Cimarrón azabache
Cimarrón azabache,
invisible en noches sin estrellas.
Corriendo cielos galopando nubes
perdido en la tormenta
en tu afán de progreso
El calendario fue marcando
fechas,
madrugada de sueños
mediodía de batalla
atardecer…
¡Caída!
Dolorido, triste.
Fuerza interior.
Orgullo herido…
Te levantaste, débil aun
luchaste sin descanso.
La voluntad fue tu aliada
¡Venciste al destino!
busca en tu corazón.
la causa que produjo tu caída.
Si los recuerdos afloran a tu piel,
Piensa, atesora.
Recuerda la niñez, a nuestros
padres
y sus sombras protectoras,
sus enseñanzas.
¡Aquella casa donde fuimos tan
felices!
Allí donde guardamos tantos sueños,
No permitas que pretendan
pisotearlos……………
¡Sólo tú eres el dueño!
En alas del viento
En alas del viento
viajan mis palabras
escondidas
en rincones de mi alma
Hoy soy rosal en flor
perfumando sensaciones
Siento tu boca
recorriendo mis rincones
enloquecido de pasión.
¡Pero vendrá el adiós……
Toda yo, estaré
vestida de misterios,
y en esa ceremonia
de secretas pisadas,
trataré de atrapar
al sol unos instantes,
para después,
aferrada a un espejo roto
llegar hasta otra orilla
mirando desde allí,
como se borra
tu figura desgarbada………
¡Perdiéndose en la noche de mi
alma!
Homenaje
a la Mujer
Una
mujer es ángel porque en la plenitud del pensamiento, lucha como una leona por
el hombre que ama.
Una
mujer es luz en amaneceres distantes, por el esplendor que refleja su sonrisa
cuando acaricia al hombre que ama.
Una
mujer es Universo, porque en su vientre, germina la semilla de la humanidad.
Una
mujer es profeta, porque ve más allá de las espectrales sombras, al peligro que
se acerca con silenciosas pisadas y amenaza su felicidad.
Una
mujer es fidelidad, porque en los altares del crepúsculo se consagra al milagro
del beso.
Una
mujer es flama, porque en las ceremonias del fuego, agasaja a su familia
preparando la mesa del alimento diario.
Una
mujer es campo florecido, cuando en tálamos mullidos escribe caminos de deseo.
Una
mujer es fuente bautismal, es hija esperada, es niña mimada, es adolescente
inquieta, es esposa enamorada, es madre ejemplar, es abuela ternura, encendiendo
esperanzas en el corazón de aquéllos que ama, y es recuerdo cuando parte, pero
permanece en espíritu, para proteger a aquéllos que tanto ama……………
Llegaste a mi vida
Llegaste a mi vida como un
torbellino,
yo era un lago manso, tranquilo,
sereno.
Fuiste recorriendo lento sus
orillas,
buceaste en sus aguas te
adentraste en ellas
En ese momento llegó una
tormenta,
cruzó como un rayo el límpido
cielo,
y el lago dormido, convertido en
fuego,
se abrazó a tu cuerpo, vibró en
tus latidos.
Y fuimos entonces un mismo
destino,
compartiendo vida, soñando
momentos.
Este sentimiento, tan fuerte,
tan nuestro
se va agigantando, crece sin
medida.
Y si estamos juntos, ¡se nos
borra el tiempo!
no existen palabras en nuestros
encuentros,
Sólo son miradas, sólo son
silencios…
¡Y somos nosotros, en el Universo!
Lydia Pistagnesi
Banfield, Buenos Aires, Argentina
Buenos temas, buenos poemas; un disfrute más para el lector.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Gracias querida Betty.
EliminarCariños, que estés muy bien
Analía