su propia sombra, a veces,
pasa entre las manos
y la deja barriendo con los ojos cerrados.
La penumbra acompaña la intimidad
de estar con los que fueron, fuimos,
en calles, bodegones, labios que aún humedecen.
Y a veces, muchas veces,
para no despoblarnos de aquello que quisimos
nos quedamos solos.
* * *
Sin saber qué pensaba ese dolor
lo levantas en brazos y lo cargas,
que no vea no escuche no suponga
hasta poder llegar
sin lugar dónde
mirando su memoria como un álbum
que no tiene vacantes
para seguir andando y compartir
si puedes, si pudieras
lo que nunca sabremos:
dónde empezó la ausencia,
la edad de los colores,
el futuro de la soledad.
José Antonio Cedrón
Argentina
Nostalgias, silencios, ausencias, recuerdos y una memoria para seguir amando y andando hasta con colores.. Profundos y evocativos los dos poemas. Me encantaron y dejaron pensante. Gracias José Antonio Cedrón y gracias Anita por editarlo. Abrazos
ResponderEliminarHermosos poemas los de J.A.Cedrón; tienen la virtud de transmitir un enorme caudal de sentimientos.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana Lía y Lina.
ResponderEliminarMi abrazo
Analía