Me veo envuelta en un millón de preguntas que nunca tendrán respuesta. Y por qué buscaré tanto? Algo que me llene de verdad… Pues aquí estoy verano, antes del amanecer y saludando a un nuevo día para envolverme otra vez en esas preguntas anecdóticas que me llevan a convivir con inquietud. En fin… cómo daría yo por sentir todo normalizado y no ser un buem más de la sociedad. Mis ojos reflejando ese amanecer, ven entrar el sol con el sentido divino de la conformidad. He ahí un claro ejemplo de superación y también de sufrimiento interno, mi mirada se desvanece en soplo de creencia espiritual y con ello conllevo mis decadentes días sin iluminación. Día tras día y fecha tras fecha en la que jamás le veo ni punto de entrada ni de salida.
El viaje a Huélamo
La belleza de lo existente es el corazón de un niño cuando sonríe y en su rostro se desgasta el hilo del querer y el amar con su inocencia. La belleza es cariño sin dudar y comprobar que cada día nos invade más el silencio de la tranquilidad en nuestros corazones, es algo insólito, algo que ni describiéndolo con palabras se puede asociar a la realidad. Un querer tan libre, tan especial y espiritual que nace de un amor hacia ti mismo. Sé conciencia, consciente de tu conciencia y te demostrarás a ti mismo cómo vas viendo el tiempo pasar sin motivación que enfoque tu vida en la naturaleza de lo común. Grita…grita fuerte y sé libre aun con esos achaques que te hacen sentir a veces atrapado en ti. Volarás alto como un águila en un precipicio, que quiere sentirse liberada por sus estruendosos viajes en el aire estando en un mundo autónomo y valorado por los demás.
Amparo Pérez García
Burjassot, Valencia, España
Es verdad , hay que gritar en libertad,,,,,un abrazo,
ResponderEliminarMuchas gracias, Roberto.
EliminarMi abrazo