Te entregas por entero a tu trabajo
y brindas lo mejor para el enfermo,
tu ternura está presente en el momento
en que el dolor se hace carne ante tus ojos.
Ese ser que necesita de consuelo
e implora quizá por un milagro,
en plegarias de miedo rompe en llanto
y se calma cuando nota tu presencia.
La noche se asoma a su ventana
y el vendaval se sienta ante su puerta.
Escuchas los latidos del silencio
que alborotados en el lecho se pelean.
Tomas las manos heladas que palpitan
y lo acompañas entre sábanas de espera.
Tu sonrisa es remanso que anticipa
la quietud en brazos del misterio.
Un lirio, el rostro del enfermo.
Un último latido en el espacio…
¡Una alondra de luz que alza su vuelo!
Dedicado a las enfermeras de la Clínica San Camilo y también a las enfermeras de todo el mundo
Trofeo
Una lágrima cae ante mis recuerdos
y sacude el viento polvo del camino,
un tropel de sombras sutiles observa
desde los rincones de mi desvarío.
En este silencio pertinaz y ciego,
acuno en el río mis sueños dormidos
Y los camalotes gritan su vigilia
desde los espacios helados de frío.
Vuelo raudamente por playas lejanas,
mis trémulas alas tiemblan temerosas,
un rayo ilumina cenizas de cielo,
ríen los fantasmas ante mi derrota.
Y por ese atajo que nadie transita
alzo entre mis manos un raro trofeo,
ante tanta lucha sólo me entregaron…
¡Jirones de ausencia y desasosiego!
Mascarón de proa
Mascarón de proa,
letargo en la nada,
sutil travesía
por mares inciertos,
donde sin descanso
oprobiosos golpes
lastiman su cuerpo
Sobre sus espaldas
pende la agonía
de días sin horas.
Quizás la marea
se apiade y lo guíe
a playas lejanas
que acunen su pena
Después:
el descanso…
Pero por las noches
cuando la vigilia
asome al recuerdo
y el cielo despliegue
sus luces y sombras,
esperará en vano
a un barco sin rumbo
¡Que perdió el amor
y no se dio cuenta!
Poemas del libro de la autora: Mascarón de Proa. Editorial Dunken, 2016
Lydia Pistagnesi
Banfield, Buenos Aires, Argentina
Mi nombre María Cristina Berçaitz. Me emocionó el recuerdo a la enfermera, siempre compañeras del dolor ajeno.
ResponderEliminarComo siempre muy sentidos tus poemas. Un fuerte abrazo
Muchas gracias por tus conceptos y tu lectura, Cristina.
EliminarMuchos cariños y mis mejores deseos