Después de la música tardía…
Después de la música tardía, del
pez tardío,
del instrumento con sordina ante
los relámpagos,
del verbo visto como mera
osamenta,
de la primera y última puertas
con cerrojo,
de la orilla temprano
clausurada,
del único ojo ciego, del exilio
del testigo
hacia cuanto, desnudo, cabe en
un puño,
de la desesperada maniobra del
ave
ante la cercanía de la tormenta,
de una cama tendida, plantada
a orillas de un mar extenso e
inmóvil;
y después también de aquello
que no se decide entre amar o
matar,
de la desilusión del orfebre,
del extravío del mercurio en su
camino hacia la Obra,
de la pregunta escrita con tiza,
de la respuesta sepultada,
del carbón y del abrojo,
del salario pagado con resina…
un cosquilleo en la planta del
pie,
justo cuando parece cerrarse
todo fuego y toda alabanza,
eso que otros sentirán nimio,
sin importancia,
me sostiene y me salva.
Poema inédito
Carlos Barbarito
Muñiz, Buenos Aires, Argentina
Gracias, Analía. Un abrazo!
ResponderEliminarGracias a vos, Carlos, siempre un gusto contar con tu voz. Cariños
EliminarAnalía