lunes, 30 de septiembre de 2024

Maikel Sofiel Ramírez Cruz

Alimento para peces 

Las iglesias hablan de la salvación, 
y la gente reza y pide cosas en silencio, como los peces. 
Carlos Varela 

Alguna vez fui un pez 
Un goldfish que se paseó ufano por el riachuelo 
Alguna vez fui un pez que se apareó en la orilla 
Allí donde el agua es apacible copulé con tantas hembras que perdí la cuenta 
Y nadé contra la dócil corriente o me dejé llevar por ella 
Un día un chico se detuvo a admirar mi belleza (eso creí) 
Me tomó entre sus manos y me llevó 
Una pecera con luz artificial, agua clorada y guijarros falsos se volvió mi casa 
Él lo dispuso de ese modo 
Y me dio de comer (cuando quiso) pero la porción era inaceptable 
Y sentí celos de un ave que cantó desde una rama, más allá de la ventana
Allí donde no existen ni el agua clorada, ni las imitaciones de roca, 
ni los vidrios que delimitan fronteras 
Entonces golpeé mi rostro y mi cuerpo contra el cristal en demasía 
Muchas veces, muchísimas, tantas 

Pero nada. 

Alguna vez fui un espléndido pez que nadó contracorriente 
Hoy han roto mis aletas y han lesionado mi cola 
Mi cuerpo sin fuerzas yace sobre el fondo pero aún respiro y sueño 
Sueño aunque dicen que los peces no deben soñar (ni opinar, obviamente) 
Sueño con irme lejos de esta isla acuario 
Pero él insiste en retenerme 
Tal parece que goza a costa de mi desdicha 
Y quizá, por mi desprecio, rara vez me ofrece una ración de alimento para peces. 


Maikel Sofiel Ramírez Cruz 
Las Tunas, Cuba

1 comentario:

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