Me resulta doloroso escribir
con estas mismas manos
que estoy sola
con la luna.
Pero ya lo he estado,
lo he estado hasta contigo
y he vivido, al lado de este río,
en este mismo
atardecer de la mañana,
en este siempre decirte
sin que escuches,
en los mismos
rumores pasajeros
adonde fui a escucharte.
No te encontré, no estabas.
Te recorrí, río Maipú,
por aquellos años, incesante.
Me llamaba Neruda,
me presentó a Guillén, viajamos al espacio
con la primera astronauta comunista y rusa
y de vuelta
me apoyé en lo más alto de Los Andes
y dormité en los cantos:
ni yo paré de hablar
ni su carro desvió su camino
ni las cadenas apartaron
la marcha de las pistas nevadas.
Y sin embargo al final
mano con mano,
pelo con pelo
yo con cigarro,
Tú con mis pestañas
en tus labios
Yo con tus lágrimas
y entre los dos,
la sombra de una orquídea
y una balada.
Un silbo y en Costa Rica
nos fumamos el volcán:
nací en Santiago.
Tres
Tres
gotas de rocío
desnudan
tu rosa
y suave
desgrana tu frente
tres gotas
Sonrisas de una mañana de tinieblas
Egoísta: el cielo cuando se enmudecen las estrellas
Agresiva: la noche cuando el cielo se hace agua
Ingrata: la rana cuando se bebe el agua del estanque
Manipuladora: la fricción del pecíolo sobre la abeja
Generosa: la soledad de una flor en una copa
Extraordinaria: una mujer que se desnuda ante un rosal
Irrespetuosa: la fragancia del heno en la cachaza
Valiente: la verdad dicha por una voz amiga
Generosa: la olla con ravioles hervidos
Solidaria: la ola con los pingüinos cuando nadan porque están despiertos
Silencio: el cajetear de los sentidos
Tortura: una sorpresa encerrada en una caja
Fatiga: la verdad por afuera y en la vida
Cansancio: asomarse a la ventana de las cosas
Corbatas: sinfonía de notas sin acordes
Dulzura: el ruido de una pluma que se cae
Muerte: destellos de una vida que se abre
Sencilla: la vida si se aceptan sus mentiras
Mujer: cada una de las cinco letras de mi nombre
Extraordinaria: una hormiga borracha que sin embargo escucha
…cuando así su amor le llama…
Marta Zabaleta
Nació en Santa Fe, Argentina. Reside en Londres, Inglaterra
Sumamente gentil de tu parte recoger en el seno de tu fabulosa revista, estos pedazos casi olvdidados de mi vida,que sin embargo, me suenan al leerlos tan actuales. Te abrazo y con cariño, te agradezco que me entregues este espacio de luz y de alegrias.Marta
ResponderEliminarSoy yo quien te agradece, querida Marta, por palabras tan elogiosas y alentadoras. Siempre es un placer compartir tus poemas.
EliminarMi abrazo y mis mejores deseos siempre
Marta querida qué alegría poder seguir leyéndote, ahora también desde este espacio. ¿Qué más podría decirte de tus maravillosos poemas, que ya no e haya dicho a lo largo de los años? Un gran abrazo, Ri
ResponderEliminarDr. Ricardo Rodríguez Pereyra, CONICET, Buenos Aires
Me han gustado mucho sus poemas, gracias por compartirlos y a Analía por haberlos publicado.
ResponderEliminarFue un gusto encontrar estos poemas de Martita Criolla, no los conocía.
ResponderEliminarUn abrazo grande allende los mares y otro para vos, Analía.
El recuerdo, pide permiso a la espada de la voz.
ResponderEliminarfelicitaciones
Lina, Ricardo, Max, Gustavo:
ResponderEliminarMuchas gracias
Mi abrazo