En lo más áspero de mí se
expresan mis dolores.
En cuatro copas de buen vino se
alza mi renunciamiento.
Soy la compleja consecuencia de
años de calvario.
Hay muchas cosas que no vendo y
por eso pago un precio.
Yo manché mi realidad con
alucinaciones payaso inestable
en mi reino evanescente a media
luz miseria o páramo.
En la torpeza del ensueño de la
marihuana
libre como quien acepta o lucha
o mendiga.
Fluye una cascada turquesa
contra el alba
estalla en el destino el azar la
providencia.
Monumento prodigioso
Leandro
destila potentísima pureza
con cada proceder.
Su
lúcida bondad
provoca
enojos en los cuervos.
Hace
del fango más oscuro
un monumento prodigioso.
Sabe
que el mundo
rebosa
de ficciones.
Que
no cualquier obstáculo
puede
superarse.
Y
rechaza la soberbia emponzoñada.
Las
correcciones mortecinas.
Todo
penoso fingimiento.
Ningún
triunfo reluciente
ni dicha ni confort
lo
encumbra o lo cobija.
Palabras esenciales
En
ocasiones es dulcísima y onírica
esta
llaga poderosa de estar vivo.
Mi
apoteosis la preparan Mía Gallegos,
Juana
Bignozzi, Vicente Huidobro, Susana March.
Quiero
algún día darle un cauce valedero
a
este fuego tan salvaje rebosando.
Quiero
plasmar todos los versos
que
me dictan mis entrañas.
Quiero
tatuarme en cada brazo
con mis muchas quemaduras
las palabras esenciales:
amor, riesgo, paz, valentía.
Arden
los múltiples disfraces si hay dolor
o intemperie.
Y
esas alas desde siempre corrompidas
de toda codicia.
Mi
apoteosis la preparan Lautréamont,
Leandro
Francisco López, Roberto Themis Speroni,
Vicente
Aleixandre.
Hay
en la estela extraordinaria
del
aroma exquisito de mujeres como sobrenaturales
un polen
fascinante que hipnotiza.
Hay
una música perfecta en el abecedario del aire.
Hay
todavía cielo, árboles, oxígeno.
Damián Andreñuk
La Plata,
Buenos Aires, Argentina
Fuertes versos los de Damián!, querida Analía, gracias siempre por hacernos llegar poesías varias y compartir! Un abrazo grande!!!
ResponderEliminarGracias por tu lectura, querida Norma.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos
Analía