Cuando cae la tarde
en este invierno pleno
visualizo tu rostro sonriendo
como ese hoyo que se forma
en la ranura de tu boca
si te miro.
Ese mate en tu escritorio
mientras tecleas la compu
revisando algún escrito
para luego incorporar
y ser entregado.
La estructura te habita
la formalidad habitual
y esa mirada de costado
como expresando - te veo -
Hablar poco
ponerle palabras
cuesta.
Solo por teléfono, cuando no te veo,
apenas te escucho.
Ruido de hielo en un vaso
que permite tener coraje
para decir - me enamoré -
Y yo
que ya a esta altura
no creo.
Vivencias
Tu mirada se instala en mí
cada vez que te cruzo.
Como si no hubiera
nadie más que mirar.
A quién te recordaré
me pregunto
quién llegará a ti
cada instante que sonrío
y te saludo con barbijo inclusive.
Se dibujan sonrisas al mirarte
y ver que hasta el auto frenas para
posar tus ojos en mí.
Esa coincidencia de transitar
la misma ruta, a la misma hora
para que tus ojos expresen a
lo que aún no podés ponerle palabras
para mí.
Nerina Thomas
Rosario, Santa Fe, Argentina
Gracias Nerina por tu Declaratoria y Vivencias... Bellos e intimistas, ricos y decidores. Un abrazo y gracias por compartirlos y editarlos, querida Anita
ResponderEliminarTodo aquello imaginado, es tal vez un símbolo curioso de la misma naturaleza, donde una semilla tienta la creación en sintonía a su sabiduría.
ResponderEliminarfelicitaciones
Ana Lía, Gustavo:
ResponderEliminarMuchas gracias.
Mi abrazo
Analía