mi cariño
Analía