Cepsis
Si te
contara que puedes viajar en tus sueños, no solamente con tu cuerpo astral sino
con el cuerpo físico, no sé si me creerías.
O tal
vez ya lo sepas. O tal vez, y esto sería lo mejor… tal vez ya lo hayas hecho.
En
ese caso, me gustaría que intercambiáramos experiencias.
Cuando
se ha logrado el viaje; mientras tu cuerpo sigue en la cama…y parece dormido;
uno no vuelve a ser jamás el mismo.
Tal
vez estás dormido al lado de alguien que también cree que tiene a alguien
durmiendo al lado.
A mí
me pasó. Y no una vez… sino unas cuantas.
El
milagro no es voluntario; “los básicos”, como nos llaman allá a los viajeros de
los sueños, nos distinguimos de los otros, porque tenemos una distribución distinta
de los repliegues de las orejas.
Te
explico, no te rías. Si miras una de las mías, verás que tengo un circuito más
complejo que el resto de la gente. Idéntico al Laberinto de Dédalo. El viaje a
la ciudad adonde vamos los básicos te desarrolla esa parte del cuerpo. Puedes
taparla con el cabello o mostrarla sin problemas, porque la mayoría de los
humanos no te mira a la cara cuando te habla.
No
puedo ver la tuya porque tienes puesto ese inmenso gorro de lana.
El
viaje es lo de menos. Estás dormido. Y durante uno de los siete sueños ya no
estás en tu cama. Estás en la que algunos llamamos “Cepsis” la ciudad de los
sonámbulos.
Cepsis
es una ciudad sin casas. Una ciudad donde los sueños se cruzan en las esquinas
y cada uno sigue su camino con una parte de los sueños de los otros.
Por
eso, cuando el cordel es recogido por manos invisibles, cada básico regresa por
el puente del ensueño y vuelve a ocupar su lugar en el continente que lo está
esperando profundamente dormido.
Cada
noche, Cepsis está de fiesta y con cada alborada se adormila.
Los
básicos tienen un estricto entrenamiento en la traducción de los sueños. Los
propios y los que se van agregando en los encuentros de las esquinas.
A
medida que van obteniendo mejores resultados en sus interpretaciones; el plano
que se va boceteando en los repliegues de las orejas se parece más a la Cepsis original.
O
será… tal vez… que Cepsis es igual en su diseño que el Laberinto de Dédalo.
El
secreto que la ciudad de los sonámbulos encierra en su núcleo, debe ser
importantísimo porque aquéllos que han logrado su objetivo, toman el nombre de
“mólices” y te aseguro que tienen un color de aura diferente.
Yo,
todavía entre los básicos, creo que me faltan muchos sueños para develar el
secreto.
Pero
hay noches… hay noches… en las que creo, por un instante, que me permiten
entreverlo.
¿Te
ha pasado?
Nor Losada
La Plata, Buenos Aires, Argentina
Me gustó la temática y la estructura. me quede pensando en el mágico mundo de los viajes nocturnos. hermoso
ResponderEliminarGracias por tu lectura
EliminarSaludos cordiales
Analía
Hermoso y fascinante Nor.- Yo, que soy un infatigable fabricante de sueños, me podrá tu bella historia ayudar a encontrar esa casa, esa calle, esa playa que desde hace años visito en las noches y que de día no los puedo hallar? Felicitaciones. Gabriel Garcia
EliminarAgradezco tu lectura, Gabriel
EliminarSaludos cordiales
Analía
Hermoso y fascinante Nor, yo que soy un incansable fabricante de sueños, me podrá ayudar tu bella historia a encontrar esa casa, esa calle, esa playa que desde hace visito en las noches y que en el día no puedo hallar? Felicitaciones, Gabriel Garcia
ResponderEliminar"Cepsis" es un un viaje con la imaginación de quien lo lee a ese lugar donde los sueños se fabrican, casi se vuelven reales. El tema y el personaje destilan originalidad y muestran las dotes literarias de la escritora. Mis felicitaciones, Nor Losada.
ResponderEliminarMarta Broles
Gracias por tu lectura, Marta.
EliminarSaludos cordiales
Analía
Gracias Nor!
ResponderEliminaracabo de leer tu cuento...
Como siempre me has despertado la imaginación/ensoñación
con toques literarios sorprendentes.
BIEN por tu estilo, me encanta!
Gracias. Saludos cordiales
EliminarAnalía
Recién hoy leo tu cuento martes 31/3 quedo impresionada por tu poder literario y la gran intuición que te inspira, yo pregunté el jueves pasado a los que saben , si uno en sueños se transporta a lo que ellos llaman el plano del Kamaloca o devachan, que es donde uno parte en alma después de la muerte, y lo pregunté porque me pasó varias veces de soñar con personas muertas y conversar con ellas como sí estuvieran vivas. Me respondieron que es posible y que uno debe ser una persona muy sensitiva para que ello ocurra. Tu cuento me lo hizo recordar. Te felicito Emilia.
ResponderEliminarGracias por tu lectura atenta.
EliminarSaludos cordiales
Analía
Muchas Gracias Nor!! me encantó tu cuento...hasta me imaginé cómo lo leerías...lo disfruté mucho. Estás entre las autoras que sigo... nunca dejes de soñar....nunca dejes de escribir. Alicia Z
ResponderEliminarGracias Alicia. Especialmente agradable la sensación de "escuchar" al escritor cuando leemos sus textos.
EliminarSaludos cordiales
Analía
gracias a todos. Los que publicaron en la revista. Los que dejaron mensajes en mi casa. Los que mandaron mails. Los que me leyeron en silencio. Nor
EliminarMuchas Gracias Nor!! me encantó tu cuento..lo disfruté mucho. Estás entre las autoras que sigo... nunca dejes de soñar....nunca dejes de escribir.
ResponderEliminarAlicia Beatriz Zgainer
Gracias Alicia
EliminarSaludos
Analía
Felicitaciones o felicidades, en realidad, ambas. Beso, y a seguir soñando.
ResponderEliminarcecilia
Nor, desde mi modesta opinión, tu relato me pareció increiblemente logrado. Es bello, poético y sumerge al lector en esa suerte de atmósfera profunda y mágica de ensueño. Exitos! Julia Olivera
ResponderEliminarGracias por vuestra lectura, Cecilia y Julia Olivera.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Analía
Me parecio muy interesante. Es un cuento que va mas alla de la tercera dimension en la cual nos movemos habitualmente.Explora otros mundos,
ResponderEliminarque si bien nos son ajenos, no por eso no existen. Rodolfo
Gracias por tu lectura y tus conceptos, Rodolfo.
EliminarSaludos cordiales
Analía