Lo había preparado todo
una dulce sensación me invadía
al mirar las copas de cristal
la botella de whisky preferida
mi traje negro impecable
la sobriedad y el buen gusto
que ella tanto aprecia
estaba igual que siempre
como cuando yo era un niño y nos conocimos
y forjamos una amistad indestructible
conocía mi vida, los que se habían ido
le contaron de mis cosas
los detalles más insignificantes
aproveché a preguntarle por papá
si seguía jugando al ajedrez
leyendo a Tolstoi y a Chejov
y comiendo picantes a escondidas
fue una noche agradable
charlamos hasta tarde
de nosotros, del mundo
de los buenos conocidos
luego quise saber de mi turno
pero ella es muy reservada
no mezcla el trabajo y la amistad
miró el reloj, era de madrugada
tenía mucho por hacer
me abrazó, me dio un beso en la mejilla
y antes de atravesar la puerta, giró y me dijo:
aún falta, pero yo en tu lugar viviría intensamente.
Mirlo
Desde la ventana del tren
pienso en los que ya no están
en los que están lejos
en los que un día no estaremos
otra persona viajará en este tren
en este asiento
y mirará por la ventana
tal vez los mismos árboles
y se pregunte si alguien, alguna vez
mirando el río
vio posarse al destino en la ventana.
Los dados cargados
La jugada era fuerte, así que decidí hacer trampa
con mis dados cargados
no era la primera vez, estaba tranquilo cuando los tiré
empecé a ganar partida tras partida
llegué al monto que deseaba
y me preparé a partir
me puse de pie, junté el dinero, prendí un cigarrillo
cuando saludé al crupier sentí el balazo
en el hombro
aproveché la estadía en el hospital
para releer algunos clásicos
para alimentarme bien y sentirme amado
y revalorizar algunas cosas
pensé en cambiar mi vida, hacer algo diferente
tal vez volverme escritor o algo por el estilo
una vida normal, sin sobresaltos
eso le digo a los médicos
mientras jugamos al póquer sobre la mesa de autopsias.
Del libro del autor: Margot, la prostituta que leyó a Bakunin y otros poemas. Prólogo Sergio Rigazio. Colección Poesía Mayor. Leviatán, 2019
Andrés Bohoslavsky
Andrés me gusta la poesía cuando se contacta con lo cotidiano pero se pregunta sobre lo trascendente. Me gustó
ResponderEliminarAbrazo
Andrés Bohoslavsky es en sí mismo, una 'jugada fuerte', valiosa y erudita dentro de la poesía. Da gusto leerlo.
ResponderEliminarTe agradezco su publicación, querida Analía.
Muchas gracias, Bertha y Lina.
ResponderEliminarMi abrazo