Procuro vivenciar mis palabras favoritas:
AMOR, VERDAD, BOSQUE, PAZ, VALENTÍA.
He abierto furibundo las venas del placer.
He renacido más fuerte de mi inocencia ahorcada.
Fusilaron con empeño
a las mariposas doradas
de mi infancia.
Crucificaron con ardor
una ternura que aún resiste.
Observo embelesado a mis sobrinas
y siento un colibrí dentro del pecho
que liba los jazmines que brotan en mi sangre.
Procuro vivenciar mis palabras favoritas:
PASIÓN, LIBERTAD, CIELO, ARTE, POESÍA.
Estuve así
Estuve así.
Con insistencia vana en el supremo escapismo de la animalidad.
Con una paz azul de murmullo junto a un río.
Con la más alta vibración en el espíritu.
Con un idilio calcinándome las venas.
Con un silencio de pájaros ausentes.
Con las cadenas habituales de ser civilizado.
Estuve así.
Perdido en lágrimas que estaban bendiciéndome.
Crucificado en los delirios de mi ego.
Aislado en una soledad de páramo en penumbra.
Estallando en alegría de cardumen esmeralda.
Presenciando en estupor el declive inexorable de mis manos.
Forzando en éxtasis sublime las cárceles de la coherencia.
Huesos y cenizas
Mi cara se derrumba (mantengo puro lo más importante)
Mi cuerpo se hará huesos y cenizas
pero no la verdad de mis profundidades.
Hago lo necesario
para no vivir cautivo de mi edad.
Para no ser un muñeco diminuto
pinchado por psicópatas tras bambalinas.
Hay un vidrio empañado donde escribir “belleza”.
Hay un dolor inefable que limpia de frivolidad.
Hay un conjuro sencillo para conectar con Otros Planos.
Mi herida más roja tiene múltiples causales.
Una ráfaga de frío idéntica al temor.
Buscar otra luz vaciando una botella.
Hay escorpiones de naturalezas inmodificables.
Hay nostalgia día tras día de ese mundo más allá.
Hay sangre de los antepasados en toda expresión.
Hay muchos tipos de abundancia y de pobreza.
La reluciente desnudez de una mujer con carcajadas de niña.
Un hombre que se prostituye en su lógica de mercachifle.
Hay orfandad en el sendero de la hipocresía.
Libertad salvaje
Simios excitados permanentemente
zombis que escupen odio denso
telarañas del miedo y la mentira
perversión minuciosa
voces desprovistas de luminosidad
profesionales en el lanzamiento de dardos con veneno
belleza plástica y decorativa
bestias voraces que nada digieren
vidas primitivas en torno a la entrepierna
quejas tan asqueantes como la cobardía.
La libertad salvaje en la cima de un grito
el dolor inexorable que rompe las caretas
el oxígeno de un bosque bajo las estrellas
el Cristo descalzo en la risa marginal
la orquídea enferma en la risa de la lucidez
las almas libres por fuera del gobierno de las computadoras
los corazones sagrados donde no muere la niñez
la poesía cargada de riqueza
las palabras poderosas que vienen del cielo
la galaxia de verdades que ofrece cada artista.
Damián Andreñuk
La Plata, Buenos Aires, Argentina
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