domingo, 15 de agosto de 2021

Agustín Serrano Santiesteban

Cuando el niño se nos va 

El tiempo clava su espada 
silencioso y el pasado 
se disuelve. Qué ha quedado 
de aquella edad. Casi nada. 
Solo esta débil mirada 
y un nudo que ata mi voz. 
Solo la terrible coz 
de la nostalgia en el pecho 
y un niño triste, maltrecho, 
que huye sin decirme adiós.


Toda el agua del mundo 

Ha pasado un hombre que ignora 
                                               la lluvia 
el jadeo incesante del agua 
                                entre las grietas 
En el imperio del retiro 
donde sobreviven los ausentes 
el rumor de la lluvia es un fantasma 
un fuego fatuo de la otredad que padecemos 
Sólo los niños reconocen que afuera llueve 
que hay un mundo que estalla entre 
                                                    las nubes 
cuando pasa el relámpago rasgando 
las cortinas de la tarde 
Ha pasado un hombre con los ojos cerrados
las manos extendidas hacia las sombras 
                                                 del abismo 
ignorando que un perro solitario 
hace añicos los breves espejos de la tierra 
Sólo los niños saben 
que el tren de la lluvia atraviesa ciudad 
y otra vez el relámpago y el trueno 
cruzan por nuestros rostros insensibles
mientras afuera 
toda el agua del mundo 
                    danza sobre las calles. 


Agustín Serrano Santiesteban 
Holguín, Cuba 
www.aserranoss.wordpress.com

2 comentarios:

  1. Lindísimas imágenes en los dos poemas, donde el hombre, la lluvia y sus variadas canciones, esas que armonizan al caer y correr, encantan! Gracias a Agustín y Anita por compartirlos y editarlos. Abrazos

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    Respuestas
    1. Muchas gracias, salud para estos difíciles tiempos, un abrazo desde Cuba.

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