A Ítaca volví; fue mi destino.
Largo tiempo vagué sin otra idea
que retornar a sus doradas costas.
Hubo noches de fiebre, dolorosas heridas,
desesperadas horas de silencio.
Es cierto, sí, que padecí la cólera
del feroz Poseidón y del exilio;
que velé eternas noches para no perecer.
Mas al fin regresé: fue mi destino.
Atrás quedaron cíclopes y cantos de sirena;
lejos ya en la memoria, la divina Calipso,
la funesta Caribdis, y Circe, la hechicera.
Pero hay atardeceres melancólicos
que me traen aromas de ese tiempo;
mirando al horizonte y al pasado
siento el ardor del viejo navegante.
A Ítaca volví; fue mi destino
mas hoy siento nostalgia de la espuma
del viento, de la sal, de la resaca…
El precio de los regresos
Cuando partí no sabía
el precio de los regresos.
Ignoraba que hay monstruos
bajo la superficie
cuya visión no puede
soportar la razón.
Que la luz no penetra
las simas abisales
donde el Olvido acecha.
También desconocía
que las mareas traen
decepciones sin nombre
entre coral y espuma.
(No sabía tampoco
que todo viaje es largo
cuando es en soledad)
He aprendido que toda
navegación esconde tempestades
y crepúsculos negros;
que la ruta
es un capricho de los dioses
y el tiempo un aliado del naufragio.
Pero Ítaca exige tales pruebas.
No todos los viajeros
gustarán los manjares del retorno.
Viajero soy
Viajero soy. La ruta es mi destino.
El frenesí del mar, mi desafío.
Viajero soy. En todas partes moro,
y en ninguna. Mi patria es el recuerdo
de tres o cuatro rostros y unos versos
que alguna voz amada pronunció.
Viajero soy. En el confín del mar
está la tierra de mis padres; lejos,
otros mares y otras tierras y otros dioses.
Todo cabe en mi cuaderno de bitácora.
Viajero soy. El horizonte espera
la estela de mis naves, las palabras
que mi pecho proclama, las batallas
que los vates cantarán en la mañana.
Y más allá de todo
rodeada de mar* se alza la etérea
Ítaca, paciente, inamovible,
hermosa al atardecer* eternamente aguarda
el retorno de sus hijos nómadas.
*Nota del autor: rodeada de mar y hermosa al atardecer son dos de las formas empleadas para describir a Ítaca en La Odisea.
Poemas pertenecientes al libro del autor: Arenas de Ítaca
Sergio Borao Llop
Zaragoza, España
Sergio, maravillosa tu poesía. Gracias
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura, Nor.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos
Muchas gracias, Nor. Un saludo.
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