Viandante del mundo que tuvo a sus pies. Con afán, chequeras, gente a su servicio; disfrutó de la riqueza a través de la explotación. Jubilación de privilegio, pagando favores que lo encumbraron en la sociedad. Todo válido para sus alfombras rojas, muchas veces, de dudosos caminos… con silencios comprados.
Mas la vida… le llevó la vida, robándole los afectos. Y el hombre allí estaba. Festejaba su cumpleaños casi centenario. Había añoranzas en la fría sala de desolada mesa de roble, junto a la chimenea de blancos mármoles de Carrara que guardaba aquel Petite Hotel con aires de palacete, sobre la Av. Alvear en la capital porteña.
La hija lavaba las soledades del agasajo en el fregadero de la cocina, ya vacía de servidumbre y uniformes almidonados.
Él siguió sentado registrando, en el rellano de los años, los mensajes de sus huesos, en las manos y en sus encorvados hombros. Los oídos se le han cerrado al universo que sus ojos casi no le dejan ver. Su “haber económico” ya no le sirve. El mensajero no pasó para entregar un presente. El teléfono no ha sonado en todo el día ni el cartero ha llamado a la puerta.
Pero el hombre es altivo. Bebió el último sorbo de vino de Bordeaux y dejó la copa de Baccarat, solitaria, sobre el mantel de hilo blanco. Bajó hacia la cocina por la escalera que lo separaba de la realidad. Con sus manos, enguantadas de mandatos desafiantes, agarró la escoba que esperaba en el rincón y, lentamente, se puso a barrer a espaldas de su hija.
-¿Dónde se pondrá esta basura?... -se preguntó, desconcertado.
Miró a su alrededor; tomó conciencia de que nadie lo asistía. Ya no había alfombras rojas que cruzar, ni sirvientes con cofia ni acólitos que lo idolatraran.
Se sentó en un pequeño banco sin almohadón. Por primera vez, una osada lágrima se estrellaba contra su chaleco de seda italiana. La vejez y el olvido lo llevaban de la mano.
Cuento del libro de la autora: El Camino de Libra, cuentos para adultos cuyo tema base es la justicia. 2022
Norma Dus
Nació en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Reside en San Carlos de Bariloche, Río Negro, Argentina
Muy bien escrito. Gracias! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura, Alfredo.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos