Cada sabio su problema
y cada loco su tema
el sabio muere de angustia
si no resuelve el problema.
El loco si tiene tema
no le teme a su problema
en la locura tan loca
no tiene testa ni boca.
En la vida que llevamos
tanto el sabio como el loco
libres o siervos seamos
a la fosa todos vamos
como bien decía Machado
“que en la vida mala y corta
lo mismo nos ha de dar
ir al mismísimo cielo
o rodando hacia la mar”.
*Del libro de la autora: Los insomnios y los sueños
Viajar
En el tobogán turquesa de las olas,
entre la planicie salada del pez rey,
camino, gozo y recuerdo.
Mojada de luz
bajo las noches del Rodeo,
fantaseo y me digo:
estiro la mano y traigo un manojo de estrellas;
momento de reencontrar la inocencia perdida.
Viví,
ojos bien abiertos, la belleza de la vida,
los extensos sembrados amarillos,
los nevados arbustos del algodonal,
las bien plantadas hileras de vides
amándose al sol.
Jugué bochas en el Triásico,
pisé los millones de años del Ischigualasto.
Descubrí la sensualidad y el aroma de la selva.
Me bendijo el agua de las Cataratas
y bendije el oro negro de Neuquén.
Pisé la tierra roja que necesitan las camelias
del té y el Ka-a,
allí, descubrí la habilidad de los jesuitas,
hacer las tejas musleras.
Vi las majaditas volviendo del cerro.
Experimenté
la sensación de navegar los dos océanos
en la provincia del fondo del mundo.
Admiré esos hielos azulinos,
esculturas talladas por el Creador,
y entre témpanos y olas agradecí
haber nacido en esta tierra:
Argentina.
En un viejo tren de trocha angosta
me acurruqué junto a la caldera,
vi los pastos quemados por los vientos
y las nieves,
todos arrodillados hacia su Meca,
y a los cardos rusos rodar
por polvorientos caminos.
Conocí el nido de los cóndores
y el oro recamado
de las iglesias del Noroeste Argentino.
Me alegré al ver los campos sembrados
que se mecen con la brisa, como miles de olas verdes,
y tener entre mis manos
la negra y perfumada tierra de las papas.
Llevo en mi tercer ojo todos los paisajes,
en mis pies, las huellas de todos los caminos.
Vivir,
recordar experiencias, aventuras,
es de todos los días
y se escribe en dos verbos,
pasado y presente
lo dejo a su criterio,
acá va un poema a toda mi ARGENTINA.
Alicia Danesino
Buenos Aires, Argentina
Soy María Cristina Berçaitz, tu excelente expresión y dominio de la palabra se destacan, como siempre, con gracia y elegancia. Un abrazo, Alicia
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura y tus conceptos, Cristina.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos