No sabemos mucho del pasado
nuestros recuerdos son adaptaciones
de películas extranjeras
ficciones disfrazadas de experiencias tardías.
Ideas que marchan tras el sinsentido
de una cosmogonía alienante.
Condenados al exilio siendo inocentes
por creer en utopías inexistentes.
El pasado ausente de justicia
rebosó toda amargura
creando al monstruo
temido por el mundo.
Acusan a la pulsión
a los delirios irreflexivos
ocultándose del logos.
Aunque tarde para el perdón
agonizando abrimos puertas de paz
mientras flagelaciones perpetuas
impiden expiar sus pecados.
La miseria como prueba de sumisión
disfrazada de lealtad
de paciencia
es nuestra eterna condena.
El espíritu que soñó
con la libertad
cayó en el mutismo
de la desilusión
la costumbre
la culpa
la resignación.
Entre la libertad, la justicia y la condena.. La inefable sumisión y la paciencia hacen poema este Invadidos. Muy bueno, me gustó mucho. Gracias Álvaro y gracias Anita. Una edición de lujo. Abrazos
ResponderEliminarGracias Ana Lía.
EliminarUn abrazo
Analía
Muchas gracias a ti por leerlo.
EliminarEs un honor que le haya gustado.
Abrazos desde la distancia.