lunes, 30 de septiembre de 2024

Aníbal Malaparte

No lo sé 

Si no sé explicar lo que siento, 
¿cómo voy a ser capaz de decirte cuando vuelo y me estrello? 
Si no sé lo que vas a decirme, 
¿cómo quieres que dispare a los relojes? 
Si no sé lo que vas a hacer, 
¿cómo quieres que cante un blues sobre el daño que me hicieron tus caricias? 
Y si no sé porqué tú y tus porqués 
¿cómo quieres que no tema tus restos, tus rastros, tus rostros? 
Y ahora que eres mitad verso y mitad cuchillo, 
¿quién te llorará en mis noches bolcheviques? 


La torre de marfil 

Existe un selecto club de intelectuales 
que siempre encuentran 
la forma de ser revolucionarios 
sin acercarse jamás, ni remotamente, 
al peligro de la revolución. 
Claro, ésta siempre se encuentra inaccesible, 
muy lejos de sus cubículos,
la encuentras en el tercer mundo, 
o el tercer mundo del tercer mundo, 
(tampoco es que importe dónde te encuentres 
siempre puedes mencionar un sitio 
donde todo está peor, mucho peor). 
La revolución está en Rusia, España, 
China, Vietnam, Argelia, Palestina, 
Cuba, Angola, Nicaragua, 
El Salvador, Chiapas, 
Kurdistán. 
En cierta forma tienen razón, 
la revolución se encuentra en cualquier sitio 
donde no estén ellos. 


Carta de despedida #3 

Sé que lo eterno puede ser abrumador 
así que te propongo lo siguiente: 
prometo amarte, perpetuamente, 
el tiempo que te tome 
leer estos versos.


Aníbal Malaparte 
Xalapa, Veracruz, México 

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