lunes, 10 de junio de 2024

Lydia Pistagnesi

Homenaje a la enfermera 

Te entregas por entero a tu trabajo 
y brindas lo mejor para el enfermo, 
tu ternura está presente en el momento 
en que el dolor se hace carne ante tus ojos. 
Ese ser que necesita de consuelo 
e implora quizá por un milagro, 
en plegarias de miedo rompe en llanto 
y se calma cuando nota tu presencia. 
La noche se asoma a su ventana 
y el vendaval se sienta ante su puerta. 
Escuchas los latidos del silencio 
que alborotados en el lecho se pelean. 
Tomas las manos heladas que palpitan 
y lo acompañas entre sábanas de espera. 
Tu sonrisa es remanso que anticipa 
la quietud en brazos del misterio. 
Un lirio, el rostro del enfermo. 
Un último latido en el espacio… 

¡Una alondra de luz que alza su vuelo! 

Dedicado a las enfermeras de la Clínica San Camilo y también a las enfermeras de todo el mundo 


Trofeo 

Una lágrima cae ante mis recuerdos 
y sacude el viento polvo del camino, 
un tropel de sombras sutiles observa 
desde los rincones de mi desvarío. 

En este silencio pertinaz y ciego, 
acuno en el río mis sueños dormidos 
Y los camalotes gritan su vigilia 
desde los espacios helados de frío. 

Vuelo raudamente por playas lejanas, 
mis trémulas alas tiemblan temerosas, 
un rayo ilumina cenizas de cielo, 
ríen los fantasmas ante mi derrota. 

Y por ese atajo que nadie transita 
alzo entre mis manos un raro trofeo,
ante tanta lucha sólo me entregaron…
¡Jirones de ausencia y desasosiego! 


Mascarón de proa 

Mascarón de proa, 
letargo en la nada, 
sutil travesía 
por mares inciertos, 
donde sin descanso 
oprobiosos golpes 
lastiman su cuerpo 

Sobre sus espaldas 
pende la agonía 
de días sin horas. 
Quizás la marea 
se apiade y lo guíe 
a playas lejanas 
que acunen su pena 

Después: 
el descanso… 

Pero por las noches 
cuando la vigilia 
asome al recuerdo 
y el cielo despliegue 
sus luces y sombras, 
esperará en vano 
a un barco sin rumbo 

         ¡Que perdió el amor 
                   y no se dio cuenta! 


Poemas del libro de la autora: Mascarón de Proa. Editorial Dunken, 2016 

Lydia Pistagnesi 
Banfield, Buenos Aires, Argentina 

2 comentarios:

  1. Mi nombre María Cristina Berçaitz. Me emocionó el recuerdo a la enfermera, siempre compañeras del dolor ajeno.
    Como siempre muy sentidos tus poemas. Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus conceptos y tu lectura, Cristina.
      Muchos cariños y mis mejores deseos

      Eliminar

Muchas gracias por pasar por aquí.
Deseo hayas disfrutado de los textos y autores que he seleccionado para esta revista literaria digital.
Recibe mis cordiales saludos y mis mejores deseos.
Analía Pascaner