PLATERO… y Conchi Sedano
Querido
PLATERO:
Mientras
recorro a tu paso las calles de Moguer, esta carta es para ti…ahora que puedes
entenderla…
Con
12 años recién cumplidos te tuve entre las manos, te vi trotar desde LA SOLEDAD
SONORA de mis pupilas de niña, compartí contigo la triste belleza de la tarde,
la alegría y la pena; la alegría de tus correrías, la pena de tu ausencia…
Comenzaba
entonces a deshilar versos y a contar estrellas.
Rozaba
con mis dedos infantiles las ondas sonoras de la Literatura y como tú, era
tierna y mimosa: “Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…”
JUAN
RAMÓN JIMÉNEZ, reciente Premio Nobel aquel año (1956), se aposentó en mi alma
de incipiente poeta persuadiéndome para que te cambiara por sus versos y puedo
asegurarte que no lo consiguió. Tú siempre estás ahí, repleto de lirismo,
ANIMAL DE FONDO…
Te
leo y me emocionas: “Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera,
que se diría todo de algodón…”. “…Lo llamo dulcemente: ¿Platero?, y viene a
mí…”. “¡Hasta el rebuzno de Platero se hace tierno bajo la dulce carga
llovida!”.
Sí,
aunque no fuiste a la escuela porque… ¿en qué sillita te ibas a sentar…?, sé
que no eres un burro torpón y que habrás leído a escondidas los poemas de JUAN
RAMÓN, mientras que él te enseñaba las flores y las estrellas.
¿Cuántas
veces te habrá confundido con las ges y las jotas “caprichosas”?…
En el
otoño sembrado de hojas secas, te imagino subiendo y bajando en agudo trote por
LA COLINA DE LOS CHOPOS, emocionándote entre las ARIAS TRISTES con LOS SONETOS
ESPIRITUALES y “profanando” su DIARIO sin que él pudiera negarte nada.
Solía
decir, ¿recuerdas?: “Yo trato a Platero como si fuera un niño… lo beso, lo
engaño, lo hago rabiar… Él comprende bien que lo quiero. Es tan igual a mí.”…
Platero,
quién, como tú, pudiera comer flores… y no le hicieran daño. Quién, como tú,
pudiera estar tan cerca del poeta para empaparse de la CORRIENTE INFINITA de
sus versos, para leer con él BALADAS DE PRIMAVERA y ETERNIDADES, para
sumergirse en el LABERINTO de su ESPACIO y transformar PIEDRA Y CIELO en la
inmensa ternura del amanecer, en canción, en ESTÍO…
¡No
rebuznes!… Sabes que estoy soñando, que los poetas soñamos algunas veces y que
ésta podría ser una más.
¡JUAN
RAMÓN es tan grande!…
Aquellos
niños y niñas - los que disfrutábamos entonces correteando por tus páginas -
nos queda la tarde para seguir soñando y una esperanza: que los niños de hoy no
se hagan hombres y mujeres cabalgando solamente por el teclado de un ordenador,
sin saber cómo se pasan serenas las horas sentados a la vera de un libro.
Tengo
que decirte adiós y… no sé cómo irme de aquí, Platero…
Hablaré
de ti a los niños y a las niñas para que te conozcan. Para que no te olviden.
..............
Ya lo hice. Ya te conocen.
Ya lo hice. Ya te conocen.
…¡Ya
te quieren!
Tal
vez, algún día les oirán decir:
Yo,
de vez en cuando, dejo de leer y miro a Platero…
NOTA de la autora:
Encontrarás
párrafos extraídos del libro: PLATERO Y YO, en letra mayúscula, obra literaria
de JUAN RAMÓN JIMÉNEZ.
Conchi Sedano
Nació en Peñalver, Guadalajara. Reside en Vigo,
Pontevedra, España
Maravillosa Prosa conchi cargada de la sensibilidad y calibre en cada palabra como bien tu lo sabes hacer. un gran abrazo amiga. Felicitaciones
ResponderEliminarGracias por tu lectura y tus conceptos, Adolfina.
EliminarSaludos cordiales
Analía Pascaner
Gracias a ti Analía, a tus ordenes.Conchi es una gran poeta y escritora aún mejor amiga.
Eliminar¡Qué bonito! A mí también me dejó huella la obra de Juan Ramón. Un abrazo
ResponderEliminarGracias por tu lectura, Isabel.
EliminarSaludos cordiales
Analía