jueves, 1 de febrero de 2024

Luis Carlos Fallon Borda

Un canto a la amistad 

Qué lindo pretender imitar 
la inocencia de un niño. 
Volver a balbucir, 
en un tibio lenguaje 
solo tenues palabras, 
quizás en media lengua, 
sin rudos andamiajes, 
ni insulsos predicados, 
solamente repletas de emociones, 
sin urdir compromisos! 
Decir lo que nos dicte 
la serena inocencia de la infancia, 
¡sin traducción al raciocinio!
Llenando las palabras, 
con la mayor pureza 
que suscite el lenguaje. 
Qué lindo es rodearnos 
nuevamente de ensueños 
y utopías plasmadas 
de colores, en su fino ropaje! 
Hallar en la expresión 
de lo sencillo la tenue primavera, 
el suave manantial que al cielo inspira! 
La paz de la verdad, 
de lo incondicional. 
¡De la inmensa frescura 
que brinda una amistad! 
Tal vez, nos adentremos 
en un corto y precario 
desfile de expresiones, 
a las que, sin embargo, 
deben adicionarse 
dos furtivos vocablos, 
que, sin dudarlo, 
nos llenaran de gozo 
tras su feliz arribo
a nuestra vida! 
Siempre te había esperado, 
te llevaré en el alma: 
mi inigualable amiga, 
mi incomparable, amigo! 


Leyendo a Stephen Hawking 

“Somos criaturas insignificantes en un planeta menor de una estrella común en los suburbios exteriores entre un centenar de miles de millones de galaxias”. 
(Cosmología Popular) S. Hawking 

“Breve historia del tiempo” 
me lleva a cuestionarme: 
¿No sé si soy gaviota o caracol, 
átomo, brisa, musgo o cordillera, 
pensamiento, paraje, 
o pavoroso espectro de neón? 
Porque hallar un cerebro
que sobre el tema piense 
(¡lejano al corazón!) 
con datos matemáticos, 
demostrables, precisos 
y concretos…inquiriendo 
en la ciencia la luz de la razón, 
¡es un tremendo embollo! 
(Atrás quedó silente 
en el camino la iluminada 
lógica del griego!) 
En dialéctica fórmula 
el genio desentraña 
la materia que indica 
a espacio-tiempo 
la forma de curvarse, 
en su peso de masa, 
y acorde a la debida curvatura 
ordena el movimiento,
en rítmico estertor. 
Magnitud y materia de infinita
energía, en latido de fuego 
¡separando galaxias! 
El Big-Bang formidable. 
El cuántico reducto de 
todos los comienzos, 
y las edades todas, 
en prístino fulgor! 
La eternidad del tiempo, 
en expansivo viaje… 
agrandando el espacio 
¡con vastos universos! 
Fascinante espectáculo
de inmensas dimensiones, 
que al logro de la ciencia 
solo le es concebible 
condensar en hipótesis. 
Todo ante nuestras mentes 
sorprendidos al percibir 
el axioma de un mudo 
interrogante que lleva 
a la entropía lacerante 
de la fascinación! 
Me ha abrumado 
¡esta hipotética lectura! 
De aquí y en adelante, 
si alguien quiere 
indagar mi procedencia, 
estrato laboral, 
vecindario, registro 
o dirección; 
responderé, 
citando al sabio Hawking, 
en su lacónica expresión: 
Resido como cualquier
ínfima hormiga, 
diminuto y perdido… 
“en la tercera piedra
después del sol”. 


Luis Carlos Fallon Borda 
Poeta nacido en Colombia. Reside en Miami, Florida, EEUU 

2 comentarios:

  1. Geniales tus poemas Luis Carlos. Gracias por compartirlos. Un abrazo

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    Respuestas
    1. Muchas gracias por tu lectura, Ana Lucía.
      Mi abrazo y mis mejores deseos

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