La vida es un acto de locura un homenaje a la memoria
que hoy toca a un ilustre amigo de ayer y de siempre
RAÚL NÚÑEZ poeta argentino y escritor anónimo
de las calles del RAVAL en la Barcelona del '75
Con ojos de melancolía dibujaba las pampas curtidas
de historia este gaucho improvisado de sorpresas en
tardes de Moscatel y Carlos III
Sentados en los amaneceres junto a la fuente de
Canaletas funcionaban nuestras vidas con el habitual
estilo y color mediterráneo
No sé si éramos malditos al destapar los infiernos
de Cataluña para guarecernos de las refriegas donde
cocinaban las dictaduras de Francisco y el terrorismo
de Estado Argentino
Cualquier adaptación es cosa de tiempo
Todo mercado popular es literatura de viaje a las
entrañas mismas de la vida y de la muerte
Cada bodega mañanera era una tapa de resurrección
en Baños Nuevos calle Carmen o en estallidos de
rameras en Escudellers cerca a ese local de salsa más
conocido como Tabú que duraba hasta las cinco
de la madrugada
Cada taberna nos representó tal y como fuimos
Teníamos que seguir el curso de nuestros fracasos
económicos
Teníamos que enseñar nuestros pasos endeudados
hasta la remaceta
La inmensa legión de calles salía despavorida de las
carteleras cinematográficas
Con Raúl Núñez hicimos cierta leyenda del rayuelazo
en el Café La Ópera
Renacían las flores de Ramblas junto a los picotazos
de la calle Boquería
Fuimos desertores del tiempo entre bocanadas
de humo por amor al arte que era más poderoso
que la inmortalidad de los serafines de Broadway
Nos tocó la suerte de inventarnos un cielo golpeado
por las maldiciones de la cultura sobredosis
en el amor y en mujeres extravagadas de misterio
y de placeres
Raúl Núñez no quiso comparecer ante los tribunales
de Henry Barbusse y Antonin Artaud como sucedió
Se sintió ajeno a esa belleza machacada del delirio
hasta reencontrarnos una mañana en Amsterdam
con Sergio Aguayo y platicar sobre los pormenores
de esas locuras literarias: Cine Rulfo
Historias de un deicidio París Avianca Madrid CIA
Sabotaje perfumes de ébano
La chispa del amor y recuerdos flash de gentes que
pasaron sin saber que es tan corta la vida y tan largo
el olvido…
He cumplido 73 años por prescripción médica y sufro
de un aterrador comecoco de quedarme solo en esta
isla planetaria con la genial estupidez con que amanecen
los días ¡Oh, centauros del destino! Nos arrancaron
la felicidad depositando bosques de niebla
en la plaza Cataluña
De creernos inmortales por sobre todas las cosas ante
el efímero viaje a la eternidad que es ese sueño
interminable
¡Oh! es esta la canción para un amigo Argentino
que conocí en suelo Catalán cual ave de paso.
26.06.2021
José Miguel Diez Salazar
Chiclayo, Perú
Este poema crea un clima atrapante. Hace florecer a Barcelona con esas imágenes. "Cualquier adaptación es cosa de tiempo" respecto de las dictaduras, es exactamente así. Bello poema, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarCiudades que atraparon nuestra juventud, aquellos días gloriosos que compartí con Raúl Rossetti y R Núñez, que dejan en el alma el delirio de una amistad literaria inolvidable. Gracias, por su apreciación de este trabajo poético
Eliminararcem5589@gmail.com
ResponderEliminarIntenso relato homenaje al amigo `peta argentino, Raúl Núñez, donde la evocación y el recuerdo recorren las calles de Raval y Barcelona se adentra en cada lector. Gracias José Miguel por emocionar y a Anita por editar. Abrazo grande
ResponderEliminarMuchas gracias a quienes dejaron aquí sus palabras.
ResponderEliminarMi abrazo
Analía